El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 18 de enero de 2014

Carta de Juan Gelman a Luis Rocha

26 de junio de 1983, París.

Mi querido y recordado Luis:
Qué raro es este país/
hoy es domingo pero aquí no se casa peringo/
en mi país peringo se casaba cada domingo/
con una mujer que no sabía coser/
que lavaba la olla con una cebolla y abría la puerta
                                                                 con un alfiler/
y uno tras otro pasaban los domingos/
y siempre se casaba con esa mujer peringo/
una mujer maravillosa/
porque una cosa es una cosa y otra cosa es otra
                                                                           cosa/
y la que con una cebolla la olla lavar/
es mujer que sabe volar/
y la que la puerta con un alfiler abrir/
es mujer que sabe reír/
y aquí parece que ninguno vuela ni se ríe/
y en un infierno personal se fríe/
ni siquiera se trata de un gran infierno/
de esos calientitos y buenos en invierno/
son infiernos chiquitos/ mezquinos a porfía/
en realidad ni son infiernos/ son una porquería/
y con la crisis energética
la situación infernal de los franchutes es cosa bien
                                                                           patética/
hasta en su infierno aquí se pasa frío/
comprenderás el extravío/
el otro día vi a Satán/
temblaba/ envuelto en cibelina y astracán/
y le dije: “Satán/ ¿y tu orgullo?/ ¿qué hacés?”/
y él me dijo: “Hermanito/ soy un Satán francés”/
pero yo quería hablarte de otra cosa:
quería decir que extraño a Nicaragua hermosa/
que cuando llueve acá/ (y acá siempre cae agua)/
yo no digo que llueve/ digo que Mana-agua/
y extraño a Nicaragua/al lago/al arboliño/
a cuya sombra amé tu tierra como un niño/
y la amo cuando alzo su luz y sombra/y cuando
recuerdo los fernandos que silvan en Fernando/
y los luises que rochan en vos/querido Luis/
y me acompañan hoy/que es domingo/ es París/
y peringo golpea las puertas del quartier
y no hay mujer que le abra con un alfiler/
excepto mi mujer:
cada domingo
yo me disfrazo de peringo
y ella me abre la puerta con una cebolla
y lava la olla
con un alfiler/
pero también quería contarte que soy muy feliz/
y de otro modo no fuera aquí en París/
aunque también lo estaría si fuera en Madriz/
(en la Madriz de Nicaragua)/y quién sabe en Madrid/
donde no sería feliz sino apenas felid/
y ni hablar de Washingtón/
donde sería felón/
y qué decir de rapalwjindij/
aquí metí la pata/
pero pensemos en guadalcanal/
allí sería feldmariscal/
o en Guanajuato/
feldespato/
y qué decir de benarés/
donde sería feligrés/
y algún sitio habrá en ino
donde yo sería felino/
y en el mato grosso/
me tocaría ser felposo/
y en melipilla/
felpilla/
y en San Juan de luz/
felús/
y en el balneario (chileno) de papudo/
me apresuro a decir que felpudo/
de manera que es mejor amar en Managua
donde la gente tiene la transparencia del agua/
o/en mi caso/en París/
donde me toca ser feliz/
porque mi mujer es como el agua
feliz de Nicaragua
y aunque  de tu cariño nada me saca ni me aparta/
creo que se termina esta carta/
porque cada carta es un mundo o redondez/
donde lo que se dice y no se dice/es/
y es bueno que nos recordemos y nos quieremos/
porque así siempre venceremos/


la derrota mayor es el olvido/

No hay comentarios:

Publicar un comentario