Viejo roble
De soberana
presencia,
Argonauta de
noble
Estirpe, tu
esencia.
Árbol de
sabiduría
En la autopista
de la vida,
Hoja azotada
noche y día,
Eres la alameda
que no se olvida.
Raudo el tiempo
se posa
Al este y oeste
de tu ser,
Catacumba de días
sin anochecer,
Norte y sur de
una mariposa.
Largo es el
camino recorrido,
Parábola de
certeza in situ,
Tu leit motiv,
el paraíso perdido,
Ritmo y
armonía, hay virtud.
En la soberana
pasarela del tiempo,
Ondea una
mirada de esperanza,
Un etcétera que
abraza el viento,
Para cultivar
la confianza.
Padre, tus
manos y tu andar
Se anidan en la
piel del futuro,
Haciendo mi
paso seguro
En el naufragio
de mi pensar.
Padre, ojos
cansados
De tanto ver la
vida,
La nostalgia en
tus ojos se anida,
Haces el futuro
con tus días pasados.
Padre, un
aplauso del corazón
Para ti.
Emilio Pérez A.
Masatepe, 2012.
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