Las señales que se observan en un niño con autismo y que pueden ayudar a los padres a detectarlo
son:
·
Superados los 12
meses, los niños con autismo no suelen balbucear.
·
Tampoco suelen
reconocer su nombre, ni responder cuando se le llama.
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Superados los 12
meses, los niños con autismo no suelen balbucear.
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Ni hacer gestos como saludar con la mano.
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Ni señalar para pedir
alguna cosa o mostrar objetos.
·
No reconocen su
nombre, ni responden cuando se les llama.
·
Sobre los 18 meses no
suelen llegar a decir palabras sencillas, actúan a veces como una persona sorda
y tienen alta tolerancia al dolor.
·
Hacia los 24 meses no
dicen frases de dos o más palabras que sean espontáneas.
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Tienen dificultades para mantener el contacto
ocular cuando se le habla y no siguen objetos con la mirada.
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Suelen tener apego a
rutinas y pueden coger rabietas si no se las dejar mantener, además de mostrar
alta sensibilidad para determinados sonidos.
·
También puede tener lo
que se llama ecolalia -repetir la última palabra- o hiperactividad.
·
El AUTISMO es un trastorno que se caracteriza por la
falta de relaciones sociales, carencia de habilidades para la comunicación y audición,
rituales compulsivos persistentes y resistencia al cambio.
Este
síndrome no se relaciona a una enfermedad, sino a un trastorno caracterizado
por un desorden en el desarrollo de las funciones del cerebro, es más frecuente
en los niños de sexo masculino.
PERFIL
DE UN NIÑO AUTISTA
El niño autista tiene una mirada que no mira, pero que
traspasa. En el lactante, se suele observar un balbuceo monótono del sonido, un
balbuceo tardío y una falta de contacto con su entorno,
así como un lenguaje gestual. En sus primeras interacciones con los demás, lo
primero que se detecta es que no sigue a la madre en sus intentos de
comunicación y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué
sirve.
En la etapa
preescolar, el niño empieza a
parecer extraño porque no habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a
los demás. No establece contacto con los demás de ninguna forma. Estos niños
autistas pueden presentar conductas
agresivas, incluso para sí mismos.
Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades
de poco alcance de manera repetitiva como dar vueltas o llevar a cabo
movimientos rítmicos con su cuerpo (aletear con sus brazos). Los autistas con
un alto nivel funcional pueden repetir los anuncios comerciales de la
televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a dormir.
En la adolescencia, se dice que 1/3 de los autistas suelen sufrir ataques
epilépticos, lo cual hace pensar en
una causa de origen nervioso.
Resumen de los síntomas
que indican que el niño es autista
·
Acentuada falta de
reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
·
Ausencia de búsqueda de
consuelo en momentos de aflicción.
·
Ausencia de capacidad
de imitación.
·
Ausencia de juego social.
·
Ausencia de vías de
comunicación adecuadas.
·
Marcada anormalidad en
la comunicación
no verbal.
·
Ausencia de actividad
imaginativa, como jugar a ser adulto.
·
Marcada anomalía en la
emisión del lenguaje con afectación.
·
Anomalía en la forma y
contenido del lenguaje. - Movimientos corporales estereotipados.
·
Preocupación persistente
por parte de objetos.
·
Intensa aflicción por
cambios en aspectos insignificantes del entorno.
·
Insistencia irracional
en seguir rutinas con todos sus detalles.
·
Limitación marcada de
intereses, con concentración en un interés particular.
¿Existe tratamiento?
La educación
especial es el tratamiento
fundamental y puede darse en la escuela específica o bien en dedicación muy individualizada.
Se puede recurrir a la psicoterapia, aunque los resultados son escasos debido a
que el déficit cognitivo y del lenguaje dificultan la terapéutica. El apoyo familiar es de
gran utilidad. Los padres deben saber que la alteración autista no es un
trastorno afectivo relacionado con la crianza. Es recomendable buscar y
mantener contactos con asociaciones para padres de niños autistas. Hay
considerar también el tratamiento farmacológico, que deberá estar indicado por
un médico especialista.
¿Se puede curar el autismo?
El autismo no tiene
curación. Es un síndrome que
definió en 1943 un psiquiatra de origen austriaco llamado Leo Kanner. Hoy en
día, 50 años después, aún no se conocen las causas que originan esa grave
dificultad para relacionarse.
¿Qué pueden hacer los padres?
Los
padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al pediatra
para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien puede
diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas
educacionales apropiadas. El autismo es una trastorno y los niños autistas pueden
tener una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el tratamiento
adecuado, pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas.
Los
padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas
destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes, de manera que se sientan bien
consigo mismos.
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