El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Pronunciamiento ¡BASTA YA! - Coalición Cívica


¡BASTA YA!


Los cauces cívicos nos permitieron salir de la confrontación violenta y de la guerra civil.

Los procesos electorales, negados durante décadas, fueron el medio para propiciar el cambio pacífico de gobiernos nacionales o locales.

El proceso electoral del 2012, cuyos antecedentes han sido el fraude masivo, la usurpación de cargos, la imposición de medidas por funcionarios ilegales, terminó de colapsar el sistema electoral e igualmente el sistema político en su totalidad.

Los resultados finales del falso proceso electoral municipal 2012, no son las alcaldías auto asignadas por el partido de gobierno, sino una nueva escalada de confrontación con resultados lamentables de personas muertas, heridas o apresadas. Demasiada sangre se ha derramado en el país para que nuevamente se produzcan hechos en los que se pierden una vez más, vidas de nicaragüenses.

Las muertes de estos nicaragüenses en el 2012, como las ocurridas en el año 2011, son responsabilidad del sistema corrupto, clientelar y dictatorial que tenemos en Nicaragua.

Resulta insólito que la OEA, con absoluta falta de sensibilidad y faltando a la verdad haya señalado que el proceso transcurrió en paz, cuando a partir del mismo día de las votaciones se dieron los primeros enfrentamientos.

Una vez más hemos visto naufragar la profesionalidad, tanto del Ejército, como de la Policía Nacional. El primero haciendo funciones que no le corresponden desplegados en distintos territorios del país, tanto antes como después de las votaciones. Mientras que la Policía Nacional actúa una vez más de manera sesgada y parcializada, ubicando responsabilidades en la oposición y obviando la actuación violenta e impositiva de las fuerzas del gobierno.

Por todos los actos de violencia y por la desnaturalización de las instituciones de seguridad y militares, responsabilizamos al inconstitucional presidente de la República Daniel Ortega, así como a los ilegales y usurpadores magistrados del Consejo Supremo Electoral.

Reconocemos el valor y la entereza con que parte de la ciudadanía acudió a las urnas a depositar su voto, en la esperanza de que éste sería respetado. Igualmente admiramos el valor de aquellos que decidieron no participar o anularon su voto, en señal de protesta por la falta de los requisitos básicos necesarios para tener unas elecciones transparentes y apegadas a la legalidad. Todas estas personas evidenciaron la falsa mayoría de que se jacta el orteguismo y el rechazo de la población al proyecto autocrático de Ortega. Esta es la Fuerza Política de la Resistencia Ciudadana contra la Dictadura.

Superado el dilema de votar o no votar en estas elecciones, los sectores democráticos tienen ante si retos formidables. El primero, es la elección de magistrados del Consejo Supremo Electoral y la reforma profunda que requiere el sistema electoral. No basta con cambiar unos cuantos magistrados y llenar la cuota que Daniel Ortega considere conveniente otorgar, con el fin de “aprovechar” los espacios que el cede el régimen como una concesión graciosa. Se trata de elegir en ese poder del estado a personas idóneas, profesionales y morales, de conformidad con lo establecido en la Constitución. Y se debe, así mismo, reformar el marco legal, reduciendo la discrecionalidad y haciéndolo más democrático. La reforma integral del sistema electoral y el rescate de su credibilidad debe ser el primer compromiso que asuman los partidos y movimientos políticos democráticos.

El segundo reto es lograr la unidad de las fuerzas democráticas, sin caudillismos ni hegemonías, sobre la base de un programa de restauración de las instituciones republicanas, auténtica libertad de mercado y solidaridad con los más pobres. Esa unidad debe empezar a construirse desde ya, no sólo desde los principios y valores compartidos, sino y de manera principal, a partir de la acción.

La renovación de liderazgos y la recomposición de todo el sistema político, solo puede darse a través del restablecimiento de los vínculos de la política con la ética, en el marco de una política de la verdad y sin exclusiones, sin pactos de cúpulas y a espaldas del pueblo de Nicaragua.

Llamamos a toda la ciudadanía, a las fuerzas democráticas, a que rescatemos la república, a que asumamos nuestra condición de sujetos plenos de derechos con capacidad de decidir el sistema político, económico y social que queremos para esta generación y para las siguientes.

Convoquémonos para la completa movilización nacional que ponga freno a esta minoría de usurpadores y podamos finalmente hacer de Nicaragua, una patria para todos.

En Managua, a los siete días del mes de noviembre de 2012.

Coalición Cívica 
¡Queremos elecciones libres!
¡Basta ya de abuso e impunidad!
¡Basta ya de represión!

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