El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 2 de junio de 2012

“LOS ENTERRADOS SERAN ELLOS”


Ese fue el grito que dio Xavier Chamorro Cardenal ante el cadáver acribillado de su hermano Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en la morgue del hospital Manolo Morales. Y fueron enterrados por la ira del pueblo nicaragüense expresada en una revolución a la larga fallida.
Pedro Joaquín Chamorro C es un prócer, es un mártir, es el símbolo de la lucha contra la dictadura somocista. Pedro Joaquín es inmortal e intocable. Es el orgullo de los luchadores de la democracia y en particular, de la libre expresión de los pueblos.
Su asesinato atroz fue el detonante que provocó la erupción devastadora que arrasó con la estirpe sangrienta que avasallaba a todo un pueblo y fue la razón por la que subió al poder el actual dictador del siglo XXI. Lo tenía muy consciente el gobierno de los nueve, pero no por eso era de su agrado. Pedro Joaquín era demócrata y para los tiranos la democracia es como el agua bendita para los demonios. No se atrevían a manosear la memoria del prócer porque fue su sacrificio el que los llevó a la victoria y al poder.
Pero el tiempo, más el poder acumulado, más los malos consejos, llenó de valor al dictador que hoy nos avasalla y pensó que había llegado la hora de borrar de la mente de los nicaragüenses el recuerdo del inclaudicable opositor que tuvo la entereza moral y la valentía suficiente para decir siempre no a los cantos de sirenas por los cuales se estrellan los líderes vanidosos.
El destino de Nicaragua es vivir la pesadilla del pueblo cubano. El dictador nicaragüense quiere ser el depositario del terror y de la miseria que provocó la larga dictadura de su mentor en Cuba. Tiene el poder, no tiene oposición y los treinta y tres años que median entre el triunfo de 1979 y la dictadura de 2012, está empezando a dar el fruto del olvido. Los nuevos nicaragüenses, los de 35 años  para abajo, el recuerdo de Pedro Joaquín ya se perdió en las brumas del tiempo. Sus valores ciudadanos y su espíritu patriota están sepultados por la perversa corrupción que nació el 19 de Julio de 1979.
Ahora las condiciones están dadas para empezar a arrasar con todo vestigio de democracia y están comenzando con el más demócrata de los demócratas de Nicaragua. El parque que lleva su nombre y que es famoso no por su tamaño, sino por su significado, va a ser borrado de la ciudad de Managua. Las órdenes están dadas y pronto se llamara, parque el Alba, para honrar a la antítesis de nuestro héroe y mártir, el oscuro Hugo Chávez Frías, a quien su amigo Daniel le está anticipando su destino final.
¿Acaso se puede derribar una estatua de George Washington en Estados Unidos, o destruir un monumento a Benito Juárez en México, o quitar el nombre de Miguel Asturias de una biblioteca en Guatemala y el de Francisco Morazán de una academia militar en Honduras? ¿Entonces por qué se puede quitar el nombre de Pedro J Chamorro C en Nicaragua?
Los enterrados serán ellos, dice un pueblo lleno de ira y de incertidumbre. Y serán enterrados.

Jorge J Cuadra V

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