El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 28 de agosto de 2015

MARCHA TRIUNFAL

Este 1° de septiembre se estarán celebrando los 99 años del Colegio Centroamérica,  y cien de fundado conmemoraremos en el 2016, cuando por feliz coincidencia el 6 de febrero Rubén Darío tendrá igual cantidad de años en la eternidad, con “tantas victorias ganadas” y “¡lo saludan con voces de bronce las tropas de guerra que tocan la marcha triunfal!...”. No puedo evitar pensar en la similitud airosa, bélica, y de “compañía real que Jesús con su nombre distinguió”, de la “Marcha de San Ignacio de Loyola” con el poema “Marcha Triunfal” de Rubén. El ritmo de la  “legión del Loyola”, marchando hacia el triunfo, y que “sin temor enarbola a la cruz por pendón”, es la pedagogía del rechazo a toda derrota, o de la perseverancia en la ética y la moral, que viene a ser lo mismo.
Muchos años antes de hacerme estas reflexiones, allá por 1952 o 1953, un circunspecto y silencioso cochero, don Carlos, al final de mis vacaciones, me llegaba a esperar a la Estación de trenes de Granada, para conducirme en su coche al Colegio Centroamérica. Al trayecto  le ponían una lúgubre música acústica los cascos. No olvido ese equino compás trotando en mis recuerdos, grabado para siempre: el trecho que tantas veces recorremos desde la nostalgia. Al poco tiempo me daba cuenta de que no había perdido la libertad, sino que era otra la que ganaba, con una disciplina verdaderamente militar, de levantarse a las 6:00.A.M., hacer la cama, lustrar los zapatos, bañarse, ir a formación, misa o estudio, y clases, desayuno, almuerzo y cena, con más intervalos de estudio en riguroso silencio, añorando recreos o próximas excursiones los domingos al Tepetate o al Mombacho. El Colegio se dividía en tres divisiones: Pequeña, Mediana y Mayor. Yo además de estar en la Pequeña, era privilegiado por ser uno de los internos menores, y lo mejor fue cuando mi padre, quien distribuía exclusivamente la Metro Goldwyn Mayer, les permitió a los jesuitas exhibir antes de que se estrenara comercialmente en Managua, la superproducción “Quo Vadis”. Al día siguiente amanecí héroe.
Pero esa calidad de minúsculo héroe, no me hizo inmune al disgusto del Hermano Montuenga, quien administraba la Cantina y a quien todos llamábamos “el pirata Montuenga” porque era cojo. Resulta que ya montado en el bus para ir de excursión, divisé al hermano Montuenga, y en el momento que arrancábamos tuve la desafortunada idea de saludarlo por la ventana diciéndole: “Adiós piratita”, y ahí se armó un concierto de pitazos para que se detuviera el bus, me bajara echo un energúmeno y me dejara castigado en el Colegio, con tan buena suerte, que creo más sufrió él con mi castigo, y porque me “adoptó” por todo el día en la Mediana Carlos Caballero, con clases de natación y mostrándome una fabulosa colección de chocorrones, de todos los tamaños, y hasta de tres cuernos. Un mundo fabuloso de monstruos. De manera que llegada la cena, y como a Mario Gutiérrez el hermano encargado de la cocina le daba una ración extra de queso –de lo que soy adicto- le cambié mi pudín de chocolate por su ración. Broche de oro.
El 31 de julio es el aniversario de San Ignacio. Esa mañana era de bulliciosa diana. Se oía estruendoso “el cortejo de los paladines” acompañados de nuestra banda de guerra, levantándonos para ir a “la batalla campal”. Aún hoy: Los claros clarines de pronto levantan sus sones, su canto sonoro,/ su cálido coro,/ que envuelve en un trueno de oro/ la augusta soberbia de los pabellones.



LUIS ROCHA



“Extremadura”, Masatepe, 10 de agosto de 2015.

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