El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 5 de julio de 2014

HISTORIAS URBANAS O LOS CUENTOS DE EDWIN YLLESCAS


Me place en esta ocasión presentar el libro “Historias Urbanas” de Edwin Yllescas Salinas, un hombre de talento y sensibilidad, virtudes que conducen al laberinto de la soledad.
El talento sensible es puente de creación y armonía. Claro, tampoco esto es linear, tiene sus encuentros y desencuentros, sus altibajos, su zénit y su nadir, y es la diosa blanca la que le da equilibrio y trascendencia.
Edwin, siendo un “rarus avem”, no está solo, lo acompaña toda una generación, y ya la historia le dio su sello. La Generación traicionada. Lo primero que salta es ¿Traicionada en qué, por quiénes; en todo caso porqué traicionada?
Su repuesta no está en ellos, al tiempo que no escapa de ellos, tiene una connotación nacional y una importante arista internacional que se conjuga en una doble traición.
Por el lado del terruño, rompen tradición de la intelectualidad conservadora, Dios, Patria, Orden, Justicia, rompen con ese yanquismo promovido por el régimen somocista que incluso tiene su expresión popular en canciones como la de nuestro Rafael Gastón Pérez en la que dice:
“Yo no le creo a Gagarin, que estuvo cerca de la luna… que estuvo cerca de marte…yo si le creo a Mr. Shepard etc…”. No tienen paragua político alguno, aunque son grandes críticos políticos.
Son como dice Iván Uriarte en su artículo del autor y sus obras “una cuasi institución anárquica, que se declaran en contra de la aridez y pedanterías de los tecnócratas incaistas y los marxistas emplanillados”.
La oposición luego de la masacre del 67, pacta con Somoza… el “Kupia Kumi”. Ese bendito Principio del fin, con la muerte del dictador lo miran y lo sienten muy largo, y cuando al por que cuando llega su conclusión el somocismo, viene el famoso o cambio y se encuentren de nuevo sin techo político.
Casi parafraseando a Proust, van en búsqueda del tiempo perdido, lo encuentran, para volverlo a perder. Todo un Sísifo literario, y esa piedra filosofal, social y cultural es mucho más pesada.
Por el lado internacional, se apuntan a esos atisbos del cambio social, anunciados por la descolonización, en especial la revolución de Argelia, con Ben Bella y Túnez, con Habib Bourguiba y por supuesto, por la gloriosa revolución Cubana con de Fidel, Che, Camilo, Raúl…..
Ese embelesamiento como todo lo idílico es fugaz, Ben Bella termina preso, Habib Bourguiba… le sucede un dictador, la idealizada revolución cubana se ve precisada a saludar la invasión de Checoslovaquia, los gringos consistentes con sus intereses expresados en términos de poder, invaden República Dominicana, y luego inician Viet Nam, los chinos con sus revoluciones culturales tratan de ahogar su propia cultura.
En el mundo de las ideas, no hay homogeneidad, Albert Camus en conflicto con Sartre, Aron desmistificador de la nueva Utopía comunista la llama, la “Utopía catastrófica”, Mario Vargas Llosa después de ser el primer enviado de Le monde a la Habana y de ser presidente del Premio Casa de las Américas, se torna furibundo anti-castrista, Gabo en cambio se une al vagón cubano, ambos se separan en México, no sin antes mediar saludables golpes.
El 68 de París, de Tlatelolco, de Córdoba y el inicio posterior del movimiento estudiantil de Managua, los impulsa a apoyar este surgimiento de fuerzas sociales, sin abandonar su pensamiento crítico, mismo que les condujo a la puerta de salida ya en los 80.
Al final como al principio toda una generación solitaria, desolada, desesperanzada, dispersa y siempre independiente, mas allá de las ideologías, centrada en la rigurosidad de sus textos literarios.
Su academia, su Eliseo, sus tertulias, su alma mater, fue en la Cafetería la India, lugar público con un círculo muy exclusivo de poetas, y pintores, llegaban muchos ajenos, pero al decir de Uriarte su entrada y salida eran totalmente desapercibidas.
Su éxito: Eran estrictos en su cuestionamiento del texto literario, de nuevo con Iván Uriarte cuando dice “Se leía en voz alta, se hacían observaciones, acotaciones, críticas severas e inclusive se rompía el texto en mil pedazos en las narices del debutante” El camino de la calidad había que pulirlo de forma sistemática.
