El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 29 de noviembre de 2012

100 años de Mariano Rodríguez


Roberto Fernández Retamar

¡Dios mío, Mariano, tan juvenil, ha cumplido cien años! Y qué bien llega a su siglo. No se concibe la pintura cubana sin su obra esencial;  ni se concibe sin él la Casa de las Américas, de la que fue uno de los forjadores. A partir de 1962 encabezó su dirección de artes plásticas, fue luego vicepresidente primero, y, tras la desaparición de su fundadora, la inolvidable Haydee Santamaría, llegó a presidir la institución, hasta que, enfermo, se retiró en 1986. Haydee, quien tanto lo admiró y quiso, solía decir que la labor de Mariano en la Casa era parte de su  creación artística. Nada más lejos  de esa creación que el laberinto burocrático que ambos desdeñaron y  desdeñamos cuantos hemos participado de la aventura que es la Casa. Cuando ingresó en ella, Mariano tenía  amplia experiencia en faenas políticas juveniles y en empresas culturales como las de las revistas Espuela de Plata y Orígenes, junto a su fraterno José Lezama Lima, quien le dedicó tantas páginas luminosas.  Mariano era ya uno de los más altos representantes de lo que, refiriéndose a la pintura,  desde los años cuarenta del siglo pasado se dio en llamar la Escuela de La Habana. Y puso el prestigio que poseía al servicio de la Casa, atrayendo a ella a numerosísimos artistas plásticos de primer orden, muchas de cuyas obras enriquecen hoy a la institución. Precisamente entre los homenajes que la Casa rinde a su Mariano se encuentra la muestra para la que escribo estas palabras: una muestra por necesidad parcial de los cuadros que, gracias a él, donaron a la Casa dichos artistas, a lo que se han sumado cartas que   envió a lo largo de los fructíferos años en que la Casa tuvo el lujo de contar con Mariano como uno de sus pilares, fotos con sus colegas y varios simpáticos doodles:  no sé cómo  se llaman en español esos afortunados dibujillos que prodigaba en las reuniones del consejo de dirección y compañeros como Chiki Salsamendi y Roberto Navarro han atesorado. El  catálogo de  esta exposición ostenta a su frente una imagen suya de la Casa que nos fue donada por su hijo Alejandro, quien tan celosamente cuida la obra de Mariano. Sin duda él sigue y seguirá con nosotros, los que celebramos sus cien años con  orgullo y gratitud, ahora en esta galería que de manera elocuente perpetúa  su nombre.
 La Habana, noviembre de 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario