El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

miércoles, 7 de julio de 2010

Me quema la palabra

“EL REPLIEGUE” EN LA HISTORIA QUE AUN NO SE HA BORRADO

LUIS ROCHA

En el imprescindible por didáctico y veraz libro “Historia Militar de Nicaragua”, cuyo imparcial y acucioso autor es el Coronel Francisco Barbosa Miranda, en la pag.331 leemos: “La situación obligó al FSLN a organizar y realizar un repliegue táctico de más de seis mil personas hacia Masaya, lo que desconcertó a la GN, creyendo que había derrotado definitivamente a las fuerzas insurgentes…Ésta acción fue preparada con el mayor sigilo para impedir que el enemigo conociera la información. El objetivo era trasladar las columnas de combatientes, milicianas, población, heridos y no dejar armamento disponible. La marcha se realizaría a pie con el cálculo de alcanzar la ciudad de Masaya en doce horas. Era una decisión compleja porque muchos cuadros y combatientes se resistían a la idea de abandonar la capital después de una férrea resistencia, como señala Carlos Núñez: Es difícil relatar las distintas reacciones que producen decisiones como ésta. Para el revolucionario es muy difícil abandonar una trinchera de combate que tanta sangre ha costado mantener.”

“El repliegue táctico hacia Masaya se inició el 27 de junio a las seis de la tarde, organizado de la siguiente forma: La vanguardia estaba bajo el mando de Joaquín Cuadra, William Ramírez y Raúl Venerio, y compuesta por los combatientes, población y heridos de la Nicarao, 14 de Septiembre, Santa Julia, Don Bosco, Luis Somoza, San Rafael y Rubenia. El centro dirigido por Carlos Núñez, Oswaldo Lacayo y Walter Ferreti, y compuesto por los combatientes y población de Ducualí, El Paraísito, El Dorado y María Auxiliadora. Apoyados en la vanguardia por la columna móvil Perezcassar. Y la retaguardia dirigida por Mónica Baltodano, Marcos Somarriba, Ramón Cabrales y Rolando Orozco, compuesta por combatientes y población de Bello Horizonte, La Salvadorita, Barrio Blandón, Santa Rosa y Carretera Norte.”

“Las columnas eran interminables y avanzaron lentamente por atajos paralelos a la carretera hacia Masaya, cuando a inicios de la mañana del 28 una patrulla de la GN en Veracruz atacó por quince minutos la vanguardia causando la muerte de dos combatientes. Posteriormente, la aviación somocista con tres aviones y dos helicópteros inició un bombardeo de tres horas a la columna del repliegue que cruzaba por Piedra Quemada, acción que se repitió por la tarde en los sectores de Nindirí y La Barranca, los resultados de estas acciones criminales fueron de una gran cantidad de muertos. Sin embargo, la mayoría de la población y los guerrilleros lograron el objetivo de llegar a Masaya, donde se libraban combates contra las posiciones que todavía mantenía la GN. El Estado Mayor General del Frente Interno había cumplido su objetivo táctico, que le permitiría reorganizar las fuerzas para continuar la lucha hacia la victoria y emprender la ofensiva nuevamente con dirección a la capital.”

En el también imprescindible libro para ir “armando” una historia de Nicaragua, “La Epopeya de la Insurrección” del General (R) Humberto Ortega Saavedra, encontramos su versión de estos épicos hechos: “El 27 de junio a las 7 de la noche, el Mando insurreccional de Managua inicia un Repliegue ordenado, saliendo de la periferia de Managua casi a las 23 horas de este día, conscientes de que una imagen de desbandada causaría un gran daño a estado anímico y moral de la población en todo el país…En la vanguardia de esta compleja maniobra del Repliegue marchan William Ramírez, Joaquín Cuadra y Raúl Venerio. En el centro van Carlos Núñez, Walter Ferreti Chombo, Oswaldo Lacayo. En la retaguardia entre otros marchan Moisés Hassan y Rolando Orozco, quien muere en combate. En un comienzo se calculan en 1,500 personas la fuerza que ha de replegarse, pero el resultado es de más de 6 mil managuas entre jóvenes, mujeres, niños, ancianos y los combatientes, quienes organizadamente dirigen esta gran marcha a pie, cargando decenas de heridos entre los que se cuentan más de 20 en estado grave.”

“En los alrededores de Masaya, las fuerzas replegadas repelen a la GN que los persiguen y al enemigo que controla la fortaleza El Coyotepe, al frente de la cual se encuentra el coronel Fermín Meneses. La GN domina la carretera hacia Tipitapa y la entrada principal a la ciudad de Masaya. Por los abismos de la laguna que bordea la ciudad y por otros puntos, a las 4 de la tarde del día 28 de junio logran penetrar hasta el interior de Masaya, los primeros grupos con William Ramírez apoyados por Marcos Somarriba, tras fieros combates que provocan 6 muertos y 16 heridos entre los marchistas. Al amanecer del día 29, después de 36 horas de una tenaz caminata, entran a Masaya hasta el Colegio Salesiano los últimos participantes, de los miles de Managua que llenos de coraje, fatigados y con hambre, lograron replegarse exitosamente de la capital.”

