Al Profesor Róger Matus Lazo,
con mucho”apresio”
Onofre Guevara López
No pensé que un Canal de televisión
local, el cual, a mi juicio, no hace mucho mérito para que merezca ser visto, me
iba a proporcionar una doble diversión por el mismo tiempo perdido, con la
transmisión de los juegos del Clásico Mundial de Béisbol. Así, mientras en el
juego les daban batazos a la pelota, los “mensajes de textos” se los daban a la
ortografía en el cintillo que pasaba por la parte inferior de la pantalla.
Antes de los batazos, la primera
sorpresa: el texto del vivaracho que retó
a los maridos celosos, pidiendo relaciones con “mujeres casadas para tener con
ellas una linda amistad”. Siguió el mensaje del prospecto a bateador, dijo, a violador,
solicitando una relación formal con chicas de 17 años para arriba, quizá no más
arriba de los 18.
Y siguieron los batazos-mensajes. El
primero para “Mersedes”, quien yo supuse era la “flaqita” de sus sueños, y me
desengañé “asta” cuando otro le pidió una “yamada” a su “amorsito” mientras
jugaba “Olanda” con Cuba. Algo “especyal” escribió un señor “Montolla”, anunciando
que su “vella” enamorada estaba “cunpliendo” años. Algo más “espesial” fue el mensaje
de alguien identificado como “Roverto” para
su novia que vive en “Siuda Sandino”.
Al siguiente día, cuando no me decidía
si ver más el juego o los mensajes, me di cuenta de que el mensaje que había
enviado una “chica sexi y fácil” dejó de aparecer, seguramente porque hubo
algún chicho a quien no le gustan las cosas difíciles… e hizo equipo con ella.
O sea, que la “atrebida” se salió con la suya, perdón, con el suyo. Ojalá que le
salga “sinsera”, como escribió otro que deseaba así fuera la muchacha que
quería conocer.
Durante el “axionar” de los equipos de
“beybol” y de los mensajes en la pantalla, uno se podía divertir doblemente tanto
con unos como con los otros. Y apareció la primera muchacha mensajera de
apellido “Gonsalez”, quien escribió: “saludo hamis amigas” fulana y zutana. Pero
hubo quien se molestara con el “manayer” durante el juego de “oy” pero, en
verdad, se refería al juego del día anterior, algo que olvidé de inmediato
cuando leí el mensaje de un Don Juan de celular que se atrevió a mandar mensaje
“a todo mi amore” (a lo mejor es italiano).
Uno de esos felices dueños de celulares de la tecnología avanzada en materia
de comunicación, y adminículos indispensables para alardear públicamente de un
buen vivir… sin ortografía, debió ser muy íntimo de la mujer objeto de su
mensaje, pues la trató de “voz”. Quien pidió a su enamorada que le “yamara”, es
que tal vez quería invitarla a que vieran juntos algunos de los juegos de
“vaisbol”.
Conmovedores fueros estos mensajes: un hombre
a su “nobia” le “vrindó” testimonio público de su eterno amor; otro, transmitió
su apoyo moral a “Venesuela”, y “Agusto Nuñes Rodrigues”, buscando a una mujer
“onesta”.
En definitiva, el hecho de estar
“biendo” esos juegos ya me estaban pareciendo más educativos que divertidos. Y hubo
tanto que aprender, que en este espacio no pudieron caber todas las ejemplares
lecciones, y las tuve que seleccionar: el deseo que tenía un señor de “conoser”
a alguien de lindos “centimientos”; la “interezada” en “aser” con un hombre una “relasión” seria (el dichoso que acepte el
reto no se arrepentiría, porque ella, según escribió, es una persona buena
“honda”). Al televidente que “nesesitaba” comprar un carro, le salió como
anillo al dedo el anuncio de quien “bende” uno; el que “concideraba” oportuno saludar
a una persona y a su esposa “tan bien” (no es que ella está tan bien que
merezca ser vista, sino que la saludaba también para que no se molestara).
Hubo tantos “saludes” interesantes, que
valía la pena verlos –creo que sigue valiendo la pena— aunque se tenga que
pasar la pena de estar viendo perder a su equipo preferido, como me pasó a mí. Es
que esos mensajes despertaban en uno tal “fantacía”, como escribió un
mensajero, que la propaganda casi me convence de que estamos viviendo bien y
bonito, aun estando jodidito.
Y lo mejor de todo: la diversión que
proporcionan los mensajes compensa el sentimiento pesar porque el equipo de
nuestra preferencia, a esta hora no “cea” el campeón del Clásico. Al menos ese
fue el decir de un poseedor del un milagroso celular de tecnología de punta y
ortografía de cola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario