El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

miércoles, 25 de abril de 2012

Pardos… y de cualquier color


Onofre Guevara López
Desapareció el campo socialista con su país insignia, la Unión soviética, pero no el socialismo. Las corrientes de izquierda se bifurcaron aún más entre ortodoxas y lanza-críticas al capitalismo con la zurda, tratando de encubrir sus inclinaciones por la derecha.  América Latina es pródiga en gobiernos de este tipo.
Tienen doble moral. Participan en el proceso de unidad continental por la independencia económica –lo cual no agrada a los neocolonialistas de Europa y Estados Unidos, porque ya no son tan libres para sentar su poder donde ponen el ojo—; sin embargo, sus discursos los divorcian de los derechos democráticos, hacen un negocio personal del poder, estimulan el culto a su personalidad mesiánica y truecan reformas sociales por libertades políticas.
Proclaman su autonomía frente a gobiernos euro-norteamericanos, pero reciben sobornos o coimas de sus transnacionales para promover o vetar leyes que les favorecen. Es un fenómeno de múltiples aspectos. Algunos confunden a sus pueblos, los desvían de sus  aspiraciones de progreso social con libertades y derechos, o tratan de habituarlos a situaciones en las cuales deben soportar los poderes combinados del capitalismo neocolonialista con sus propias formas de explotación.
Hacia afuera se pintan de izquierda, pero al interior dan brochazos a la derecha; hablan con tonalidades progresistas, pero gustan de dar notas cristeras o confesionales.  Al contrario del refrán, de largo son gatos rojos, rosados o fucsia, pero de cerca son pardos.  
Un caso concreto. Cuando el lunes 16 de abril oí la noticia de que Kristina Fernández, había expropiado la transnacional Repsol, estaba leyendo lo siguiente en la página 356 de las 494 del libro de kilométrico y certero título “El Mal. El modelo K y la Barrick Gold, amos y servidores en el saqueo de la Argentina”: “En la Guerra de los Glaciares, la Barrick Gold y los Gioja no son los únicos enemigos. Al confrontar con mi antigua amiga, la Presidenta, tuve que padecer las maquinaciones de uno de los políticos más astutos e implacables de la historia política argentina contemporánea: Néstor Carlos Kirchner.”  Su autor, Miguel Bonasso, periodista, novelista y dos veces diputado argentino.
Aclaremos. El Mal –dice Bonasso— no es una categoría metafísica, sino un sistema político, económico y social con amos internacionales y servidores locales.”
La Barrick Gold explota minas de oro bajo distintos nombres en Chile, Zaire, Tanzania, Argentina, Indonesia, Sudáfrica, Perú y Papúa Nueva Guinea; en algunos tiene más de dos minas, y mucha sangre ha hecho derramar.
Esa guerra se libra en defensa de las reservas de agua en la provincia San Juan, en proceso de destrucción por la mina de cielo abierto de la transnacional canadiense Barrick Gold.  Del agua de los ríos y arroyos, la mina gasta 288 millones de litros por mes y la envenena con cianuro, mientras la población de San Luis, la capital provincial, gasta solo 15 mil litros. La Barrick pagó 93 pesos por cada día durante cinco años, igual suma que paga una familia por un mes.
“Los Gioja”, son dos hermanos kirchneristas: uno gobernador de San Juan, el otro senador, y ambos trafican influencias a favor de la Barrick.  
Del oro, la plata y el cobre que sacará en 25 años, se calcula que la Barrick ganará 63 mil millones de dólares, de los cuales no pagará un solo dólar.  Néstor Kirchner, presidente en 2004, decretó la libertad de las minas de negociar en el exterior las divisas obtenidas, sin pasar por el Banco Central.  Siendo ya presidenta, Kristina vetó una ley que defendía el agua de los glaciares, para quedar bien con la Barrick.
Una “casualidad”: entre los dueños de la Barrick están Peter Munk, la familia Bush y funcionarios cómplices y beneficiarios del negocio con la droga del Irán-Contras. ¡Una transnacional con sangre nicaragüense! En este libro –el cual me prestó mi amigo, doctor Salvador Terán H— hay fotos de Kristina almorzando con ellos en Toronto (1910), y dándoles palabras de aliento para sus “inversiones” en Argentina. Lo dicho aquí, quizá sea solo el 0.90% de las tropelías y complicidades con la Barrick, documentadas por Bonasso, un amigo personal de Fidel. Doy ese dato para los fanáticos orteguistas, porque solo les alcanza para ver en todo crítico a un “agente de la derecha”.  
Detrás de la expropiación de la Repsol debe haber oscuros intereses, pues la Barrick sigue campante acabando glaciares, tierra y oro. ¿Por qué la Repsol y no la Barrick Gold? Nadie lo sabe, por ahora, pero Kristina seguirá recibiendo felicitaciones por su decisión “revolucionaria”.

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