Vuelve la mula al trigo…

"Un violador de la Constitución y las leyes, usurpador del poder, en cuyo régimen campea la impunidad y la corrupción, que desciudadaniza a los connacionales y otorga cédulas a los narcotraficantes, pretende acusar a las organizaciones y ciudadanos por defender sus derechos a la libre expresión, organización y movilización".


Sofía Montenegro 

Preparación combativa

Yo no sé ustedes, pero  a mi me late que la recién aprobada ley de Unidad de Análisis Financiero(UAF) que aseguran es para seguirle la pista al lavado de dinero, es parte de la “preparación combativa” que está haciendo el orteguismo para proteger por un lado su propia lavandería y por el otro, para disponer de un instrumento de persecución política contra quien se oponga a sus desmanes. Tomando en cuenta que una investigación del Ministerio Público puede terminar en juicio amañado y condenatorio, cualquier persona está sujeta a  la aplicación de la muerte civil, la confiscación de su dinero y de todos sus bienes y dar con sus huesos en la cárcel. Pero además, por este procedimiento, la ínclita pareja que gobierna Nicaragua podría incrementar su primitiva acumulación de capital y “resarcirse” por las pérdidas financieras y el incordio que le provoca la suspensión de los waivers. Parece que la motivación para aprobar la durmiente UAF fue el fracasado intento en el 2008 de fabricar un caso penal de “lavado de dinero, triangulación y fraude” con el allanamiento de CINCO y el Movimiento Autónomo de Mujeres que los dejó exhibidos nacional e internacionalmente en su arbitrariedad e ilegalidad. Ahora van a tratar de cometer los mismos abusos pero de manera “legal”, puesto que Ortega mandó a publicar la ley según la cual ¡todos los ciudadanos somos sospechosos de actividades ilícitas y nadie es inocente hasta que demuestre lo contrario!

Rehenes

Es que en su afán de imponer su permanencia en el poder Ortega no ha escatimado pacto, triquiñuela, corrupción, robo o fraude electoral contra la voluntad popular y  tampoco le ha importado la pérdida de la cooperación internacional. De su lado, las instituciones que van a aplicar la UAF han permanecido en estado vegetativo a la hora de controlar el lavado de dinero que Ortega hace en el sistema financiero  con los grandes fondos venezolanos que maneja a su gusto y antojo. Ahora que Estados Unidos no le va a “dispensar” tanta falta de transparencia financiera y política, puesto que ha hecho caso omiso de las recomendaciones de la OEA, la UE y el Departamento de Estado, sobre los procesos electorales, Ortega reacciona como reina ofendida y amenaza con expulsar a la USAID del país e impedir cualquier tipo de ayuda destinada a las organizaciones civiles. En otras palabras, que está amenazando con tomar venganza en la ciudadanía en su creciente confrontación con los Estados Unidos, pues en su perversa lógica de asaltante, sólo somos rehenes para una eventual negociación con el “enemigo”.  Habrá que ver si con semejante estrategia plagada de amenazas e insultos, Ortega es capaz de conseguir el segundo waiver de la propiedad y que se mantengan los desembolsos previstos de parte de los bancos internacionales y la inversión extranjera.

Estados Unidos, “aislado”

La soberbia bananera de Ortega me recuerda la arrogancia de los británicos expresada en el cuento aquel de un periódico de Londres que tituló su información sobre el estado del tiempo en la isla así: “Fog in Channel, continent isolated” (Niebla en el Canal, el continente está aislado). Según el discurso de Ortega, la niebla de los waivers en Nicaragua, dejará aislado a Estados Unidos, cuando son los más de 600 mil nicas que viven allá los que contribuyen a la economía nacional con el envío de 900 millones de dólares al año en remesas, para no hablar de que ese país es el principal socio comercial de Nicaragua. Ya antes Ortega había “aislado” exitosamente al continente europeo y su ayuda, particularmente la nórdica y la alemana. Con la incertidumbre sobre el futuro de los petrodólares venezolanos y de la propia existencia de Chávez, la pérdida de los waivers y de la cooperación norteamericana, uno sólo puede suponer que el inefable gobernante ante la falta de dinero fresco se verá tentado a imponer el famoso corralito argentino para restringir la libre disposición de dinero en los bancos, controlar las remesas o ejecutar alguna variante de confiscación. Aah, pero eso sí, ¡habrá logrado la proeza de aislar a Estados Unidos y ganado la medalla de oro “Hugo Chávez”!

El abusador como víctima

El discurso acusador de Ortega contra la sociedad civil es típica de todos los regímenes dictatoriales que señalados y desprestigiados por sus propios abusos invocan la “teoría de la conspiración” para evadir su responsabilidad en los descalabros que provocan. Él, que le ha vendido la patria a Chávez y se ha hecho multimillonario con el dinero malversado al pueblo venezolano; que ha endeudado inmisericordemente al país, explotado demagógicamente la pobreza, confiscado propiedades, robado elecciones, perseguido a sus adversarios, aporreado manifestantes,  desmantelado las instituciones, escupido en el ejemplo de Sandino y aupado a cuanto régimen sanguinario ha existido o existe, como la Libia de Khadafy y el genocida de Siria, viene a decir que su régimen es víctima de unas ONGs que en su mayoría han funcionado como Sor Teresa de Calcuta para ayudar a sobrevivir a los náufragos de las políticas neoliberales. Capitalismo salvaje del cual  Ortega ha sido aventajado alumno y además, se ufana de ello: “Nicaragua ha recibido una muy buena calificación de todos estos organismos (el FMI, el BM, el BID)”. Un violador de la Constitución y las leyes, usurpador del poder, en cuyo régimen campea la impunidad y la corrupción, que desciudadaniza a los connacionales y otorga cédulas a los narcotraficantes, pretende acusar a las organizaciones y ciudadanos por defender sus derechos a la libre expresión, organización y movilización. Ha sido insistente en criminalizar los derechos políticos, pero jamás se le ha escuchado denunciar al crimen organizado ni a los grandes capos del narcotráfico. No son los ciudadanos que resisten la dictadura quienes desestabilizan el país, sino el mismísimo Ortega.  La escalada de represión contra las asociaciones civiles y el incremento de la hostilidad hacia Estados Unidos, es parte de un viejo guión para evadir su absoluta responsabilidad en el  nuevo desastre nacional. Como quien dice,  “vuelve la mula al trigo…”