El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

miércoles, 14 de julio de 2010

Me quema la palabra

19 DE JULIO: PENDIENTE LA OFENSIVA FINAL

Luis Rocha

Faltan cuatro días para que el 19 de julio, como pueblo de Nicaragua, celebremos 31 años del triunfo de nuestra Revolución Popular Sandinista contra la dictadura, el nepotismo, el caudillismo, y la sucesión dinástica que caracterizaron a la “estirpe sangrienta” de los Somoza, como los llamara para hasta la consumación de los siglos el Mártir de las Libertades Públicas, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Nadie olvide que el asesinato de Pedro, el 10 de enero de 1978, fue el detonante de la insurrección popular. Nadie olvide en ésta fecha que el General de Hombres Libres, Augusto César Sandino, es nuestro y representa nuestra identidad. Nadie olvide por lo tanto que el triunfo es nuestro: De toda Nicaragua, incluso , hoy en homenaje a la verdadera fraternidad y a la verdadera reconciliación, de aquellos que lucharon en bandos contrarios. Nadie olvide que el del 19 de julio es el triunfo contra la confrontación entre hermanos, contra la guerra y a favor de la consolidación de una paz sustentada en cimientos democráticos. Nadie olvide el dolor, ni la sangre de los caídos, y mucho menos por qué ideales cayeron. Nadie olvide por respeto a lo que aquí sucedió. Nadie olvide, por amor de Dios, nadie olvide.

Porque éste triunfo, aunque traicionado y hoy manipulado por algunos de quienes en un momento dado también fueron sus héroes, es para siempre de todo el pueblo de Nicaragua, menos de esos verdaderos traidores a la noble causa que a través de años y años de lucha, lo inspiró y le fue dando forma de altar nacional: El altar de la Patria; glorioso pendón bicolor. Porque los autoproclamados “revolucionarios” que ahora están en el gobierno no hacen Patria, sino dinero para consolidarse en el poder, ir tras la reelección y repetirse a sí mismos, cual eructo , en la imagen y siniestra historia de los Somoza. Son peores que vende-patrias, pues entre ellos mismos se la venden y revenden hasta dejarla hecha jirones. Ya sea como gobierno, partido, “privados” o testaferros comercian con ella y tienen el inaudito cinismo de llamarla ”socialista, cristiana y solidaria” Que nadie olvide tanta ignominia, para que jamás un nicaragüense capaz de sentirse y llamarse ser humano, tenga un comportamiento tan desalmado. Para que ningún nicaragüense se preste a seguir crucificando, como éstos fariseos lo hacen, al Jesús de la justicia y el amor. Y para que nadie, por amor de Dios, se lave las manos.

Lo que hacen éstos escribas y fariseos es fraude y la reelección Traición a la Patria. Lo saben muy bien quienes quieren acomodar historia e “institucionalidad” a sus propias y desmesuradas ambiciones: ¡Traición a la Patria! No tiene otro nombre y es nuestro deber recordarlo con más ahínco a partir de este 19 de julio, que debe ser el punto de partida de la ofensiva final contra el fraude y la reelección representados por Daniel Ortega Saavedra y toda su caterva de cortesanos y lacayos. La ofensiva final que puso de manifiesto “la más brillante decisión táctica” en el Repliegue a Masaya, según dijo en aquella oportunidad Fidel Castro. El Repliegue que, como afirmamos la semana pasada, ahora pretende ser secuestrado, al igual que todos los hechos heroicos ocurridos en la Historia de Nicaragua, por el “héroe único, omnímodo y móvil”, poseedor de los dones de la ubicuidad y de la impunidad; el beneficiado absoluto por el fraude y la reelección, nuestro monarca Daniel Ortega Saavedra, junto a toda su familia real. Que tampoco nadie lo olvide. Porque olvidos como este, son complicidad.