Cafetería la India era también un exilio interno, un foro permanente de discusión filosófica, social, política, nido de iconoclastas, agnósticos y libres pensadores, se adelantaron al 68 de parís… “La imaginación al poder”, “República” de poetas y pintores.
Y en ese compartir de poetas y pintores. Los poetas salieron apreciando más la pintura, los pintores con mayor inspiración en la poesía. Ambos chocando copas en cataratas de hermandad y solidaridad. Situación que hoy en día es simplemente una nostalgia más, de otra oportunidad perdida.
Bueno, ya en HISTORIAS URBANAS, iniciamos con Alejandra, una historia de un amor en el contexto de los ochentas; El discurso del primo parte de una fina ironía al libro de Jaime Wheelock, dice acerca del frijol, tema actualmente en boga “hasta ahora el nicaragüense, ya no digamos el granadino, o el leonés, ha pasado por alto que el arroz blanco y el frijol rojo son símbolos del cordero y el vino, no en vano sí se sustituyen por los negros o blancos esa combinación resulta teratológica”.
En Johanna Mcoy, nos recuerda la vieja Managua, la revista de Pilú Ocampo, la discoteca del Balmoral, la 747, el pensamiento clave de ese cuento “vos y tus equivocaciones son dos personas”.
La espalda de papel, el personaje de Jaime Icaza se parece a muchos de nosotros.-hombres con el mayor número de libros sin escribir. Cuando tenía el borrador de borradores, su novia Laura, le dice: “para leer libritos búscate otra. Además a mi no me andes hablando como Carlitos Martínez Rivas”.
En lección del Juez Ti, en su descripción del Juez Ti, encontramos una definición que describe al personaje y al autor “posee una habilidad para presentar como fantásticos los hechos más reales de la vida cotidiana y como si fuera poco su capacidad para presentar como reales los hechos más fantásticos de la vida real”.
El caso de la mujer duende –quiso ser y no fue o peor aún fue sin recuerdo consciente? He ahí el dilema.
En la paz del insomnio se plantea como vencer el insomnio al sueño al final no vence el sueño pero tampoco queda insomne, vive su vida cotidiana.
En las tardes del escultor José Leimus, evoca el libro de la sociedad del espectáculo, no el de Vargas Llosa, que sí recoge el concepto, si no el del francés que por hoy no recuerdo el nombre, pero coincide en lo de qué “cada rostro se parecía más al otro que era el mismo”.
Toda la fórmula rostro- imagen – imagen que es el rostro- máscara que es la cara. Ambos decían lo mismo. No decían nada, todo un coloquio del silencio.
Historias Urbanas tiene su detective, Tony Salamanca, “Tony Sal” para los amigos, versiones en varios cuentos y la amenaza de agrandar sus aventuras.
La confesión del sabio en dos versiones gira alrededor de que la punción hepática fue un acto de venganza. (Darío y el sabio Debayle).
Referencias a variedades de películas y artistas, expresión de una vasta cultura de cine.
Carlos Pérezalonso en un próximo artículo por publicarse con el título: 20 notas sobre Edwin Yllescas, expresa que Edwin en búsqueda de la ciudad y del personaje ejerce esa acción de deambular, que de acuerdo a Sábato es ver, vivir, sentir, criticar, gozar, sufrir la ciudad.
“Edwin Yllescas es un deambulador nato. Desde sus poemas iniciales, bucólicos y mansos, hasta sus poemas ultravanguardistas, llenos de ira literaria, hasta los últimos, reflexivos y dolientes como los de “Mordiscos de Ángel”, recorre las calles de su urbe interior y se pregunta ¿por qué yo? Y toma los elementos de la otra urbe, la de afuera y los utiliza para crear, armar, una estructura poética como un edificio que va tomando forma y sale a buscarla por las calles infructuosamente”.
Historias Urbanas abarca dos continentes y más de cinco ciudades entre ellas Miami, Washington, México, Los Ángeles, Managua, Madrid, Viena.
Historia Urbana, en alguna manera y probablemente en mas, somos todos nosotros, todos los que conocemos, los que hemos oído hablar de ellos, todos que somos uno.
La ciudad moderna, esclava de sí misma, altar del consumo, donde nos identificamos con la forma y éxitos de otros que son ajenos a nuestra existencia.
Vamos cargados de sueños no alcanzados, mutantes en pesadilla, desdichas ocultas, rostro y máscara que se complementan para alejarnos de nosotros mismos, festín sadomasoquista en donde gozamos y sufrimos la ciudad.

Cairo Amador
Presidente del Foro Nicaragüense de Cultura
Managua 18 de junio del 2014.

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