En
los últimos días hemos visto como un conocido programa matutino de TV se ha
dado a la tarea de responsabilizar a las dos nuevas distribuidoras de
combustibles, PUMA Y UNO, que sustituyeron a la Esso y a la Shell
respectivamente, de ser los responsables directos de las alzas del combustible
todos los domingos del año. El precio del galón de la gasolina ya pasó los
cinco dólares, siendo el más alto de Centro América. Costo sin base alguna ya
que el precio internacional del crudo rige para todos los países del istmo
centroamericano, teniendo en Nicaragua el agravante de que el crudo que nos
llega de Venezuela es a mitad de precio, aumentando ese hecho la obligación que
tiene el gobierno con los usuarios del combustible, de implementar un precio
por galón notoriamente más barato que el de Honduras y resto de países vecinos.
En
este escrito quiero hacer énfasis en un dato importante que pertenece a la
conspiración del manejo de todos los
precios en general y de los combustibles, gasolina y diesel, en particular.
Según fuentes de todo crédito, que obviamente deben permanecer en el anonimato,
todos los miércoles de la semana, sin precisar la hora, se reúnen los
representantes del poder ejecutivo, con sus más íntimos colaboradores, a fijar
el alza del domingo siguiente. Alza que se la dan a conocer a los distribuidores
el día jueves. Esto, de ser cierto, viene a confirmar la responsabilidad
directa del Presidente Ortega en los precios dominicales. Viene a decirnos
también la enorme irresponsabilidad del gobierno al manejar al antojo de
intereses personales el precio de lo que se puede considerar la sangre de la
economía del país. No es PUMA la que determina que la gasolina suba y suba sin
razón alguna, es el calamar insaciable de El Carmen, que se quiere comparar con
Carlos Slim, para que le digan el Bill Gate de Centro América, aunque para ello
tenga que exprimir a los obreros del volante y a todas las amas de casa de la
Nicaragua pobre, porque si sube la gasolina, suben los tomates, el arroz, los
frijoles, las tortillas, la canasta básica entera se va a la estratósfera para
la gran mayoría de los nicaragüenses.
El
monopolizar el petróleo en todas sus fases de manejo, no es un simple pecado de
ambición, sino un crimen de lesa humanidad porque afecta las vidas de todos los
que no somos favorecidos por la fortuna.
Y
hay que estar claros que la fortuna no es una plaga, la plaga es la forma de
hacer fortuna y no hay mayor peste que hacer fortuna a base del hambre de los
pobres.
Los
combustibles son de una importancia tal, que deben estar al alcance de todos
los usuarios, sin que su consumo signifique el consumo de sus vidas.
La
plaga es peor cuando los que monopolizan ese líquido tan vital como el agua, es
el Presidente de la nación, porque ese gobernante se convierte en verdugo de su
propio pueblo. Si las intenciones de este falso protector de los pobres fuera protegerlos,
los combustibles en Nicaragua serían los más baratos de la región
centroamericana. Pero las intenciones del Presidente de la República es
aumentar su fortuna personal.
Quién
no recuerda a la talentosa actriz griega Melina Mercouri, protagonista de la
famosa película, Nunca en Domingo, mientras en Nicaragua tenemos nuestra obra
de teatro llamada, SIEMPRE EN DOMINGO, con la actuación estelar del Presidente
y la Primera Dama en los roles protagónicos. Por desgracia no es la obra de
Melina la que exhibimos, sino la de Daniel y Rosario.
En
conclusión, no es PUMA, no es UNO, es Ortega, alias rey Midas, es Murillo,
alias madame Qin, los que encarecen la vida cada domingo al elevar el precio de
la gasolina, sin más razón que la ambición codiciosa de nuestro Presidente inconstitucional
y su señora esposa, mientras el pueblo clama por NUNCA EN DOMINGO.
Jorge
J Cuadra V
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