Para
estar a tono con los mandatos de doña Rosario, se están exhibiendo las
mansiones de los más destacados orteguistas para que vean que el ejemplo
empieza por casa. Las mansiones de los fariseos del orteguismo, en donde ellos
y sus familias viven bonito de acuerdo a los preceptos de ley, sirven para
varios propósitos, el más importante, para desenmascarar a los mentirosos
timadores que se hacen pasar por magnates acaudalados.
Dicen
por allí que todo mundo tiene derecho a ser rico, que todo mundo tiene derecho
a tener mansiones, aviones, yates y ferraris y no es mentira que ese derecho
existe.
En
Nicaragua nunca se le va a cuestionar una mansión de 20 habitaciones, un jet
Gulf Stream, un yate de 60 metros de eslora, una flota de Rolls-Royce, Ferraris
y Hummers especiales a un Pellas Chamorro, no porque sea Chamorro y como tal,
de la oligarquía conservadora, sino porque tienen más de cien años de trabajar
correctamente y se pueden dar el gusto que quieran porque no le han robado a
nadie su cuantioso capital.
Pero
cuando uno ve la mansión hollywoodense que se construyó el asesor económico del
Presidente Ortega, sin título universitario que lo acredite como economista, Bayardo
Arce Castaño, lo que nos da es asombro porque no hace treinta años este magnate
de pacotilla era un periodista sin oficio en La Prensa, que se movilizaba en
una Raleigh. El dinero sin origen que te llega de la noche a la mañana, solo lo
obtenés con las loterías gringas, porque si el dinero es de una herencia con
pasado oligárquico, es de buena procedencia aunque uno sea un gato cualquiera.
No
solo en Venezuela se les debe contabilizar los capitales a los mafiosos del
gobierno. También aquí, para que nos cuenten Arce y compañía como adquirieron
el dinero para construir esas mansiones y comprar los carros importados que
usan. La mansión de un millón de dólares que le sacan en la primera plana de La
Prensa a Roberto Rivas, sería incuestionable si perteneciera a Fernández
Holmann, pero no a un heredero de quinientas manzanas divididas entre múltiples
primos. Sin embargo, a la hora de ser indemnizado el ladrón de votos, inventó
una finca de tres pisos con siete mil reses en sus potreros y por ser el
favorito de Pimpinela Escarlata, le fue pagado todo en sonoro cash, en lolos
verdes. El refuerzo de COPROSA hizo posible que se sembraran las bases de este
capital del malandrín del CSE, que ahora
usa para escandalizar al pueblo nicaragüense que se muere de hambre de justicia
y vive en la intemperie porque no hay plata para viviendas, pero hay para construir
palacetes estilo Escobar Gaviria.
Pobres
como los Ortega Saavedra es lo que abunda en este país, sin embargo salieron de
pobres porque se sacaron la revolución y uno se convirtió en magnate tico y el
otro en emir petrolero sin perforar ni un pozo. ¿De dónde esa plata? ¿Acaso cosechaban
oro en su pueblo de La Libertad? Claro que no. Las minas de oro le vinieron con
la sangre que se derramó para derrocar a Somoza. Mil millones de dólares logró
acumular la dinastía somocista a lo largo de 40 años de dictadura, sin embargo,
después de escasos 10 años la fortuna de Ortega ya pasa de los tres mil
millones. Hablan porque tienen lengua, dicen los defensores de los atracadores.
Entonces que se defiendan con papeles en manos del cargo de los tres mil
millones.
Falsos,
mentirosos, estafadores y más es lo que son los acólitos de Chávez, pero ahora
sin el capo de tuti capi, cada quien tomara su propio camino y los días del
Alba ya están contados.
El
compromiso insoslayable de abolir las injusticias que pesan sobre la humanidad,
pasa por el compromiso de abolir a los sinvergüenzas de mansiones bonitas que
asesinan a Nicaragua con sus robos incontrolables.
Haz
lo que yo digo, no lo que yo hago, es la consigna de los sátrapas que esquilman
a Nicaragua las 24 horas del día. Detengámoslos en nombre de Jesús.
Jorge
J Cuadra V
No hay comentarios:
Publicar un comentario