La mayor fidelidad al Papa es
liberarlo del papado
“El Papa tiene una capacidad enorme de seducir”
“Lo que está haciendo no le debe gustar mucho a la curia!
“No tengamos miedo a la verdad y que la verdad salga. Si hay alguna sombra en su pasado, también Pedro la tuvo y fue querido”
Defensor
de una profunda reforma de la Iglesia, el teólogo José Ignacio González Faus
(Valencia, 1935) ve con esperanza el papado del argentino Jorge Bergoglio,
jesuita como él, y pide que se haga luz en sus sombras. Alumno de Ratzinger en
Alemania y mal visto en la curia, el director de Cristianismo y Justicia
publica ahora “Herejías
del catolicismo actual” y da estos días unas charlas en el centro
Fonseca, en A Coruña, donde a concedido esta entrevista.
- ¿Qué impresión
tiene del Papa Francisco?
-
Hasta ahora es bastante prometedor. Por otro lado, lo que ha hecho son cosas
elementales: que un Papa no se vista con ostentación, que no vaya en una
limusina, decir que lo llamen de tú y que es un hermano… Todo eso es muy
elemental y muy bonito. Cuando pase de los gestos a las cuestiones más de fondo
como son la reforma de la curia y la Iglesia de los pobres, que son para mí los
aspectos más importantes, ya veremos lo que puede y le dejan hacer. A veces,
cuando creemos que no hay esperanza, de pronto se produce un milagro.
- Dice que
Bergoglio tiene una gran “capacidad de seducción”.
-
Decían eso sus compañeros de América. Es un hombre que tiene una capacidad
enorme de seducir.
- ¿Estos gestos
harán olvidar la reforma de la curia y los escándalos como el Vatileaks o los
abusos sexuales?
-
Si eso ocurriera, mala cosa sería, pero no me parece que sea la línea apuntada
por este Papa, ya desde el hecho de llamarse Francisco. Lo que está haciendo no
le debe gustar mucho a la curia. Que no quiera vivir en el palacio papal sino
en una residencia de curas ya es parte de la reforma y es una lección para
todos los cardenales y monseñores. Y hay un sector de la Iglesia que necesitaba
tanto esta reforma que no se quedaría contento si se olvidase. El punto
vidrioso es la banca vaticana [el IOR], donde luz y taquígrafos sería algo
fantástico.
- Quiere ser el
obispo de Roma, ¿debe renunciar a ser jefe del Estado Vaticano?
-
Ese es un detalle muy significativo. ¿Declararse obispo de Roma significa,
además, que está dispuesto a renunciar a ser jefe del Estado? Es una
reivindicación de mucha gente. Sería un papado más evangélico. No me imagino a
este Papa en un viaje de Estado a España visitando un barrio miserable en
Madrid o Barcelona, como la Cañada Real o el Raval, porque no son sitios para
un jefe de Estado. No sé si está en su agenda. Hay que darle tiempo con
esperanza y ganas de ayudar.
- Es el primer Papa
jesuita, ¿es bueno para la congregación?
-
Cualquiera puede ser un buen Papa y nosotros no somos los mejores. San Ignacio
quería una especial fidelidad al Papa y yo creo que en estos momentos la mayor
fidelidad al Papa es liberarlo del papado, porque el papado altera la figura
evangélica de lo que tenía que ser el sucesor de Pedro.
- ¿La elección de
Bergoglio, con el apoyo americano, es un golpe para el Opus Dei y movimientos
como Comunión y Liberación o los kikos?
-
Puede serlo pero, si tienen fidelidad al ministerio de Pedro, no será problema.
Antes del Cónclave se creó un frente fundamentalmente entre América del Norte y
Alemania para evitar la elección de un Papa italiano.
- Y acorde al
status quo.
-
Evidentemente. Mi primera ilusión es que fuese un Papa no europeo, porque el
futuro de la Iglesia no está en Europa; cristianamente significamos ya muy
poco.
- Continúan las
reservas en cuanto a su papel en la dictadura argentina.
-
No tengamos miedo a la verdad y que la verdad salga. Si hay alguna sombra en su
pasado, también Pedro la tuvo y fue querido.
- ¿El
enfrentamiento de Bergoglio al antiguo general de los jesuitas, Kolvenbach, fue
por la Teología de la Liberación?
-
Hubo una división en la provincia argentina pero ignoro el motivo del
enfrentamiento. Se ha dicho que [Bergoglio] es enemigo de la Teología de la
Liberación y amigo de los pobres. Un camelo. Y la prueba es que Gustavo
Gutiérrez, Jon Sobrino o Leonardo Boff, teólogos de la Liberación, están
contentísimos. La Teología de la Liberación lo único que dice, en sustancia, es
que los pobres son los representantes de Dios y hay que estar con ellos; todo
lo demás son añadidos para poder atacarla.
- ¿Es necesario
otro Concilio?
-
La gran mayoría de los obispos es tan conservadora que preferiría que no
hubiese otro Concilio. Por otro lado, son tantos que sería costosísimo. Sería
mejor establecer un verdadero gobierno colegial en la Iglesia, que los obispos
fuesen elegidos de otra manera y su poder fuese decisivo.
- Ha sido muy
crítico con Ratzinger, ¿sigue siéndolo?
-
Critiqué aspectos de su teología pero no su persona. El gesto de dimitir es muy
significativo; es una manera de decir que lo que quería hacer, reformar la
curia, no pudo hacerlo.
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