Por Jose Luis Forneo
Süddeutsche Zeitung ha publicado un poema de Günter Grass en el cual el Premio Nobel de Literatura opina sobre la participación alemana en el armamento israelí y la posibilidad de un ataque contra Irán.
En el poema, Günter Grass denuncia que mientras el Estado de Israel está armado hasta los dientes, con el apoyo de las potencias occidentales, incluyendo un enorme arsenal nuclear, todos consideren una amenaza a la paz mundial que Irán pueda tenerlo algún día.
¿Por qué guardé silencio, demasiado tiempo sobre lo que es obvio?, se pregunta en el primer verso del poema el autor.
Por supuesto que la campaña automática que suele estallar en casos similares no ha tardado en iniciarse, acusándole, como el propio Grass anticipaba en el poema, de "antisemitismo". Se trata de la habitual manipulación que intenta identificar Sionismo con Judaísmo, a pesar de que los judíos ortodoxos, los que siguen fielmente los preceptos de su religión, consideran que el Sionismo no tiene nada que ver con la religión de los hebreos, y si con grandes intereses económicos.
El mismo periódico que publicó el poema informa que representantes de organizaciones judías y políticos alemanes han reaccionado con una serie de imprecaciones contra el autor.
"Estoy horrorizado" afirmó el presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania. Considera que el poema es un "panfleto de odio" (a pesar de la obviedad de sus denuncias). También la embajada israelí en Berlín rechazó las críticas del Premio Nobel de Literatura a Israel (no solo las rechazó sino que, como siempre, las convirtió en una agresión contra toda una religión y un pueblo, una aberrante y continua forma de esconder sus propios crímenes).
El propio Grass no parece haberse inmutado ante esas críticas:
"El señor Grass ha dicho en su poema, lo que tenía que decir y no se pronunciará más al respecto por problemas de salud", dijo su secretaria personal Hilke Ohsoling.
El poema, traducido del alemán por Germán Leyens, es el siguiente: toda una declaración de culpabilidad del autor por su complicidad y silencio con los crímenes de Israel en Palestina, y por no pedir hasta ahora que la misma Agencia de Seguridad Atómica que tanto se preocupa por posibles futuras armas nucleares en algunos países, se preocupe en controlar el destructivo arsenal nuclear y convencional del país sionista (que no judío), al que han contribuido en gran parte países como Alemania, que parece haber olvidado su complicidad protagonista en genocidios pasados:
¿Por qué guardé silencio, demasiado tiempo sobre lo que es obvio?, se pregunta en el primer verso del poema el autor.
Por supuesto que la campaña automática que suele estallar en casos similares no ha tardado en iniciarse, acusándole, como el propio Grass anticipaba en el poema, de "antisemitismo". Se trata de la habitual manipulación que intenta identificar Sionismo con Judaísmo, a pesar de que los judíos ortodoxos, los que siguen fielmente los preceptos de su religión, consideran que el Sionismo no tiene nada que ver con la religión de los hebreos, y si con grandes intereses económicos.
El mismo periódico que publicó el poema informa que representantes de organizaciones judías y políticos alemanes han reaccionado con una serie de imprecaciones contra el autor.
"Estoy horrorizado" afirmó el presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania. Considera que el poema es un "panfleto de odio" (a pesar de la obviedad de sus denuncias). También la embajada israelí en Berlín rechazó las críticas del Premio Nobel de Literatura a Israel (no solo las rechazó sino que, como siempre, las convirtió en una agresión contra toda una religión y un pueblo, una aberrante y continua forma de esconder sus propios crímenes).
El propio Grass no parece haberse inmutado ante esas críticas:
"El señor Grass ha dicho en su poema, lo que tenía que decir y no se pronunciará más al respecto por problemas de salud", dijo su secretaria personal Hilke Ohsoling.
El poema, traducido del alemán por Germán Leyens, es el siguiente: toda una declaración de culpabilidad del autor por su complicidad y silencio con los crímenes de Israel en Palestina, y por no pedir hasta ahora que la misma Agencia de Seguridad Atómica que tanto se preocupa por posibles futuras armas nucleares en algunos países, se preocupe en controlar el destructivo arsenal nuclear y convencional del país sionista (que no judío), al que han contribuido en gran parte países como Alemania, que parece haber olvidado su complicidad protagonista en genocidios pasados:
"Lo que se debe decir"
Por qué guardé silencio, demasiado tiempo
sobre lo que es obvio y que fue ensayado
en juegos de guerra, a cuyo fin solo seremos
en todo caso notas al pie de página.
El presunto derecho a un ataque preventivo,
que podría destruir al pueblo iraní
oprimido por un bravucón
y guiado hacia el júbilo organizado
porque se supone que en su territorio
se construye una bomba atómica.
¿Pero por qué me prohíbo,
mencionar el nombre de ese otro país,
en el cual hace años -aunque en secreto-
existe un creciente potencial nuclear
pero fuera de control, porque no es sometido
a ninguna inspección?
El silencio generalizado sobre este hecho,
al que se ha subordinado mi silencio,
lo considero una mentira inaguantable
y la presión, que amenaza con castigo,
en cuanto no es acatado;
el veredicto de "antisemitismo" es corriente.
Pero ahora, porque desde mi país,
que por crímenes muy propios,
que no admiten comparación,
es una y otra vez atrapado y debe dar explicaciones,
de nuevo y como si fuera normal, aunque
declarado sin esfuerzo como reparación
se debe entregar otro submarino a Israel
cuya especialidad es enviar ojivas destructoras
a un sitio donde la existencia
de una sola bomba no ha sido probada
donde solo el temor sirve de prueba
digo lo que hay que decir.
¿Pero porqué guardé silencio hasta ahora?
porque pensé que mi origen,
que está marcado por un baldón imborrable,
prohíbe, imputar ese hecho como verdad expresada
al país Israel, al que estoy unido
y quiero seguirlo estando
¿Por eso lo digo solo ahora,
envejecido y con mi última tinta:
la potencia atómica Israel amenaza
la ya frágil paz mundial?
porque hay que decir,
lo que ya mañana podría ser demasiado tarde;
también porque nosotros -como alemanes suficientemente incriminados-
podríamos llegar a proveer un crimen,
que es previsible, por lo cual nuestra culpabilidad
no podría ser borrada
por ninguna de las excusas acostumbradas.
Y confieso: ya no me callo,
porque estoy cansado de la hipocresía de Occidente
además se puede esperar,
que muchos se puedan liberar del silencio,
exigir la renuncia a la violencia a
los promotores del peligro visible
y al mismo tiempo insistir,
en que un control ilimitado y permanente
del potencial atómico israelí
y de las instalaciones atómicas iraníes
por una institución internacional
sea permitido por los gobiernos de ambos países.
Solo así será posible ayudar a israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos, los que
en esa región ocupada por el delirio
viven enemistados estrechamente
y finalmente a nosotros mismos.
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