El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 5 de julio de 2010

Los genuinos consejos del FMI sobre la gobernabilidad en Nicaragua

Por Néstor Avendaño

Director Ejecutivo de COPADES

4 de julio de 2010

El fortalecimiento de la gobernabilidad y de la transparencia en las operaciones del sector público es de especial atención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el ámbito de las reformas estructurales de la economía de mi país.

En la administración pública del Dr. Arnoldo Alemán, un embajador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con quien tuve una relación profesional muy estrecha en el desempeño de sus funciones desde 2007 hasta que culminó su gestión en Nicaragua, el señor Carmelo Angulo, a quien también recuerdo por su hidalga figura y personalidad, me preguntó en su despacho si yo conocía el significado de gobernabilidad. Le respondí no y, su respuesta automática, que la grabé en mi memoria, fue la siguiente:

“Gobernabilidad es la capacidad estatal de resolver problemas políticos, económicos y sociales con la mayor transparencia posible y con la efectiva participación de la población”.

Muy propia del FMI su petición de fortalecer la transparencia en Nicaragua, pero yo creo también que los nicaragüenses deberíamos exigir esa misma solicitud al FMI. Esa falta de transparencia del contralor de la política macroeconómica en Nicaragua se ha manifestado, por ejemplo, con los siguientes hechos:

· Su beneplácito de que no se registrara en el presupuesto nacional ningún ingreso por la privatización de las empresas públicas, que se efectuó en gran parte durante el gobierno de la Sra. Violeta Barrios vda. de Chamorro.

· Su corresponsabilidad en dejar pasar el gran daño al presupuesto nacional que cometieron varios servidores públicos cuando salieron al rescate de los depositantes de cuatro bancos liquidados en 2000 y 2001 durante el gobierno del Dr. Arnoldo Alemán, así como cuando realizaron la reestructuración de esa deuda y la subasta de los activos de esos bancos liquidados en 2003 durante el gobierno del Ing. Enrique Bolaños.

· Su complacencia en el desvío de gran parte de los impuestos liberados del pago de la deuda externa al Club de París y a las instituciones financieras internacionales durante el gobierno del Ing. Enrique Bolaños, que en vez de ser asignados a proyectos de reducción de la pobreza fueron asignados al pago de una deuda pública interna denunciada como ilícita por la Contraloría General de la República y acusada penalmente por la Fiscalía General de la República; además, la Comisión de Probidad y Transparencia de la Asamblea Nacional recomendó el 22 de agosto de 2006 que el Ministerio Público investigara a 18 personas y actuara de inmediato por la vía civil para suspender el pago de los Certificados Negociables de Inversión (CENIs) Bancarios que fueron denunciados nulos por la Contraloría General de la República.

· Su aprobación para subvalorar los montos de impuestos en las propuestas de ley del presupuesto nacional, con el propósito de reducir el gasto presupuestario en concepto de transferencias a las universidades, las alcaldías y al Poder Judicial y, así, apoyar la tarea de reducir el déficit fiscal. Por eso, todos los cobradores de impuestos han sobre cumplido las metas tributarias desde los años noventa del siglo pasado hasta la fecha.

Hoy el FMI aconseja al gobierno del Presidente Daniel Ortega que se necesita fortalecer la responsabilidad y la transparencia de las instituciones públicas de Nicaragua, o sea la gobernabilidad, para obtener el apoyo de los donantes –una clara alusión a la cooperación venezolana- y, además, mejorar el clima inversionista para impulsar la competitividad y atraer a la inversión extranjera directa.

En diversos foros económicos he señalado que los fondos de la cooperación venezolana serán honrados como una deuda pública en el futuro, a pesar que nuestros servidores públicos en los Poderes Ejecutivo y Legislativo manifiesten lo contrario.

Durante el período 2007-2009, la ayuda venezolana es igual al 22% de la cooperación total de Nicaragua y también es igual al 48% de la deuda privada externa, y ésta última es igual al 47% de la cooperación total que recibió Nicaragua en ese mismo trienio, pero los jóvenes técnicos del FMI alientan a las autoridades gubernamentales a enfrentar los obstáculos para incorporar la cooperación venezolana en el presupuesto, algo que no hicieron con el paradigma estadounidense de la Cuenta del Reto del Milenio. Esta es otra razón para solicitar al FMI que sea transparente en sus sugerencias, antes imposiciones, económicas a Nicaragua.

