El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 26 de septiembre de 2013

En el marco de…



Onofre Guevara López

Nuestro idioma sería un medio de comunicación pobre y carente de gracia si sus palabras y expresiones no fueran auxiliadas en sus mensajes por el sentido figurado de otras palabras y formas de expresión. El profesor Róger Matus Lazo, lo diría muchísimo mejor, pero tal vez se entiende lo que quiero decir: el sentido figurado de las palabras en la comunicación, son como la sal, la pimienta y demás especias que le dan sabor a la comida.

Pero, igual que una comida condimentada en exceso es causa de malestares estomacales, las palabras y expresiones utilizadas abusivamente y sin necesidad para la buena comunicación, empachan el lenguaje. Y si no me equivoco, el vocablo “marco” como sentido figurado, es el más o uno de los más abusados en todas las formas de expresión de oradores y escritores, de personas de todas las profesiones y actividades, de todos los niveles culturales y por todos los medios de comunicación. Por ello, el “marco” se ha ganado un lugar entre los vocablos indeseables, pues no aporta nada al mensaje, solo lo congestiona.

Pareciera que quienes abusan de este vocablo como sentido figurado, pensaran que Diógenes nunca halló al hombre honrado por haberse metido a vivir dentro de un barril… ¡en vez de haberlo hecho dentro de un “marco”!

Miren cómo se abusa del “marco” en las siguientes muestras recogidas al azar:

“En el marco de su estudio examinaron dos grupos de ratones…” Siempre se ha creído que todo estudio, incluso sobre el comportamiento de los ratones, los científicos lo hacen en los laboratorios. Pero, en este caso, dicen que el estudio lo hacen “en el marco”. ¿Será que el estudio resulta más efectivo en “el marco” que in vitrio?

Hacer las cosas “en el marco de la ofensiva diplomática…”, resulta poco práctico, porque una ofensiva diplomática tiene proyecciones inconmensurables dentro de la política internacional, ¿y de qué tamaño tendría que ser ese “marco” para que cupieran todas las intrigas del mundo?

Pero hacerlo “en el marco de la II Guerra Mundial…” ya se vuelve sangriento, pues, ¿qué dimensión tendrá ese “marco” para que pudieran meter a los 60 millones de seres humanos sacrificados durante esa guerra?

Según este otro ejemplo: hablar “en el marco de este contexto…”, es inimaginable de qué tamaño, qué clase de material y en dónde poner ese “marco” para meter este contexto dictatorial en el que vivimos, ya no digamos los contextos de guerra en que vive gran parte de la humanidad.

“La soberanía se expresa en el marco legal que concede derechos fundamentales…”, escribió un señor creyente de que el “marco” es la ley. El problema es cuando los tribunales de justicia no tienen soberanía, si no que están metidos en el “marco” del poder dictatorial. Entonces, solo se hace el cuadro con los derechos fundamentales.

¿Y qué hacer… “en el marco de esta reunión…”, cuando todo el mundo se puede reunir en cualquier parte? Pero no en la calle, menos si es para protestar, porque se cae bajo la represión de los CPC, los que no golpean precisamente con “marcos”, sino con piedras, palos y moteros…

Para reunirse “en el marco de los seminarios…”, si es un seminario religioso, solo se requiere tener vocación, pero si se trata de un seminario político, como un Foro sobre el Gran Canal de Wang Jing, entonces hay que descartar a la UNAN-Managua, porque los rectores se han metido tanto en el “marco” oficial, que ya viven cuadrados...

Pero el colmo de la mala puntería es meterse “en el marco de una tendencia alcista…”, porque si a ras de tierra todo se consume caro, ¿se imaginan cuánto costaría alcanzar con un “marco” (que ya no existe ni como moneda en Alemania) al globo donde viaja la canasta básica?

Lo que viene, parece tener la intención de apaciguar el malestar por las violaciones a las leyes, pues piensan meter a la gente “en el marco del movimiento por la paz…” No parece muy recomendable portarse pacífico, cuando en las instituciones del Estado les hacen la guerra a los derechos ciudadanos.

Oír que se puede hallar justicia “en el marco de una investigación rigurosa…”, es muy alentador. Pero si es una investigación de la Policía Nacional, es imposible imaginar en qué “marco” mete los resultados, a juzgar por sus “investigaciones” sobre el robo a los muchachos solidarios con los viejitos de don Porfirio…

Cuando alguien habla o escribe algo “en el marco de la estrategia de la guerra fría…”, se supone que tiene interés en que esa guerra no se caliente; ¿pero cómo congelar, o por lo menos bajarles la temperatura a los belicistas del complejo militar-industrial que sueñan con las ganancias que les produciría una agresión contra Siria?

Lo que parece más lógico, es pretender mirar los problemas del mundo “en el marco del Derecho Internacional…”. No obstante, ¿de qué tamaño sería un “marco” donde pudieran caber los centenares de miles de leyes, tratados y acuerdos de las Naciones Unidas que nadie cumple?

“Nuestras agendas anuales han tenido resultados concretos en la mejora del marco en el que operamos las empresas y el clima de negocios”, dicen los dueños del gran capital. Así revelan pues, que han mejorado el “marco” para encuadrar mejor sus intereses con los del gobierno…

Si el “marco” se hubiese eliminado de las expresiones aquí vistas, todo se hubiera entendido bien. Es que a nadie le hace falta, pero el colmo es que, teniendo todo el mundo un “marco” en el lugar más común de su lenguaje… ¡nadie sabe qué tamaño tiene!

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Paráfrasis



“Colombia no batalla contra Nicaragua, sino contra el Derecho Internacional”. Pero aquí, en Nicaragua, Ortega no actúa “en el marco” del derecho de los nacionales…

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