El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 18 de marzo de 2014

El alegre informe de la UIP



Onofre Guevara López

En el lenguaje de la cotidianidad se usan refranes cuyas finalidades son describir, definir y resumir en frases cortas las cualidades de las personas y las cosas. A veces son de tal sabiduría, que algunos se interpretan como consejos y enseñanzas morales. No toda la gente aprecia los refranes, pero nadie escapa de su efectividad pedagógica.

Esas características del refrán, me las hizo recordar una rara noticia, de esas que casi pasan inadvertidas entre el exceso de la información que a diario nos reclaman su atención –para gozo o para angustia— desde todos los rincones del mundo. Me refiero a la noticia sobre el informe de la Unión Interparlamentaria (UIP) donde se pone a Nicaragua a la cabeza de una lista de 163 países con más mujeres en el parlamento, el 42%, por encima de países desarrollados, como Suecia, Francia, Noruega y Finlandia.

Eso es decir mucho. ¿Pero en dónde está la relación de esa noticia con algún refrán? Aquí está: cuando decimos que “La esencia no viene en barriles”, queremos significar que no es precisamente de rigor que la cantidad deba tener relación con la calidad. Así, la cantidad de mujeres en la Asamblea Nacional (próxima a la meta que fija la Ley 50-50), no la transforma en el mejor parlamento del mundo, porque esa cantidad no se traduce en calidad. No es que se niegue las cualidades humanas de ese 42% de diputadas, pero no existe modo de hacer que esas cualidades se vuelvan sinónimos de sus cualidades como parlamentarias.

La cantidad de mujeres en el parlamento no compensa su falta de calidad, dado que ni siquiera hablan y carecen de acción libre y de pensamiento autónomo; y esa situación no cambiará con su campeonato mundial de la cantidad. El gozo que el informe de la UIP les causa a las diputadas orteguistas no se justifica, es tan falso ese gozo, como la afirmación de una de ellas: “…que el informe de UIP evidencia que las mujeres están en los lugares donde se están tomando decisiones.” Si la presencia de mujeres en el plenario no es igual a participación en los debates, mucho menos que ellas tengan que ver con las decisiones en algún aparato estatal.

Es difícil creer que el organismo que asocia a los parlamentos del mundo tuviera la intención de reconocer que la cantidad de mujeres en el parlamento nacional es sinónimo de calidad. Eso sí, lo sabe bien la señora diputada que hizo su fantasiosa afirmación. Afirmación que no les quita lo sumiso ante el titular del Ejecutivo, pues de todos es conocido que ni toda la bancada orteguista tiene voz libre ni pensamiento propio.

No es necesario recurrir al diario de debates de la Asamblea Nacional para darse cuenta de cuántos diputados orteguistas hacen uso de su voz en el plenario. Después de Edwin Castro, el portavoz oficial, solo se escuchan voces que poco pasan del mero trámite institucional como la del presidente, cuando abre la sesión y concede la palabra; la de la primera secretaria, cuando se refiere al acta y la agenda; la de Wálmaro Gutiérrez, cuando tiene que “cantar” sobre temas económicos, pero todos están obligados a votar por la consigna, so pena de expulsión del parlamento.

La víctima y testigo incuestionable de cómo se menosprecia a los diputados –en particular a las mujeres— en la Asamblea campeona del mundo por la cantidad de mujeres en sus curules, es Xóchitl Ocampo. ¿Quién ha olvidado cómo la castigaron con la expulsión por haber creído que estaba en la Asamblea por sus cualidades humanas, de mujer, militante, diputada y profesional y que, por eso, ella podía expresar sus criterios con libertad? Pronto se dio cuenta de que su creencia era una mera ficción. La expulsaron automáticamente, no por haber fallado a sus cualidades, sino por el hecho de haberse abstenido de votar junto a la mayoría sumisa en contra de los intereses nacionales y a favor de la concesión canalera a Wang Jing.

Las voces de ese 42% de mujeres nunca se han escuchado en la Asamblea Nacional –ni fuera de ella— en favor de la restitución del derecho de las mujeres nicaragüenses a proteger sus vidas con la interrupción del embarazo por graves motivos de salud. O sea, que las mujeres orteguistas les quitaron el derecho a proteger sus vidas al penalizar el aborto terapéutico. Tan malo es su silencio como su complicidad anti género, por ser solidarias y obedientes con la orden oficial y el deseo de las jerarquías católica y evangélica en contra de sus propios derechos humanos.

Esos dos casos concentran suficiente negatividad como para que las mujeres parlamentarias sientan vergüenza, en vez de sentirse satisfechas y gozosas por el informe de la UIP. Un informe que ignora o finge ignorar la condición supeditada de las mujeres, y del parlamento nicaragüense en su conjunto, ante el poder Ejecutivo. En la UIP apreciaron en el barril sin fijarse en la esencia.

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Paráfrasis



Los acontecimientos del pasado de la sociedad humana y de los países, son objetos de estudios para la historia, pero con frecuencia esos estudios son olvidados y suplantados por la histeria.

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