El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 1 de agosto de 2013

SOLO CONTRA LA CHINCHILLA



¿Y por que la arremete el señor vicepresidente de la República, General en retiro Omar Hallesleven, contra la Presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien acusó al gobierno de Daniel Ortega de estar vendiendo su país con las concesiones petroleras, que según la Presidente Chinchilla van en detrimento de Costa Rica?

La pregunta se hace porque la voz del General Hallesleven, Vicepresidente de la República, brilló por su ausencia a la hora que su Presidente, Daniel Ortega, le vendió el país entero al chino, Wang Jing. Esa era la hora de hacer cumplir ese juramento de militar que lo obligaba a defender la soberanía nacional y la integridad territorial. Enviaron al señor Vicepresidente a una misión especial en el exterior, pero ni esa es una escusa valedera para hacer sentir no solo la voz, sino el enojo ante semejante traición contra la Patria.

La Constitución de la República nombra a los militares defensores de la Constitución y de todos sus artículos que tienen que ver con los valores patrios y con la dignidad nacional. Pero el Ejército Nacional ha fallado y se ha entregado en las manos del poder ejecutivo, convirtiéndose en su brazo ejecutor en todas las aberraciones que el poder ejecutivo ha cometido y seguirá cometiendo.

Hemos visto como el Ejército Nacional no solo calla ante esos atropellos institucionales, sino que ha jugado el papel de sicario al ejecutar las órdenes inconstitucionales del Presidente de la República.

Tomemos el caso de, “El Sueño de Bolívar,” que desde que se fijaron en la propiedad de los señores Abohasen para usarla como lugar de almacenamiento, no ha cesado la pesadilla de los citados propietarios, a quienes no solo les han arrebatado la propiedad con un cuchillo al cuello para hacer negociaciones, sino que le acortaron la vida al patriarca de esa familia, porque solo el que ha trabajado para obtener las cosas, sabe lo que duele que se las roben. ¿Y el Ejército Nacional? Cooperando en el robo descarado de esas valiosas manzanas de terreno que los Abohasen perdieron por “culpa de la avaricia.”

El caso de los señores suizos dueños de la propiedad y hotel en terrenos de Tola. Esa misma que le querían regalar al traidor y servil de Edén Pastora. Quienes llegaron con el traidor dragador a la cabeza, fueron miembros enmascarados del Ejército Nacional. Caso que se repitió con los comarqueños del Pochote, tierras que “la gloriosa revolución” les había donado y que ahora se las arrebata la avaricia, para dárselas a altos militares retirados. Y los que se las arrebatan sembrando el pánico, son miembros del Ejército Nacional siempre enmascarados. Ese recurso de taparse la cara es válido cuando vas contra los narcotraficantes para preservar la identidad y evitar represalias, pero en este caso solo sirve para esconder la cara de quienes están supuestos a proteger y no a arrebatar.

En todos esos atropellos la voz del general Omar Hallesleven ha permanecido callada, como avalando todas las tropelías contra el pueblo de Nicaragua, ese pueblo pobre del que el dictador Ortega se auto proclama su protector y no es más que su verdugo.

Criticar a Chinchilla es fácil, General Hallesleven, lo difícil es irse en contra de quien los está prostituyendo.

Elevar su voz contra esos atropellos presidenciales es su misión, señor General, si es que quiere ganarse el respeto de los nicaragüenses y pasar a la historia como un militar digno y patriota.





Jorge J Cuadra V

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