Lágrimas negras por el adiós de Bebo Valdés

CARLOS SOLANO

Falleció uno de los más grandes pianistas de América Latina.

Los amantes de la música del mundo tuvieron que decirle adiós este viernes a otro grande de Cuba, figura indiscutible del jazz mundial que enriqueció, a veces desde el exilio y el silencio, la escena del latin jazz: Bebo Valdés.

La muerte alcanzó al célebre pianista, de 94 años, en Estocolmo, Suecia, ciudad en la que reside parte de su familia y a donde había llegado hace dos semanas, en medio del tratamiento de alzheimer que padecía desde hace unos años, informaron fuentes cercanas.

La dinastía Valdés ha sido una de las fuentes más prósperas de la música cubana. Hijo de 'Chuchito' Valdés y padre de Chucho, Ramón Valdés Amaro es uno de los pianistas más recordados de la isla, aunque gran parte de su carrera estalló precisamente fuera de ella, en el exilio.

Tres etapas enmarcan la vida de Bebo Valdés como artista, las mismas que, en modo de ficción, retrató recientemente la cinta 'Chico & Rita'.

Primero, antes de los años 60, cuando grabó con la orquesta Sabor su visión del jazz latino y el mambo en la era dorada del Tropicana; luego, cuando migra a Suecia en los 60, como músico de sesión para grandes del jazz en Europa, y la tercera, que comienza en los 90, cuando es redescubierto y graba con sellos como Blue Note ('El arte del sabor').

El momento cumbre se produce en el 2004, cuando graba con Diego El Cigala el álbum 'Lágrimas negras'. Otro de sus álbumes más admirados se produjo en el 2007, cuando grabó a dúo con el bajista Javier Colina el DVD Live At the Village Vanguard, en el que sus manos se movieron con la misma soltura de sus mejores años. Luego vino el emotivo 'Juntos para siempre', a cuatro manos con Chucho (2008).

De aquel disco, Chucho recordó para EL TIEMPO, meses después, que esa grabación única- pues pese a tantos años nunca habían hecho juntos nada distinto a una colaboración para la cinta 'Calle 54'- "fue una clase magistral. Mi papá y yo hicimos eso siempre en la casa, ensayar un tema a cuatro manos, pero nunca antes se dio la oportunidad de grabar un disco juntos (...) nos dieron esta oportunidad y ha sido grandioso".

En el 2010, Bebo se convierte en un personaje de película animada, cuando el realizador Fernando Trueba lleva a cabo el insólito proyecto de la cinta 'Chico & Rita', cuyo protagonista, Chico, es inspirado en la historia del gran pianista.

"Una vez pensamos en Cuba, eso nos llevó a la música (...) la primera idea fue que Chico fuera un pianista; así, cada vez que él toca, es Bebo quien lo hace. A partir de ahí se nos ocurrieron cosas, como cuál había sido la época de oro de Bebo o el momento cuando el jazz latino y el americano se juntaron con los sonidos cubanos. Mezclamos realidad y ficción", recordó Trueba en entrevista con EL TIEMPO.

"Él fue nuestra gran inspiración. Ha sido el último trabajo que ha hecho, por su avanzada edad -explicó el director-. A veces la gente piensa que es la vida de Bebo, pero no. Chico tiene cosas de él, pero no es la historia de su vida".

Consternación en el medio

Ante la noticia de la partida de Bebo Valdés, el productor Javier Limón, con quien trabajó en múltiples ocasiones, afirmó a EFE que él era "el músico más importante" con el que ha trabajado y "el ser humano más honesto y auténtico" que jamás haya conocido. "En este momento de música tan veloz y atroz, me quedo con su ejemplo humano".

"Se ha ido con un público absoluto que le quiere y que le ama y, sobre todo, se ha ido con la calidad de genio que le caracterizaba", le dijo a la misma agencia el cantaor Diego El Cigala, que hizo historia junto a Bebo en el 2004, cuando grabaron 'Lágrimas negras', un disco que obtuvo reconocimiento mundial y las mejores críticas.

Por su parte, Colina dijo que cuando ensayaba con Bebo "no tenía la sensación de estar con una persona tan mayor, sino que era como estar de igual a igual (...) Hasta que, de repente, me daba cuenta de que tenía 40 años más que yo".

CARLOS SOLANO
REDACCIÓN CULTURA Y ENTRETENIMIENTO