El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 5 de marzo de 2011

Ecologismo feminista?

Joan Martínez Alier

Los ANTROPÓLOGOS Enrique Mayer y César Fonseca narran que, en la comunidad peruana de Tapuc, un grupo de mujeres sostenía intransigentemente que los eucaliptos trasplantados en las parcelas del manay debían ser retirados de inmediato. Manay es la zona agrícola de barbecho sectorial destinada al cultivo de tubérculos "por turnos" y con varios años de descanso.

Las mujeres insistían en que habían heredado dichas parcelas de sus abuelos para abastecerse de tubérculos, y que no iban a alimentar a sus hijos con las hojas del eucalipto. Además, donde crece el eucalipto, "el suelo se empobrece y no sirve ni para sembrar cebollas".

Sin negar la contribución del eucalipto a la economía andina desde el siglo XIX, me pregunto si estas mujeres tenían más razón que los ingenieros forestales que promovían la plantación de la especie.

Cuando los recursos naturales se degradan y son amenazados por la expansión del mercado o por el control estatal, es frecuente hallar grupos de mujeres en la vanguardia de ese "ecologismo de los pobres".

Podríamos recorrer el mundo de sur a norte y de oriente a occidente haciendo un inventario de conflictos que revelan una determinante presencia femenina.

En la costa de la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, por ejemplo, es evidente la participación de líderes espontáneas, madres y abuelas, en la disputa actual entre la comunidad y los camaroneros.

La población pobre y negra que vive de los recursos del manglar se ha organizado -a instancias de las mujeres- para defender el recurso arrasado por las industrias de cría
de camarón.

La participación femenina en conflictos sociales de contenido ecológico es, a veces, superior a la registrada en luchas sindicales.

En los Estados U nidos se destacan como pioneras del ecologismo actual Lois Gibbs, quien participó en el conflicto de los años setenta contra residuos tóxicos en Love
Canal, y Rachel Carson, la autora, en 1962, de La primavera silenciosa) una denuncia sincera y bien informada sobre los pesticidas agrícolas.

En el panorama mundial es también conocida la lucha que, desde 1973, desarrollaron grupos de campesinos de los Himalayas contra empresas forestales que querían privados del acceso a los bosques. A eso se llamó el movimiento Chipko, palabra que significa "abrazarse", pues la táctica de lucha fue una resistencia pasiva, en la cual las mujeres, los niños y los hombres se abrazaban a los árboles que iban a ser derribados.

Ha existido en la India un debate (entre Ramachandra Guha y Vandana Shiva) acerca del contenido feminista de esa lucha. Según Guha, se trata de un conflicto con antiguas
raíces, que datan de los enfrentamientos de las comunidades rurales con la administración colonial inglesa que estatizó los bosques. No se trata de un nuevo movimiento social
ecofeminista, sino de un movimiento campesino de contenido ecologista y feminista, en el sentido de que las mujeres están muy presentes. Shiva, en su conocido libro Staying Alive, postuló una empatía especial de las mujeres por la naturaleza, un ecofeminismo esencialista.

¿Por qué tan fuerte presencia femenina?

No es el ecologismo de quienes, teniendo de todo, se preocupan por las plantas y animales en peligro de extinción. Se trata del ecologismo de quienes dependen
directamente de los recursos naturales para vivir, y cuya ' "disposición a pagar" por bienes ambientales es escasa, porque son pobres.

El papel de las mujeres en este movimiento es importante por varias razones analizadas, entre otros, por Bina Agarwal:

"Las mujeres se preocupan por el aprovisionamiento material y energético, no porque les guste particularmente esa tarea ni por predisposición genética, sino por un papel social que así lo determina. Si no hay combustible para cocinar, las mujeres deben buscar la
solución.

"Las mujeres poseen -en algunas culturas más que en otras- una parte más pequeña de la propiedad privada. Dependen más, por tanto, de los recursos de propiedad y de
gestión comunitaria, y suelen defenderlos.

"Las mujeres tienen con frecuencia un conocimiento particular en la agricultura y en la medicina popular, que queda devaluado con la irrupción del mercado o, a veces, del Estado".

Pero la relación entre mujeres y medio ambiente plantea muchas otras cuestiones más. Cito ahora por lo menos dos: la contabilidad del trabajo doméstico no remunerado y el crecimiento poblacional. Estos y otros temas deberían discutirse con profundidad si apostamos por un debate vigoroso de fin de siglo.

Nota: "La América que queremos" es una nueva sección sabatina de EL CORREO. Los ensayos "en defensa de la vida" -de autores de primera línea- son tomados del libro con igual título, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1998, en el contexto del Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario