¿Será que al fin se va a cumplir el sueño de Simón Bolívar, la construcción de la Gran Colombia? Eso sucedería si los deseos del ayer teniente golpista y hoy tirano absoluto de Venezuela, la guerra que está pidiendo a gritos, se le cumplen y resulta ganador en el conflicto entre las dos Repúblicas que compartieron el corazón del Libertador en los tiempos de sus legendarias batallas libertarias. El llamado a la guerra, que resuena por todos los confines de América y más allá, de Chávez contra Colombia tendría alcances continentales, ya que este conflicto va a envolver a los Estados Unidos por la participación de de Irán y de Rusia, prendiendo una hoguera apocalíptica desde el estrecho de Magallanes hasta el de Bering, de cuyas cenizas surgirá el poder de los talibanes y con él la extinción de la milenaria Europa y la muerte de la cultura occidental.
El sueño mesiánico de Chávez viene presidido por el aberrante decreto que el gobierno de Inglaterra decidió lanzar, cuyo objetivo es hacer desaparecer todo lo relacionado con el Holocausto, solo porque eso ofende a los musulmanes que residen en Gran Bretaña, anulando de un solo plumazo la heroica participación de esa potencia en la lucha contra el monstruo de cien cabezas, el nazismo, que fue quien lo perpetró en contra de los judíos de Europa asesinando a cerca de seis millones de personas, para vergüenza eterna de la nación en que nacieron Richard Wagner, Johann W Goethe y Thomas Mann y los que nacieron después y tienen que cargar, aunque sean inocentes, con esa cruz de mil toneladas. Decreto que ha permitido el avance descarado de la propagación de la doctrina musulmana mediante manifestaciones llenas de pancartas con mensajes de odio y destrucción. “Decapiten a los que ofendan a Alá,” decía una; “muerte a la nación europea,” decía otra.
Esos vientos de guerra anuncian los mil años de dominación de la nación de la media luna, que las profecías de los hijos de las arenas vienen proclamando desde el comienzo de los siglos.
El mapa político mundial también presagia el poder musulmán con las guerras que se están librando en el medio oriente, en donde Estados Unidos está enterrando su poder militar y económico.
¿Sueños de grandeza de un loco iluminado, o la realidad que nos espera a la vuelta de la esquina? Mucho de ambas cosas, porque Chávez es un loco peligroso flotando en dinero, respirando ambición y planeando a diario el caos mundial apoyado por las armas de la madre Rusia y el fanatismo suicida del presidente de Irán, que vive planeando la aniquilación total del Estado de Israel, verdugo implacable de los que se aferran a vivir en la edad media pero con ojivas nucleares, con las que puede terminar no solo con Israel, sino con el mundo cristiano.
El avance mundial de la población musulmana es tan fuerte que para finales del siglo XXI Europa estará dominada por los seguidores de Mahoma y el cristianismo tendrá que volver a encuevarse en las cloacas de París y Roma, a como lo hacían los primeros cristianos hacinados en las catacumbas para escapar de la furia del Imperio Romano. Lo que más temen los Europeos hoy en día es verse dominados por una corriente étnica “ajena a la tradición y a la historia blanca y cristiana de la región, enemiga de Occidente durante el milenio medieval, que termine por imponer sus valores retrógrados y su cosmovisión antiliberal.”
Si las cosas siguen a como están en este momento, no hay la menor duda que la bandera de la media luna ondeará desde el estrecho de Gibraltar, hasta las semi congeladas democracias del norte, hasta llegar a pegar con China, habiendo antes teñido de rojo la gran isla de los Tudor y de los Windsor.
¿Nos salvaremos los latinoamericanos de las salvajes y aberrantes mutilaciones genitales que perpetrarían en nuestras bellas mujeres los retrógrados seguidores de Bin Laden y de la estricta aplicación de la ley del Talión como castigo por nuestros delitos, borrando de un sablazo el imperio de la ley basada en el Derecho Romano? Lo lograremos si detenemos en su megalómano colonialismo y en sus alianzas extra continentales con los talibanes al cáncer invasor llamado Hugo Chávez, mediante la aplicación de quimioterapias atómicas, si es posible, antes de que nos entregue en las manos asesinas del medioevo exterminador, que enseña que para ganarse el cielo, hay que convertirse en bomba humana y matar a cuanto cristiano sea posible.
