El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 6 de febrero de 2015

Tres poemas tres de Juan Manuel Roca



Arenga de uno que no fue a la guerra




Nunca vi en las barandas de un puente

A la dulce mujer con ojos de asiria

Enhebrando una aguja

Como si fuera a remendar el río.

Ni mujeres solas esperando en las aldeas

A que pase la guerra como si fuera otra estación.

Nunca fui a la guerra, ni falta que me hace,

Porque de niño

Siempre pregunté cómo ir a la guerra

Y una enfermera bella como un albatros,

Una enfermera que corría por largos pasillos

Gritó con graznido de ave sin mirarme:

Ya estás en ella, muchacho, estás en ella.

Nunca he ido al país de los hangares,

Nunca he sido abanderado, húsar, mujik de alguna estepa.

Nunca viaje en globo por erizados países

Poblados de tropa y de cerveza.

No he escrito como Ungaretti cartas de amor en las trincheras.

No he visto el sol de la muerte ardiendo en el Japón

Ni he visto hombres de largo cuello

Repartiéndose la tierra en un juego de barajas.

Nunca fui a la guerra, ni falta que me hae,

Para ver la soldadesca levantando los blancos estandartes,

Y luego oírlos hablar de la paz

Al pie de la legión de las estatuas.







Biblioteca de ciegos





Absortos, en sus mesas de caoba,

Algunos ciegos recorren como a un piano

Los libros, blancos libros que describen

Las flores Braile de remoto perfume,

La noche táctil que acaricia sus dedos,

Las crines de un potro entre los juncos.

Un desbande de palabras entra por las manos

Y hace un dulce viaje hasta el oído.

Inclinados sobre la nieve del papel

Como oyendo galopar el silencio

O casi asomados al asombro, acarician la palabra

Como un instrumento musical.

Cae la tarde del otro lado del espejo

Y en la silenciosa biblioteca

Los pasos de la noche traen rumores de leyenda,

Rumores que llegan hasta orillas del libro.

De regreso del asombro

Aún vibran palabras en sus dedos memoriosos.







Monólogo de la gitana




Leí mis propias manos

Y vi la muerte paseando

Entre dos senderos imprevistos.

Desde entonces

Me enseñé a cruzar los dedos

A cada cruce de caminos.

A un hombre taciturno

Le adiviné la suerte en el cementerio.

El encendido color de mi blusa

Parecía un pájaro en llamas

Sobre lajas y ángeles de yeso.

Vana ironía, adivinar el porvenir

Junto a una tumba.

Aunque lo intente,

No soy mejor adivina que la muerte.




Juan Manuel Roca.

Poeta, narrador, ensayista, crítico de arte y periodista colombiano. Medellín, 1946.

Premio Nacional de Cuento Universidad de Antioquia, 2000.

Premio José Lezama Lima, Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 2007.

Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, México, 2007.

Premio Casa de América Poesía Americana, Madrid, España, 2009.

Premio Ciudad de Zacatecas, México, 2009.




Poesía:

Entre otros, La Farmacia del Ángel, 1990.

Biblia de pobres, 2010. Temporada de Estatuas, 2010, y Pasaporte del Apatrida, 2011.




Narrativa: Las plagas secretas y otros cuentos, 2001.

Esa maldita costumbre de morir, 2003. Genaro Manoblanca, fabricante de marimbas, 2013.

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