A las cinco y media de la madrugada de este jueves el poeta Ernesto Cardenal recibió una “agradable noticia”: desde el Palacio Real de España le informaban que había sido galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más importante, en su género, de los que se entregan en lengua española. El jurado dijo que otorgaban el premio a un “poeta comprometido”, una afirmación con la que Cardenal está de acuerdo: “Mi poesía tiene un compromiso social y político, mejor dicho, revolucionario”, dice el poeta en entrevista con Confidencial. “He sido poeta, sacerdote y revolucionario”, afirma. “He utilizado la poesía para llevar mi mensaje social, revolucionario”.
Ernesto Cardenal (Granada, 1925) asegura que alguien le dijo que por ese compromiso social se le había negado antes el galardón que hoy recibe. “Yo no sabía que por eso me habían excluido”, dice, “pero es comprensible”. “Yo nunca había recibido premios, hasta ahora. Antes me dieron el Pablo Neruda, y dije al recibirlo que hasta entonces me había jactado de ser el poeta menos premiado de la lengua castellana”, explica. “Ahora ya no puedo seguir jactándome como antes”, bromea Cardenal en la oficina que tiene en la Casa de los Tres Mundos, de Managua, un cuarto sin ventanas, sin lujos, apenas adornado con unas esculturas de Cardenal (tres garzas blancas, un punco de madera, una ave acuática del Río San Juan, explica el poeta, y un cristo dorado pegado a la pared, a un lado del escritorio en el que no hay máquina de escribir, ni computadora. Sólo papeles y la edición de hoy de La Prensa).
Cardenal se enorgullece de su vida como poeta, como sacerdote trapense. Dice que “nació poeta”, porque desde los seis años hace poesía. “Antes de poder escribir decía poemas, me los aprendía de memoria”, relata. “Más tarde me hice religioso”, cuenta Cardenal, quien se internó en un convento trapense. “Después tuve mi vocación revolucionaria”, en los setenta, explica, cuando visitó por primera vez Cuba. Desde entonces “he sido poeta, sacerdote y revolucionario”, afirma.
Aunque Cardenal afirma que no ha sido un político, su figura sí ha estado estrechamente ligada a la política. En la década del ochenta formó parte de la vanguardia revolucionaria que tomó el poder tras haber sido derrocada la dinastía somocista. Es histórica la imagen del Papa Juan Pablo II amonestándolo en el aeropuerto de Managua, Cardenal de rodillas, cuando el pontífice visitó el país en 1983. La amonestación fue por formar parte del Gobierno sandinista. También son famosos los desacuerdos que mantuvo con algunos personajes ligados al Gobierno revolucionario, cuando Cardenal estaba a cargo del Ministerio de Cultura, puesto que mantuvo hasta 1987.
Ahora Cardenal está alejado del FSLN. De hecho, el Gobierno de Daniel Ortega inició una persecución en su contra desde que retomó el poder, que fue denunciada por el mismo poeta. A inicios de septiembre de 2008 la justicia ordenó congelar las cuentas de Cardenal, tras negarse éste de pagar una multa de 20 mil córdobas impuesta por el juez David Rojas, por supuestas injurias de Cardenal contra un empresario alemán, en la disputa que mantienen por unos terrenos en Solentiname, la comunidad de pintores, artesanos y pescadores que Cardenal fundó siguiendo una utopía.
Hoy el poeta no espera ninguna reacción del Gobierno de Ortega a la noticia del Premio Reina Sofía. “Es posible que el Gobierno no diga nada, porque es enemigo mío, o yo soy enemigo del Gobierno. No estoy esperando que digan nada, que no les guste y que lo callen”, dice el poeta.
Cardenal asegura que quienes se deben sentir representados con este premio es la cultura en general de Nicaragua, los poetas de este país de poetas, que, dice, vienen todos de una misma fuente. “Soy producto de la poesía nicaragüense, de varias generaciones desde Darío, somos una sola sucesión de poetas, hijos de Darío”, afirma.
El poeta dice que desde que se comenzó a regar la noticia del premio no ha parado de recibir llamadas, primero de su editor en España, luego de periodistas de medios extranjeros, corresponsales asentados en Nicaragua y reporteros nicaragüenses. La mañana de este jueves, muy temprano, el escritor Sergio Ramírez y su esposa llegaron a su casa a felicitarlo. “Este premio es algo completamente inesperado”, dice, “es una sorpresa muy agradable, estoy muy contento”, afirma, desde su pequeño despacho, el poeta revolucionario.
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“Me leen más en el extranjero”
El poeta Ernesto Cardenal asegura que su obra es más leída en el extranjero, principalmente en Alemania.
Cardenal dice que sí es leído en Nicaragua, pero que su obra es más seguida fuera de estas fronteras. Sus libros son exitosos en Europa, y de hecho, anuncia, en Alemania está por salir una colección de su poesía completa, dos o tres tomos, aclara.
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