En lo que se refiere a “El repliegue táctico hacia Masaya”, el Coronel Francisco Barbosa Miranda tiene este párrafo final: “La insurrección de Managua, su resistencia y el repliegue táctico jugaron un papel muy importante en la estrategia para derrocar a la dictadura. Las fuerzas combatientes de Managua cumplieron su misión de desviar los esfuerzos de la GN y limitar su apoyo a las acciones contra las fuerzas guerrilleras que operaban en los demás frentes de guerra. La resistencia de la población capitalina fue heroica, ya que demostraron su disposición de lucha y deseos de libertad. Fue una gesta incomparable de sacrificio y valor, una lección de historia militar y dignidad revolucionaria.”

La lección de historia militar y dignidad revolucionaria, cuando una dictadura se opone a la libertad y a la justicia, es tan imposible de borrar, como imborrables son los nombres de verdaderos revolucionarios que, contra todo fraude y reelección del pasado, se levantan hoy en día con la dignidad a cuestas, aun siendo tildados de traidores. La que acabamos de relatar es la verdadera historia de “El Repliegue”. En ninguno de los dos libros citados, siendo uno de ellos de su propio hermano Humberto, encontramos la presencia de Daniel Ortega –directa o indirecta- en ese verdadero repliegue. Es más, no la hemos encontrado en uno solo de los libros que registran ese hecho aleccionador, y que de seguro por ello en el futuro serán candidatos a la hoguera. Entre sus protagonistas al Coronel Francisco Barbosa le faltó Moisés Hassan, pero ya vimos que sí lo menciona el General (R) Humberto Ortega, y en la pag.417 de su inapreciable libro “La Epopeya de la Insurrección”. Moisés es hoy por hoy uno de los “traidores” candidatos a desaparecer de nuestra historia. Y si lo es él, también lo serán los libros del General Ortega y del Coronel Barbosa. Será ya otra época, cuando quizás nuestros nietos lean que fue Rosario Murillo y no Mónica Baltodano quien logró que se rindiera Granada.

Pero todavía hoy podemos afirmar con propiedad que el 27 de junio de 1979, nuestro actual monarca no pasó por Veracruz, La Barranca, Nindirí o Piedra Quemada. Años después, nadie lo pone en duda, pues año con año con la laboriosidad y persistencia de un zompopo, organizó y sigue organizando su estratagema de repliegue estratégico hacia la reelección, para que en la memoria de sus contemporáneos seguidores y de generaciones venideras, sea borrado aquel repliegue táctico del 27 de junio de 1979, en donde por “traidores” no quieren ubicarlo Henry Ruiz y Víctor Tirado, y en el que –se dirá más tarde- es falso que participaran William Ramírez, Joaquín Cuadra, Carlos Núñez, Chombito o Mónica Baltodano, entre tantos. Quizas Raúl Venero aun merezca el favor de ser reconocido como participante menor, en sustitución absoluta de Moisés Hassan.

Entre “traidores” y fantasmas, protagonistas de un pasado que hay que borrar por pernicioso para la construcción de una Nicaragua socialista, cristiana y solidaria, queda desangrándose la verdad como un cadáver bajo el aguacero que diluye el rojo de lo que fue su vida. La reina, dentro de su revolución cultural, impone la “Cátedra Sandino”, pues ella acabará siendo, si no hija, nieta y heredera absoluta del General de Hombres Libres. ¿Se oirá en esa cátedra o en los parlantes de avenidas y plazas la hemorroidica retórica de quien sí, verdaderamente es el único miembro fundador de la parte más negra, falsa y siniestra del FSLN? ¿Se oirá la grabación de su afónica voz llamando traidores a quienes como Comandantes de la Revolución, en un momento dado no tuvieron más alternativa que ser sus compañeros? ¿Será esa la misma voz que estigmatizó a Edén Pastora en una de las tantas ocasiones que traicionó la revolución? La voz que le preguntaba a los cuatro vientos: “¿Edén, en cuánto vendiste tu carnet?” Esperemos pues algún repliegue de los, según sus cálculos del tiempo de Daniel en el poder, miles que vendrán, para que este miembro fundador de la ignominia actual, no pudiendo ya siquiera subir a la enflorada tribuna real, desde una cinta magnetofónica o un CD, ya en la fase de su afasia, para cerrar aquella vieja historia que da inicio a la de probeta actual, alcance a preguntar: ¿Edén, por cuanto recuperaste tu carnet?

luisrochaurtecho@yahoo.com

“Extremadura”, Masatepe, 8 de julio de 2010.

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