Nerones, Calígulas, Hitlers, Pinochets, Somozas
ajusticiados y vueltos a reencarnar.
Mariposones negros cual murciélagos
peludos y arrogantes en su propia oscuridad.
De pesado vuelo y siniestro aleteo que los delata
en la eterna noche de sus crímenes y robos.
Franco, Stalin o Mussolini, su plural
dantesco constituye el primer muro.
El muro contra el pensamiento,
contra
sencillamente ser.
Navegan en
tinieblas sobre mar de sangre.
Carontes, barqueros de los infiernos.
Pirómanos incendiando el Paraíso.
Les gusta el circo romano, el estadio de Pinochet
o la franquista
plaza de toros de Badajoz.
Sus arenas las tiñen de almagre asesinando.
Caudillos por la gracia de Dios
más temprano que tarde
estos mesías “cristianos, socialistas y solidarios”
estrellarán sus frentes contra el “Muro de las
Lamentaciones”.
El Muro de Israel salpicado de oraciones
y violentas discriminaciones,
es el holocausto de los palestinos.
Los neo nazis hablan de paz
con bombas atómicas en sus manos.
Farsantes, –cita Mateo- bien profetizó
sobre vosotros Isaías al decir:
Este pueblo
me honra con los labios,
pero su
corazón está muy lejos de mí.
En aquel tiempo de cortinas
de hierro y de bambú, escribió para hoy
nuestro poeta Ernesto Mejía Sánchez:
… nadie se
refiere/
a la Cortina
de Mierda/
de Mi
Nicaragua Natal.
Ya no hay cortina de bambú
pero sí Muralla China
y chino es el canal interoceánico
que nos partirá país y alma por la mitad.
Los territorios de Cisjordania
y la Franja de Gaza
constituyen el gueto de Palestina,
escala técnica hacia la esclavitud o la muerte,
“La solución final de la cuestión palestina”.
Netanyahu se pasea de la mano de Vespasiano.
El mayor gueto judío establecido en Europa
por la Alemania nazi durante el holocausto,
el primer holocausto, fue el de Varsovia,
tránsito obligado para el último destino:
el campo de exterminio de Treblinka,
“La solución final de la cuestión judía”.
Nada por aprender nos ha dejado la historia:
El muro de Israel en Cisjordania,
contra los palestinos, el segundo holocausto,
está formado por vallas, alambradas,
zanjas, placas de cemento y sensores.
El muro de EEUU cubre un tercio de su frontera
para impedir que ingresen inmigrantes.
El primer “Muro de la Vergüenza”, el “Muro de Berlín”,
duró desde el 13 de agosto de 1961
hasta el 9 de noviembre de 1989.
Cuando el 25 aniversario de su caída
el Papa Francisco dijo:
“Donde hay murallas se cierran corazones,
necesitamos puertas, no murallas.”
El segundo “Muro de la Vergüenza”
es contra el pueblo saharaui
en el Sahara Occidental
con seis paredes de 2,700 kilómetros.
El Muro de las Alambradas
está entre Ceuta y Melilla
para que no partan hacia España
Inmigrantes soñadores y cazadores de utopías.
Muros han habido más que puertas y ventanas,
mientras nos asfixiamos porque faltan
un trozo azul, un pedazo de pan, y un aire suave.
Los muros y los guetos son impuestos
incluso por quienes en su momento los padecieron.
En Jerusalén el general Tito
dejó un pedazo del “Muro de las Lamentaciones”
para que los judíos tuvieran el amargo recuerdo
de que Roma había vencido a Judea.
Los judíos sin embargo lo atribuyeron
a una promesa hecha por Dios
según la cual siempre quedaría en pie
al menos una parte sagrada del Templo de Jerusalén
como símbolo de su alianza perpetua con el pueblo
judío.
Me resisto a aceptar un muro
contra la bondad, la piedad y la tolerancia.
El que sería el Muro de la Derrota de Dios.
El muro de nuestra derrota como seres humanos.
Me resisto a aceptar, al imperio, raza o nación
que pretenda el gueto de la humanidad entera.
No quiero pensar en un muro perpetuo
que nos separe y convierta en Caínes
y deseo que sean
sólo de enojo las palabras de Jesús
cuando según Mateo, dice:
“Os doy mi palabra de que todo esto
caerá sobre esta raza. Jerusalén, Jerusalén,
que matas a los profetas y apedreas
a los que se te envían.”
Sea donde sea, en Nicaragua
o en Jericó, es necesario abrir
nuestros lacerados corazones
y derribar muros y murallas,
mientras se oyen
los claros clarines
...que de pronto
levantan sus sones
de la marcha triunfal por la vida.
“Extremadura”, Masatepe, 19 de agosto de 2014.-26 de
julio de 2015.
P.D. Escrito
este poema sobre vallas, muros, cortinas y tapias, nuevas construcciones se
avizoran. El 7, 8 y 9 de agosto las agencias internacionales nos informan que
durante el primer debate de los aspirantes presidenciales republicanos, esos
precandidatos de una nueva raza, sostienen que “hay organizaciones criminales
penetrando nuestras fronteras del suroeste y es necesario hacer algo al
respecto: asegurar las fronteras, y no amnistía para los inmigrantes
indocumentados.” Donald Trump, reiteró su promesa de construir un muro entre
México y Estados Unidos, y calificó de violadores y criminales a los
inmigrantes mexicanos. “Tenemos que construir un muro y tiene que ser
rápidamente”, afirmó. Marco Rubio, un senador de origen cubano, dijo que
también es necesario construir una reja para detener el flujo de los
centroamericanos. Que sepamos, ninguno de estos inmigrantes de ancestros, son
autóctonos, pues no son originalmente norteamericanos: Ni sioux, navajos,
apaches, o cherokees, por ejemplo. Se colaron por una reja, despojaron a los
autóctonos y ahora vienen a poner un muro contra la humanidad.
L.R. 10/8/15.
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