El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 22 de marzo de 2014

SECUESTRADO POR UNA BANDA DE ITALIANOS



Alejandro Bravo



La noche del sábado 15 de marzo fui secuestrado por una banda de italianos. 300 personas más y yo estuvimos retenidos por hora y media en el atrio de la vieja iglesia de los jesuitas en Antigua Guatemala por una banda integrada por 3 italianos vestidos de negro. Marco Castelli se llama el líder, eso nos lo hicieron saber desde el primer momento y han recorrido el mundo entero atacando a la gente. A veces se les suma un tipo más y son cuatro. Castelli se tocaba con un sombrerito negro y usa una barba tipo candado.

Fue en el marco del 14o Festival Internacional de Jazz de Guatemala que la banda de Marco Castelli se presentó el sábado 15 de marzo en el atrio de la vieja iglesia de los jesuitas, cuyo convento adjunto alberga hoy el Centro de Formación de la Cooperación Española. Las sillas colocadas no dieron abasto, el público sentado en el suelo, con el aire fresco de la noche se dio un festín de buena música.

Castelli pasaba de saxo al clarinete, según la pieza. Ejecutaron obras del propio Castelli, quien es además de un gran intérprete un reputado autor de jazz europeo. De su último CD Puertos de Mar interpretaron piezas inspiradas en puntos tan lejanos del orbe como Zanzíbar y New Orleans.

Una polka de Europa del Este alegró el ambiente con su rápida cadencia mientras yo pensaba: esta pieza la están bailando Putin y los líderes del mundo occidental sobre el varias veces agujereado tapiz de Crimea con coreografía de garrotazos y tiros entre los ultranacionalistas del Sector Derecho y los milicianos pro-rusos. Castelli se desplazaba sobre el escenario, inspirado alzando al cielo su clarinete, su figura se recortaba con el efecto de las luces moradas y parecía el flautista de Hammelin llevando a Putin y demás a precipitarse en un océano de paz y buena música.

Después tocó el bolero El ciego de Armando Manzanero, una pieza de Duke Ellington y al pronunciar el nombre del gran maestro, como si estuvieran coordinados, estallaron los cohetes de una iglesia cercana. Castelli no sólo dirigía a sus compañeros, sino que conducía el espectáculo y nos llevó a acompañar determinadas canciones con las palmas y no quiso llevarse sólo él los aplausos sino que nos incitaba a reconocer el talento de Matteo Alfonso en el piano y Raffaello Pareti en el contrabajo.

En el repertorio siguió "Tu vuò fà l'americano" ("Quieres hacer(te) el americano"), canción escrita e interpretada Renato Crosone fue muy popular en 1956, luego un aria de una ópera de Verdi, adaptada al jazz, una canción del propio Castelli Va andando, que bromeando el líder dijo la Banda andando. La última programada en la noche fue Africa marketplace, que inició con notas arrancadas a las manos del propio Castelli, en esa canción escuchamos los sonidos de un día de mercado en Bostwana, África del Sur. 

Cuando se despidió, los secuestrados, poseídos por el Síndrome de Estocolmo le dimos a la banda una sopa de su propio chocolate y a punta de aplausos les retuvimos, a pesar de que Castelli dijo que tenía hambre y le obligamos a despedirse con El Paso de los elefantes de Henry Mancinni, que fuera el tema de la película Hatari.

La luna llena aplaudía desde el palco alto del cielo y gritaba: ojalá que las bandas que asolan Guatemala actuaran como ésta. Ajena al jazz, por entre las filas de asientos, una niña indígena vendía chicles y cigarros para ganarse el sustento.



Antigua Guatemala



16/marzo/14

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