Nuestro Vice-Presidente don Jaime Morales Carazo es dueño de ocurrencias que sin dejar de ser afortunadas, ponen el dedo en la llaga de nuestro infortunio nacional. No es éste, ha dicho, un país de sorpresas sino de sorprendidos, y está en lo cierto. No es este un país de derecho, sino de hechos –por aberrantes y asquerosos que sean, digo yo- y está en lo cierto. Que Arnoldo Alemán –es decir el pacto de Daniel con él- sí es un puente, pero al abismo, y está en lo cierto. Que la candidatura presidencial de Arnoldo Alemán es lo mejor para que Daniel se reelija, es una verdad del tamaño de una catedral. En fin, el haber bautizado como “Lázaro” el resucitado artículo transitorio que permitirá la reelección del monarca, es otro acierto de ésta especie de pulpo Paul en un país en donde la Constitución es “aumentada y corregida” al antojo de los monarcas. ¿Hay en verdad alguna sorpresa en todas estas maniobras politiqueras? Es más, preguntaría: ¿Hay algo de genial? Lo que pasa es que aquí –ya mejor lo ha explicado Andrés Pérez Baltodano- vivimos entre pandilleros políticos y maras. El más matón es rey. ¿O es que alguien pensó que Rafael Solís o Francisco Rosales, por ejemplo, están a la altura de Maquiavelo? Lo que está pasando es que nosotros sí, estamos, por ahora, al nivel de Bertoldino y de Cacaseno, para no aludir a mi amigo el Bachiller Lora, que aunque pobre, sí está por encima de los estrategas de la realeza danielista. Pero don Jaime Morales no se equivoca. Incluso yo, que por utópico no soy muy amigo de ese tipo de pragmatismo, no estoy sorprendido. Por eso creo que si dejamos de ser sorprendidos o de hacernos los sorprendidos, avanzaremos en la ofensiva final contra el fraude y la reelección.

Quienes emulando a los Somoza pretenden perpetuarse en el poder con cortesanos, esposas e hijos, ciertamente se han replegado hacia el más abominable de los destinos en nuestra Historia Patria: la reelección. Ya comenzaron a instaurar alcaldías desechables, Constitución personal con funciones adicionales de papel higiénico, Consejos de Poder Ciudadano para el Poder Monárquico, estudiantes eternos de sabiduría anti-académica, oposición venal, policía pretoriana, Guardia Nacional, y servidumbre pública nacional. La mesa, muy enflorada al gusto de la reina, está servida. Los migajeros luchan por conservar sus migajas y las recogen hasta del suelo. ¿Estamos sorprendidos? Pronto habrá un 19 de julio con una sesión espiritista en donde se proclame que Sandino ha reencarnado en alguien de la familia real. La sorpresa será cuando se den cuenta que fueron todos los Somoza quienes reencarnaron en todos ellos. ¿Sorprendidos, nosotros? La güija será la Cancillería de la República. Los verdaderos traidores –que ni siquiera disidentes- al sandinismo ya se replegaron. En su camino hacia “más victorias” no se olvidaron de pisotear Constitución , democracia y a “los muertos que nunca mueren”. Están ya ubicados en su meta: el basurero de la historia, y desde ahí gritan desaforados llamando traidores a quienes son leales a principios éticos y morales. Pero hasta la devaluación de esas dos palabras han puesto en marcha. Éticos y morales serán, en el futuro que sueñan ellos, sus diputados y magistrados. ¿Y por qué no también los narcotraficantes?

Hay repliegues de repliegues. El repliegue para alcanzar la victoria de todos comenzó el 27 de junio de 1979 y concluyó con esa victoria colectiva por la paz y la democracia, el 19 de julio de ese mismo año. ¿Si fue ésta una victoria de todos y para todos, para qué en el futuro íbamos a querer “ir por más victorias”? ¿No será que quienes enarbolan ese aparentemente confuso lema, nos quieren conducir, junto a ellos, a compartir su derrota personal? ¿Acaso no fue la del 19 de julio de 1979, la victoria absoluta, la victoria por excelencia: guía moral y espiritual para que todos los nicaragüenses no regresáramos al pasado? ¿Entonces, por qué “ir por más victorias” y contra quienes? Serán –digo yo- contra los que, según ellos, nos tocará hacer el papel de perseguidos y oprimidos a partir de esas “victorias”? Lo que van es por más reelecciones y a esa aberración llaman “victorias”. Se trata de la confiscación de la victoria del 19 de julio. Victorias contra la democracia son las suyas, y dueños del más horrendo de los repliegues son, que es el que va de la utopía al infierno; de la conciencia y la razón, a la irracionalidad deliberada. Todo esto es lo que nos recuerda nuestro deber, por seres humanos libres, de no ser sorprendidos y decidirnos por la ofensiva final contra el fraude y la reelección, para liberar a éste 19 de julio de sus secuestradores, conscientes como somos de que es de todos, todititos los nicaragüenses. Entonces, porque el 19 de julio es de todos, vamos a recuperar esa victoria que siempre será contra toda forma de somocismo, fraude, reelección y dictadura. Nosotros, pueblo libérrimo de Nicaragua, no tenemos que ir por más victorias: ¡Vamos a reafirmar ésta victoria!

“Extremadura”, Masatepe, 15 de julio de 2010.

luisrochaurtecho@yahoo.com

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