El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 15 de marzo de 2014

¿Impunidad para el Talquito González?



Aunque la doctora Alba Luz Ramos pidió cacao para que no se siga abordando el caso, yo soy de los que no puede atender su queja. Siento que debo referirme al caso del señor Milton González, ahora apodado “El Talquito” González. Su hermano es Román “El Chocolatito” González, bicampeón mundial de boxeo y entusiasta usuario de la parafernalia gubernamental en su indumentaria boxística y lenguaje. Lo que ha sucedido con el proceso judicial del señor González, un joven obeso e hipertenso de 21 – según un dictamen del médico forense que nadie vio en el juzgado -- ha dejado a tanta gente con la boca abierta y con rabia contenida. Por alguna razón perciben que no hubo justicia en este caso, sino un nuevo episodio de impunidad avalado por el Sistema Judicial de Nicaragua. Es oportuno recordar que la mayoría de la gente en Nicaragua siente que no hay justicia a menos que tengás dinero o capacidad para mover influencias en el sistema. El estudio “La Justicia en Nicaragua: Diagnóstico del Sistema de Justicia” concluye en una de sus partes (p. 209) que “Existen percepciones en el país acerca de que la justicia no es independiente. Ello revela un problema que es preciso afrontar, pues se trata de una garantía institucional básica de funcionamiento que aporta no solo a la solución de conflictos, sino a la legitimidad misma del sistema político, siendo que si no se cuenta con un Poder Judicial que imparta justicia sobre la base de la ley, estamos frente al mundo de la arbitrariedad”. Dicho esto, siento que – aunque la doctora Ramos pida que ya no -- debemos plantear algunas preguntas a este sistema, que forma parte de lo que los jefes del ejército y de la policía, y los voceros gubernamentales denominan “el muro de contención” frente a la amenaza que representa el crimen organizado que mueve drogas por toneladas desde América del Sur hacia los Estados Unidos y Europa. Pregunta uno: ¿Por qué el juez suspendió la audiencia del 3 de marzo? El relato del diario La Prensa decía que “La audiencia estaba programada a las 10:00 a.m., y a pesar de que el judicial se presentó a realizar audiencia y todas las partes estaban presentes, suspendió sorpresivamente la audiencia sin dar explicación, ni siquiera a la fiscal.”Pregunta dos: ¿Por qué el juez Arias en vez de aplicar al pie de la letra la ley (solo cabe prisión preventiva) sorprendió al ordenar arresto domiciliar a favor de Milton González? Ese mismo día otro hombre acusado por el mismo delito de tráfico interno de estupefacientes fue enviado a prisión a pesar que – como el hermano de Chocolatito González – era gordo e hipertenso. Igual de sorprendente es lo que declaró la fiscal Jeaneth Canelo: “Nosotros mantenemos la prisión preventiva, pero hay una razón médica y no podemos ir contra la Constitución”. A todo esto, la fiscal no tuvo a la vista el dictamen de Medicina Legal y el muchacho obeso e hipertenso no fue enviado al hospital, como se debería hacer en casos como este. Pregunta tres: ¿Cómo es que dos pruebas preliminares dan positivo para cocaína y la tercera dice que es algún tipo de talco? Acá caben algunas hipótesis: a) las pruebas preliminares estaban contaminadas, b) los agentes tenían en la mira a González y querían – en jerga colombiana – un falso positivo, c) los costosos y modernos aparatos del Laboratorio de Investigaciones Criminales no funcionan bien, d) la pericia de los agentes policiales es cuestionable, e) alguien cambió las muestras entre los primeros dos momentos y el tercero. Esto es algo que debería investigarse a fondo. ¡Quién sabe cuántos inocentes no tuvieron la suerte de Milton González! Pregunta cuatro: ¿Por qué esta vez el juez Arias – contrario a la costumbre local – no se guió por los resultados de las muestras preliminares? Se sabe que la mayoría de casos se han procesado y fallado en base a las muestras de campo. ¿Acaso la decisión del juez Arias no coloca en duda el procedimiento implementado hasta ahora y debería poner a pensar si en realidad ha habido un debido proceso para las personas encontradas culpables? Pregunta cinco: Milton “El Talquito” González es hermano del notable boxeador Román “Chocolatito” González, quien es usado como figura para la Juventud Sandinista y como emblema partidario en sus pleitos internacionales. Antes que su hermano, Chocolatito vivió su propio episodio en los juzgados. Su esposa lo acusó por violencia doméstica. Pero no se le aplicó la Ley 779. ¿Hubo tráfico de influencias? Esto debería aclararse porque la percepción de que la ley se le aplica solamente a quien no puede evitarlo es letal cuando se quiere construir una sociedad democrática y respetuosa de las leyes. Ojalá la doctora Ramos no se enoje por estas preguntas. Todo lo contrario. Esperaría que ella promueva la búsqueda de respuestas totalmente ciertas. Seguro que ella es de las que no quiere que crezca la impunidad en Nicaragua y de que todos seamos tratados de igual manera por el Sistema Judicial.
Publicadas por Alfonso Malespín

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