De pescuezo flexible a mano suave
Luis Rocha
Una de las hazañas intelectuales de
“Mano suave” que perdurará en la memoria colectiva de nuestro pueblo, fue, sin
duda alguna, haberle puesto de apodo “Pescuezo flexible” al doctor Iván Escobar
Fornos, en una forma elegante y genial de hacer extensivo ese apelativo a todo
el liberalismo. El título de su artículo: “El pescuezo más flexible del
liberalismo”, publicado, por supuesto que en “La Prensa”, el 23 de febrero de
2000, con el “más” destaca a uno pero
mete en su saco a todos los liberales, cosa que celebraron al unísono, como
tenía que ser, los analistas políticos de la Peña “El Bejuco” de Acoyapa, al igual
que los de la Poza de la Virgen de Comalapa, quienes consideran que por
añadidura son cuellos flexibles todos
los políticos de Nicaragua, incluso a
aquellos que sin tener dicho sello de la afirmación continua, prestan servicios
bancarios.
Ni siquiera su otro célebre artículo,
“¿Fue ilegal el nombramiento de obispo de Miguel Purificación?”, por supuesto
que también publicado en “La Prensa”,
once años después, el 21 de noviembre de 2011, alcanza los millones de años luz
que sigue recorriendo el primero aquí mencionado, y que parece desde el cosmos
iluminar en la tierra a una caterva de seres que viven a expensas de los demás,
dando continuamente el sí a sus jefes de turno. Como los muñequitos que se
fabrican en algunos países, cuyos flexibles cuellos abogan hasta el infinito,
incluso con el toque del viento, por lo afirmativo, así ven a todos los
políticos, desde la publicación de ese artículo, los analistas de la Poza de la
Virgen de Comalapa, quienes asumiendo una pose ingenua, proponen que “Mano
suave” vuelva a publicar ambos artículos en la página de opinión del periódico
que le encargaron como director, puesto
que no han perdido actualidad, sino que al contrario, hoy, en esta etapa
triunfal y periodística de su vida, son
aún más actuales.
¡Entre chontaleños te veas! Se hacen
los babosos los de Comalapa –quienes siempre han mantenido una secreta
rivalidad con los de Acoyapa-, como si no supieran que ningún Estado de Cuenta
bancario soporta cargos a perpetuidad. (Aunque el cuenta habiente tan solo lo
considere una plataforma para volar, por ejemplo, a Presidente de la Corte
Suprema de Justicia). Eso por un lado, y
por otro no se puede dejar de considerar el que a “Mano suave” le ataron las
manos con los tres últimos escritos que le hicieron publicar. El primero es el
considerado su encíclica “Paz en la tierra a los esclavos de buena voluntad”,
publicada el 9 de abril de este año, en el que, entre otras gracias, pide a sus
trabajadores, según “La Prensa” del 16 de abril, “mano suave con el Gobierno del
inconstitucional presidente Daniel Ortega”, y mano dura con los Pellas. ¡Váyase
a saber que se trae don Ramiro Ortíz contra don Carlos Pellas! Se especula,
entre analistas políticos de otras latitudes, que don Carlos le reclamó a don
Ramiro y que éste a través de su representante en el periódico, le exigió a
“Mano suave” llamar malintencionada a “La Prensa”, cosa que hizo el 17 de abril
del corriente, y que no le debió haber sido fácil, si consideramos que aquel
periódico lo lanzó a la fama y a la inmortalidad publicándole sus sonoros
bejucazos.
Buenos eran aquellos bejucazos, y si
nos atenemos a su inventario de pecados
mortales y veniales en su encíclica, que exige inmaculada pureza, ya no
podremos disfrutar de ellos en el periódico que le encargaron. Como por la
víspera se conoce el día, valga recordar la anticipada evaporación o ascensión
al cielo, de la tan gustada columna “Don Procopio y doña Procopia”, cuya muerte
sin anunciar no se explica siquiera mínimamente en el tercer artículo que le encargaron
publicar, el 3 de mayo de 2012, con el título de “Una nueva etapa”, ya evidenciada precisamente con la
desaparición de don Procopio y doña Procopia. En ese “mea culpa” “Mano suave” se ampara en una frase de Sir Walter Scott:
“El que sube una escalera debe empezar por el primer peldaño”. ¿Sería subir al
revés la causa de la estrepitosa caída de Sir Walter Scott, de manera que por
forzada ausencia ni don Procopio ni doña Procopia pudieron socorrerlo? ¿No supo
Sir Walter Scott aferrarse a la nueva “verdad” de los nuevos propietarios del
periódico? ¿O fue todo un milagro en vida de don Miguel Purificación?
No debieran de ser tan mal
intencionados los de la Peña de la Poza de la Virgen de Comalapa. Pedirle a
“Mano suave” que publique en el periódico que le encargaron, artículos como los
que publicaba en “La Prensa”, es una verdadera grosería para con el hoy
obligado inquisidor. No se le puede solicitar que de con su cabeza en la puerta que él mismo
aceptó cerrar. Hay que dejar al hombre mandar a su manera, lo cual apenas ha
comenzado a hacer. No olvidemos que hasta el Vaticano tiene su banco. Eso sí,
seamos agradecidos con un buen articulista que empeñó once años de su vida en
probar, que en política, ser pescuezo flexible es lo mismo que tener la mano
suave.
“Extremadura”, Masatepe, 15 de mayo
de 2012.
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