El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 8 de abril de 2012

Gunter Grass escribe un poema sobre la hipocresía de Occidente con respecto a Israel y su armamento nuclear


Por Jose Luis Forneo
Süddeutsche Zeitung ha publicado un poema de Günter Grass en el cual el Premio Nobel de Literatura opina sobre la participación alemana en el armamento israelí y la posibilidad de un ataque contra Irán.

En el poema, Günter Grass denuncia que mientras el Estado de Israel está armado hasta los dientes, con el apoyo de las potencias occidentales, incluyendo un enorme arsenal nuclear, todos consideren una amenaza a la paz mundial que Irán pueda tenerlo algún día.

¿Por qué guardé silencio, demasiado tiempo sobre lo que es obvio?, se pregunta en el primer verso del poema el autor.

Por supuesto que la campaña automática que suele estallar en casos similares no ha tardado en iniciarse, acusándole, como el propio Grass anticipaba en el poema, de "antisemitismo". Se trata de la habitual manipulación que intenta identificar Sionismo con Judaísmo, a pesar de que los judíos ortodoxos, los que siguen fielmente los preceptos de su religión, consideran que el Sionismo no tiene nada que ver con la religión de los hebreos, y si con grandes intereses económicos.

El mismo periódico que publicó el poema informa que representantes de organizaciones judías y políticos alemanes han reaccionado con una serie de imprecaciones contra el autor.

"Estoy horrorizado" afirmó el presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania. Considera que el poema es un "panfleto de odio" (a pesar de la obviedad de sus denuncias). También la embajada israelí en Berlín rechazó las críticas del Premio Nobel de Literatura a Israel (no solo las rechazó sino que, como siempre, las convirtió en una agresión contra toda una religión y un pueblo, una aberrante y continua forma de esconder sus propios crímenes).

El propio Grass no parece haberse inmutado ante esas críticas:

"El señor Grass ha dicho en su poema, lo que tenía que decir y no se pronunciará más al respecto por problemas de salud", dijo su secretaria personal Hilke Ohsoling.

El poema, traducido del alemán  por Germán Leyens, es el siguiente: toda una declaración de culpabilidad del autor por su complicidad y silencio con los crímenes de Israel en Palestina, y por no pedir hasta ahora que la misma Agencia de Seguridad Atómica que tanto se preocupa por posibles futuras armas nucleares en algunos países, se preocupe en controlar el destructivo arsenal nuclear y convencional del país sionista (que no judío), al que han contribuido en gran parte países como Alemania, que parece haber olvidado su complicidad protagonista en genocidios pasados:
  "Lo que se debe decir"

Por qué guardé silencio, demasiado tiempo 

sobre lo que es obvio y que fue ensayado 
en juegos de guerra, a cuyo fin solo seremos 
en todo caso notas al pie de página.

El presunto derecho a un ataque preventivo, 
que podría destruir al pueblo iraní 
oprimido por un bravucón 
y guiado hacia el júbilo organizado 
porque se supone que en su territorio 
se construye una bomba atómica.

¿Pero por qué me prohíbo, 
mencionar el nombre de ese otro país, 
en el cual hace años -aunque en secreto- 
existe un creciente potencial nuclear 
pero fuera de control, porque no es sometido 
a ninguna inspección?

El silencio generalizado sobre este hecho, 
al que se ha subordinado mi silencio, 
lo considero una mentira inaguantable 
y la presión, que amenaza con castigo, 
en cuanto no es acatado; 
el veredicto de "antisemitismo" es corriente.

Pero ahora, porque desde mi país, 
que por crímenes muy propios, 
que no admiten comparación, 
es una y otra vez atrapado y debe dar explicaciones, 
de nuevo y como si fuera normal, aunque 
declarado sin esfuerzo como reparación 
se debe entregar otro submarino a Israel 
cuya especialidad es enviar ojivas destructoras 
a un sitio donde la existencia 
de una sola bomba no ha sido probada 
donde solo el temor sirve de prueba 
digo lo que hay que decir.

¿Pero porqué guardé silencio hasta ahora? 
porque pensé que mi origen, 
que está marcado por un baldón imborrable, 
prohíbe, imputar ese hecho como verdad expresada 
al país Israel, al que estoy unido 
y quiero seguirlo estando

¿Por eso lo digo solo ahora, 
envejecido y con mi última tinta: 
la potencia atómica Israel amenaza 
la ya frágil paz mundial? 
porque hay que decir, 
lo que ya mañana podría ser demasiado tarde; 
también porque nosotros -como alemanes suficientemente incriminados- 
podríamos llegar a proveer un crimen, 
que es previsible, por lo cual nuestra culpabilidad 
no podría ser borrada 
por ninguna de las excusas acostumbradas.

Y confieso: ya no me callo, 
porque estoy cansado de la hipocresía de Occidente 
además se puede esperar, 
que muchos se puedan liberar del silencio, 
exigir la renuncia a la violencia a 
los promotores del peligro visible 
y al mismo tiempo insistir, 
en que un control ilimitado y permanente 
del potencial atómico israelí 
y de las instalaciones atómicas iraníes 
por una institución internacional 
sea permitido por los gobiernos de ambos países.

Solo así será posible ayudar a israelíes y palestinos, 
más aún, a todos los seres humanos, los que
en esa región ocupada por el delirio
viven enemistados estrechamente 
y finalmente a nosotros mismos.

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