El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 28 de abril de 2012

La Corrupción: Unas observaciones y un poco de historia


Hugo J. Vélez Astacio
hugoveleza@yahoo.com
Viernes 27 abril 2012
En estos tiempos, hablar sobre “La Corrupción” es pensar en un mal sombrío como el cáncer, que hoy se destaca permanecer como enfermedad típica de dictadores y caudillos. Y al referirnos sobre la corrupción que ha imperado en Nicaragua, es traer a la mente de manera simultánea, que la corrupción, es uno de los factores básicos y elementales utilizados por los abusadores detentadores del poder, pero principalmente por los titulares del ejecutivo ya que se han destacado en fomentarlo como un sistema de la administración pública, para ser un modo y una oportunidad amoral para enriquecerse y paralelamente ir acaparando más poder que de por si conlleva el “oro”, el mismo oro al que cantó Rubén, “calificado de vil por los hambrientos”.
Esa corrupción muy dañina implantada como sistema silencioso, que tantas utilidades fáciles les ha proporcionado a muchos funcionarios, como mansiones a las orillas de los mares con piscina de agua dulce, y sitios de plataformas de helipuertos para sus helicópteros mal habidos, entre otros, sin importarles sus consecuencias y desgracias no solo en el orden económico, sino también en sus diferentes aspectos relacionados con la conducta y la moralidad de sus comportamientos públicos.
La satisfacción del ego de los dictadores va apareada al mantenimiento de la corrupción como un sistema.
Nuestra historia para desgracia de un pasado funesto, nos lo recuerda con los “inverosímiles” y las acciones desmedidas de enriquecimiento ilícito con que se mantuvo la dilatada dinastía de los Somoza, que por 43 años los nicaragüenses se vieron precisados a soportar.
Con vergüenza y pesando como una loza para los nicaragüenses; para esos nicaragüense destacados en su querer “salir adelante con el sudor de su frente”, de todos esos muchos que expresan “ser pobres pero honrados”, Nicaragua, según las notas periodísticas, ha sido vista a nivel mundial como un país “emblemático” en cuanto al tema de la corrupción, por la forma en que se ha constituido como una red desde el poder digna de todo un caso para su estudio, desde tiempos del doctor Alemán.
Que para desgracia, en gran manera ha dejado su cola como zorro matrero, chorreando sangre producto del funesto pacto celebrado el año de 1999 entre Arnoldo Alemán y Daniel Ortega. Todo a fines, por un lado de posibilitarle la asunción y acaparamiento del poder al hoy Espurio Presidente, y por el otro, estableciéndole arbitrariamente la impunidad con ausencia sistemática de una verdadera justicia, al delincuente que un día con sorna afirmó que solo se trataban de “unas simples raterías”.
La historia ha venido confirmando que lo anterior ha sido a base de ir minando en consecuencia las bases del sistema democrático en formación, que a partir de la victoria electoral de doña Violeta
Vda. de Chamorro en 1990 daba inicio después de una larga noche oscura, en búsqueda igualmente que
como país dejara de ser “dependiente”, sembrando como Gobierno de Transición, al dejar atrás la
cultura de la guerra y liberándose de ser peón de la política ideológica impuesta por fuerzas de las
potencias mundiales, cultivar la semilla de una actitud de prosperidad indispensable, para seguir hacia
adelante, no importando ser “paso a paso”, pero claros de una realidad, dentro del gozo de su libertad
precaria por la herencia de una economía nacional que había llegado al fondo del barril.
Pero decíamos anteriormente, que una desgracia como cola de zorro matrero chorreando sangre
nos ensombrecía el futuro por el Pacto funesto de Alemán/Ortega, y como lúgubre producto dentro de
un plan tenebroso y maquiavélico, los mismos no se hicieron esperar. Abusando y manipulando los
instrumentos bondadosos que conlleva el sistema de la Democracia a todos los que viven y actúan bajo
su gobierno, permitiendo hoy tener bajo el régimen del Espurio Presidente, la sombría situación de un
sistema de corrupción que corroe todo el sistema democrático en los distintos poderes del Estado, que
hace que funcionen sin autonomía, de manera ilegales al actuar de facto sus funcionarios, sin respeto a
las leyes violentando el estado de derecho, y ausentes de aplicar verdadera justicia, porque dentro del
sistema judicial las sentencias se rigen bajo la orientación, voluntad e intereses de lo emanado por la
cúpula que rodea al inconstitucional presidente Ortega y su señora esposa.
¡Irónico! ¡Vaya ironía! Se afirma por el régimen que Nicaragua es el país más seguro de
Centroamérica, pero la delincuencia prevalece y los “ostentosos nuevos ricos se destacan” por la
fortuna de ser funcionarios públicos Orteguistas, solidarios y socialistas. Se afirma por el régimen, que
el país avanza y los pobres son felices bailando al Son de la chicha rosada, aunque la calidad de la
educación está por el suelo, y hoy bajo la administración de este régimen se destinan cada vez menos
recursos para la educación, menospreciando el paupérrimo y miserable salario a los maestros, mientras
al Espurio Presidente, cuando por el contrario su preocupación exclusiva, es el salario de sus
partidarios Ministros y funcionarios mediocres.
El fenómeno de la corrupción mediante el tráfico de influencias no solo conlleva a actos ilícitos,
sino que vulnera los principios democráticos, y atenta contra la conducta y la moralidad de los
ciudadanos, al tergiversar los intereses privados y mezquinos por encima del bien común. A nivel
internacional, es unánime reconocer que la corrupción se sustenta en la falta de transparencia. ¿Cumple
con transparencia sus responsabilidades de administración pública este régimen donde sus funcionarios
actúan de facto, porque la calle esta dura?
Durante los últimos años bajo este régimen, actos de corrupción como negocios inverosímiles,
confiscaciones amañadas para pagar servicios sucios y oscuros, sustracciones de bienes públicos, robos
y desfalcos, se han cometidos en las distintas instituciones del Estado, ampliamente conocidos en
detalle gracias al servicio investigativo, de los distintos medios de comunicación, y graves y nefastos
fraudes electorales, que son delitos graves, se han cometido, sin embargo. No hay un preso o detenido
por corrupción.
¡Vaya situación! Vivimos en un régimen de facto, en que el presidente es inconstitucional, y
donde los funcionarios públicos de la mayoría de los poderes del Estado, son de facto y también se
quieren reelegir, como ya fraudulentamente lo hizo el que hoy ostenta el cargo de titular del ejecutivo.
¡Vaya situación! Solo faltaría que al unísono gritaran: ¡Viva la corrupción!

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