Nicaragua
nunca dejará de sorprendernos, algunas veces con actos heroicos, con hazañas
deportivas, con una naturaleza única en el mundo y ahora con el alcance del
descaro dentro de la clase gobernante.
Solo
en Nicaragua un encarnizado enemigo del Presidente de la República y de todo lo
que signifique instituciones de Estado, se transforma en menos de seis meses en
la gran voz del gobierno.
Para
toda Nicaragua el tristemente célebre, Victor Boitano Coleman, es un mentiroso
y un falsario. Para toda Nicaragua, Victor Boitano Coleman es un llorón
arrepentido y derrotado. Las cámaras de televisión lo filmaron llorando a moco
tendido y pidiendo perdón por todo lo expresado en sus libros y en su discurso.
Sus peores enemigos eran sus colegas miembros activos del Ejército Nacional,
los cuales eran culpables de múltiples crímenes contra la población
nicaragüense. No hubo oportunidad que no aprovechara el coronel retirado para
delatar las intrigas y los robos de los altos militares. El General Hallesleven,
vicepresidente sin mando, era encubridor de una serie de complots, entre los
cuales se contaba el urdido contra él para expulsarlo de la institución con
baja deshonrosa.
¿Y
del Presidente Ortega y la primera dama que es lo que no dijo? Los bobos como
yo, buscábamos inútilmente en las páginas amarillistas de sus libros el gran
crimen, el gran desfalco, la gran felonía, el gran secreto vergonzoso que el
aprendiz de escritor prometía revelar sobre la pareja gobernante y al fin no decía nada, no porque no haya nada
que decir, sino porque es un charlatán de primera cubierto con la túnica de la
cobardía.
Seis
meses después aparece como el acusador oficial del gobierno, desnudando uno por
uno y por capítulos de entrega a los enemigos políticos del orteguismo. Hoy es
el gran profeta de la nueva era, cuya palabra les sirve a los impostores que
están en el poder, como base para sus mentiras, para sus corrupciones, para
sustentar el engaño del que quieren hacer victima al pueblo.
Patético
cuadro cuando un mentiroso se basa en la palabra de otro mentiroso para
justificar las falsedades que le está enviando al pueblo. Y es el caso del
Presidente del CSE que pone como testigo la palabra del falso profeta para proyectar como verdades lo que no es más que
la preparación del próximo fraude electoral. El “poster boy” y mentiroso más
grande de Nicaragua, cuya vida es una perenne aparición en las páginas de los
medios de comunicación dando cuenta de su última hazaña delictiva, Roberto
Rivas Reyes, cita las palabras del otro mentiroso, Victor Boitano Coleman, para
acusar de conspiradores a los dirigentes de la Alianza PLI-UNE. “Reciben
cantidades enormes de dinero de fuentes injerencistas, para socavar la
democracia que el gobierno del Presidente Ortega le brinda a la Nación,” dijo
el Presidente de facto del CSE, tomando como verdad las mentiras vertidas en el
último mamotreto del cobarde Boitano, quien con tal de congraciarse con su
jefe, es capaz de decir que estuvo presente en la reunión que el Presidente
Obama sostuvo con el diputado Montealegre, para derrocar al gobierno de facto
del Presidente Ortega.
Nicaragua,
Nicaraguita, ¿hasta cuándo y hasta donde?
Jorge
J Cuadra V
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