Jorge J Cuadra V
Macondoc@cablenet.com.ni
El sueño mesiánico de Chávez viene presidido por el aberrante decreto que el gobierno de Inglaterra decidió lanzar, cuyo objetivo es hacer desaparecer todo lo relacionado con el Holocausto, solo porque eso ofende a los musulmanes que residen en Gran Bretaña, anulando de un solo plumazo la heroica participación de esa potencia en la lucha contra el monstruo de cien cabezas, el nazismo, que fue quien lo perpetró en contra de los judíos de Europa asesinando a cerca de seis millones de personas, para vergüenza eterna de la nación en que nacieron Richard Wagner, Johann W Goethe y Thomas Mann y los que nacieron después y tienen que cargar, aunque sean inocentes, con esa cruz de mil toneladas. Decreto que ha permitido el avance descarado de la propagación de la doctrina musulmana mediante manifestaciones llenas de pancartas con mensajes de odio y destrucción. “Decapiten a los que ofendan a Alá,” decía una; “muerte a la nación europea,” decía otra.
Esos vientos de guerra anuncian los mil años de dominación de la nación de la media luna, que las profecías de los hijos de las arenas vienen proclamando desde el comienzo de los siglos.
El mapa político mundial también presagia el poder musulmán con las guerras que se están librando en el medio oriente, en donde Estados Unidos está enterrando su poder militar y económico.
¿Sueños de grandeza de un loco iluminado, o la realidad que nos espera a la vuelta de la esquina? Mucho de ambas cosas, porque Chávez es un loco peligroso flotando en dinero, respirando ambición y planeando a diario el caos mundial apoyado por las armas de la madre Rusia y el fanatismo suicida del presidente de Irán, que vive planeando la aniquilación total del Estado de Israel, verdugo implacable de los que se aferran a vivir en la edad media pero con ojivas nucleares, con las que puede terminar no solo con Israel, sino con el mundo cristiano.
El avance mundial de la población musulmana es tan fuerte que para finales del siglo XXI Europa estará dominada por los seguidores de Mahoma y el cristianismo tendrá que volver a encuevarse en las cloacas de París y Roma, a como lo hacían los primeros cristianos hacinados en las catacumbas para escapar de la furia del Imperio Romano. Lo que más temen los Europeos hoy en día es verse dominados por una corriente étnica “ajena a la tradición y a la historia blanca y cristiana de la región, enemiga de Occidente durante el milenio medieval, que termine por imponer sus valores retrógrados y su cosmovisión antiliberal.”
Si las cosas siguen a como están en este momento, no hay la menor duda que la bandera de la media luna ondeará desde el estrecho de Gibraltar, hasta las semi congeladas democracias del norte, hasta llegar a pegar con China, habiendo antes teñido de rojo la gran isla de los Tudor y de los Windsor.
¿Nos salvaremos los latinoamericanos de las salvajes y aberrantes mutilaciones genitales que perpetrarían en nuestras bellas mujeres los retrógrados seguidores de Bin Laden y de la estricta aplicación de la ley del Talión como castigo por nuestros delitos, borrando de un sablazo el imperio de la ley basada en el Derecho Romano? Lo lograremos si detenemos en su megalómano colonialismo y en sus alianzas extra continentales con los talibanes al cáncer invasor llamado Hugo Chávez, mediante la aplicación de quimioterapias atómicas, si es posible, antes de que nos entregue en las manos asesinas del medioevo exterminador, que enseña que para ganarse el cielo, hay que convertirse en bomba humana y matar a cuanto cristiano sea posible.
Jorge J Cuadra V
Macondoc@cablenet.com.ni
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