Pero el policía financiero internacional insiste en “la necesidad de permanecer vigilantes para que las flujos de recursos externos al sector privado no generen una obligación contingente para el gobierno”, por lo cual las empresas privadas radicadas en Nicaragua tendrán que informar periódicamente al Banco Central de Nicaragua (BCN) de sus deudas externas con el fin de diferenciarlas de las deudas públicas con acreedores internacionales.

Considero que esa sugerencia del FMI es tan ingenua como la reciente pregunta de su representante residente en mi país del porqué no disminuye la pobreza de los nicaragüenses, a sabiendas que la inversión privada es el motor de la economía. Parece que dicho representante ignora que el 40% de la inversión pública en 2006 era el costo de la planilla de los asesores y consultores del sector público contratados con recursos de la cooperación internacional, especialmente préstamos de origen multilateral, siendo el caso más sonado en Nicaragua el famoso pago de honorarios de 25.000 dólares mensuales, financiado con deuda externa, a un funcionario de origen nicaragüense del FMI por traducir la estrategia de reducción de la pobreza editada por el Banco Mundial en inglés.

El FMI sugiere todas estas cosas con el fin de “movilizar el apoyo de los principales donantes”, pero el Grupo de Apoyo Presupuestario (GAP) suspendió sus donaciones de divisas líquidas de libre disponibilidad de 60 millones dólares anuales más el préstamo muy concesional de divisas líquidas de libre disponibilidad de 20 millones de dólares facilitados por el Banco Mundial (BM/IDA). Esto provocará un mayor endeudamiento público interno, muy oneroso para los nicaragüenses. Por otro lado, la Cuenta del Reto del Milenio, la cooperación estadounidense también suspendió la entrega del remanente de 60 millones de dólares atados a programas y proyectos en los departamentos de León y Chinandega y creo que no volverá.

Por el lado de la cooperación de divisas líquidas atadas a programas y proyectos, Nicaragua se expone al riesgo de endeudarse más con el exterior, porque las donaciones de este tipo de recursos han caído desde 372 millones de dólares en 2007 hasta 190 millones de dólares esperados en 2010, mientras que los préstamos de este tipo de divisas han aumentado de 259 millones de dólares en 2007 a 345 millones de dólares esperados en este año.

Con lo anterior trato de decirle a los jóvenes técnicos del FMI que las donaciones del GAP ya se fueron y no volverán, dejando en un grave riesgo la sostenibilidad de todos sus programas de cooperación porque Nicaragua aún no es un sujeto de crédito en el mercado financiero internacional y, adicionalmente, la cooperación estadounidense, que se basa en criterios económicos y políticos evaluados desde el exterior, también no volverá y dejará en una incómoda posición a los productores del occidente del país. A la fecha aún no he visto en el balance de divisas del BCN el registro de 50 millones de dólares provenientes de Venezuela que sustituyen la donación estadounidense suspendida.

Si cumplimos las condicionalidades del programa con el FMI y en gran parte sus recientes consejos de ajuste macroeconómico y de reforma estructural, hoy sólo queda para Nicaragua la contratación anual de préstamos muy concesionales de divisas líquidas de libre disponibilidad de 75 millones de dólares del FMI y del Banco interamericano de Desarrollo (BID) para “fortalecer” la posición de las reservas internacionales del BCN y financiar el déficit del presupuesto nacional, un monto que es insuficiente para pagar 100 millones de dólares en concepto de intereses y amortizaciones a los acreedores externos, principalmente el FMI, el BM/IDA y el BID, en este año.

Si no cumplimos gran parte de esas cosas, creo que tendremos un ajuste macroeconómico sin ayuda externa concesional en 2011, la cual indudablemente será sustituida con un oneroso endeudamiento público interno. ¿Y? Imaginen quiénes levantan los hombros con esa pregunta.

No es justo que los depósitos del público no bancario sean utilizados para la compra de Letras Estandarizadas del BCN, y después pagar con nuestros impuestos las pérdidas del BCN en concepto de intereses y mantenimiento de valor de esas Letras. También por eso nuestra economía no crece y la pobreza aumenta.

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