Puta:
Prostituta; mujer pública; trabajadora sexual. (Diccionario Larousse)
Antecedentes:
Memorias de mis putas tristes.
(Gabriel García Márquez.)
Así
como el apuesto y varonil actor, Rock Hudson, dio a conocer con su muerte la existencia
oficial del Sida, Cartagena de Indias, perla del Caribe colombiano, abrió la
caja de Pandora del Servicio Secreto de Estados Unidos, a cargo de la
vigilancia personal del Presidente de los Estados Unidos de América.
La
última Cumbre de las Américas, que tuvo de anfitrión a la bella Cartagena,
hubiera resultado un total fiasco a no ser por el desliz de los muchachos del
Presidente Obama, los cuales se dedicaron a gozar con las bellas costeñas
colombianas, cuando tenían que estar dedicados a la seguridad de su presidente.
El cuartel general de los encargados de velar por la seguridad total de Barack
Obama, antes, durante y después de su visita a Cartagena, estaba situado en el
Hotel Caribe, en donde se suponía que los agentes del SS se pasaban los días y
las noches elaborando planes de contingencia para que no le pasara nada
desagradable a su jefe, cuando en realidad se la pasaban gozando de las
caricias de las putas de lujo que se habían dado cita en la bella ciudad para
servir de “escoltas” de tantos personajes famosos e importantes que iban a
estar de visita debido a la Cumbre de Las Américas, de la cual solo Cuba
hubiera sido objeto de interés, porque a pesar de ser la anti democracia en
vivo, logró dividir la cumbre democrática de Las Américas. Pero ni ese gusto se
dio porque de eso se encargaron las putas colombianas con los chicos de Obama.
Todo
ese episodio sexual hubiera pasado inadvertido, de no ser por el que le
prometió mucho a la compañera de cama que había escogido para esa noche y le
salió dando poco. Una cantidad que hasta nuestras damas de la noche que se
apostan a lo largo del trecho de carretera entre Metrocentro y La Galería, se
hubieran ofendido.
La
dama engañada por el detective encubierto, no se quedó callada y puso la
denuncia ante la policía de Cartagena.
De
ahí en adelante, se destaparon el resto de putas elegantes que se habían encargado
de atender a los miembros del Servicio Secreto que acompañan al Presidente
Obama. Una salvadoreña se quejó del mismo engaño y al poco tiempo habló una
brasileña y a esa le siguió una chilena. Al paso que van saliendo las denuncias
contra los encargados de cuidar la vida del mandatario norteamericano, van a
tener que destituir a muchos de ellos, ya que una gira internacional del
Presidente de Estados Unidos, es motivo de turismo sexual para los encargados
de su custodia personal.
La
bella ciudad de Cartagena, el agente del servicio secreto que no entregó los
ochocientos dólares prometidos y la bella estafada, a quien solo le ofrecieron
treinta ofensivos dólares pero le terminaron entregando doscientos cincuenta
por su agradable compañía, fueron los encargados de convertir a los supuestos
agentes heroicos del Servicio Secreto de Estados Unidos, en los villanos de la película.
Al
rebelarse las putas, el sistema político de Estados Unidos se puso a temblar.
Me pregunto si no es mejor que aquellas se encarguen de la seguridad del Presidente
y los agentes del Servicio Secreto, jueguen a ser James Bond.
Jorge
J Cuadra V
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