El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 17 de diciembre de 2013

Cosas de gazapos…y “gazapas”



Onofre Guevara López

La tecnología digital sirve para todo y a todos. O casi para todo y a todos, pues la tecnología en los medios de comunicación es un reflejo de refrán nicaragüense: “quien no tiene de mandinga tiene de jeringa”. O sea, que a lo bueno que tiene la tecnología le acompañan cosas no tan buenas. Lo bueno y lo malo son cualidades consustanciales a todas las cosas, incluyendo al ser humano, la mejor y la peor de todas las cosas sobre la tierra.

Ahora nos enteramos al instante de casi todas las cosas que se producen en el mundo, lo que nos sirve para estar bien informados… y mal informados también. Un día nos enteramos de los gazapos de políticos de primer mundo, como George W. Bush, quien de visita en un país sudamericano, saludó a sus anfitriones mencionando el nombre de otra nación. Así demostró lo especial que son los Estados Unidos y sus presidentes.

Eso pasó hace rato, tanto tiempo ya, que la prensa internacional dejó de burlarse de su gazapo. Hoy, la prensa internacional vive a la caza de los gazapos del presidente Nicolás Maduro, y hasta se permite tergiversar lo que él dice (“tragiversar” decía Luis Somoza, ¿lo recuerdan?), usando la burla como arma política. Esa prensa no olvida el gazapo de “los millones y las millonas” de Maduro ni de todos los gazapos que ha dicho, y cuando no los dice, pues se los inventa.

Hace poco tiempo, al comienzo de la campaña contra la especulación comercial, esa prensa inventó que Maduro había dicho que los capitalistas venezolanos eran “tan ladrones como nosotros”. Pero lo dicho por Maduro, fue que esos capitalistas ladrones “les hacen tanto daño al pueblo como a nosotros”, es decir, al gobierno. Burdo el truco, pero la prensa internacional aún lo reproduce con júbilo, sin percatarse de que, objetivamente, están aceptando que hay capitalistas ladrones.

Burdo, pero fácil, es tergiversar hechos, como los de la campaña contra los precios usurarios en el comercio, de la cual los medios hablan de una obligada “rebaja de precios”, algo así, como un sacrilegio contra la “libertad de comercio”. En realidad, son las ganancias usurarias que “normalmente” llegan hasta más allá del 1000%, las que son rebajadas obligadamente al 25 y el 30%, lo cual es muy diferente. Este no es un gazapo de la prensa internacional, porque no se trata de un error cometido por distracción al escribir, sino una mentira de oficio.

En un mundo donde los gazapos son naturales como la lluvia, la cual da vida y mata también, la cantidad y la forma de los gazapos que cometemos cotidianamente –sin barreras de clases sociales ni culturales— no se pueden controlar. Ahí está la moda entre nosotros de imponer el “género” femenino a muchos vocablos neutros.

Para conocer las críticas a los gazapos, también sirve la tecnología. Un amigo me envió un correo electrónico con las observaciones de un especialista en curiosidades del español, y sobre algunos ejemplos acerca de los abusos con el lenguaje.

Uno de ellos, es el que se comete con el participio activo del verbo Ser, el cual es Ente. Cuando la persona denota capacidad de ejercer la acción que expresa ese verbo Ser, se le agrega Ente. Y un Ente, como se sabe, somos todos, seamos masculinos o femeninos. Por lo tanto, no existe ninguna “Enta”. El especialista, lo aclara con los siguientes ejemplos:

“Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice adolescente, no adolescenta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice comerciante, no comercianta. Se dice cliente, no clienta.”

Es infinita la lista de los participios activos semejantes. Y para demostrar no solo lo erróneo de su uso, sino también lo feo que resulta, el especialista redactó el siguiente párrafo “luctuoso”, con un resultado tan macabro que parece una invitación a no tomarlo como modelo:

“La pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta, representanta de las cantantas y la velaron en la capilla ardienta”.

Para ejemplarizar con el colmo de la fealdad que se comete con este estilo de hablar y escribir, al especialista solo le hizo falta agregar el signo arroba (@) de la unidad de peso para llevarse en el saco a los dos géneros: el paciente@. Es muy seguro que este párrafo se hubiese visto de peor forma. Pero quizás el autor hubiese quedado muy bien con los director@s de la escuela Rosarina del gobierno de Nicaragua. O, a lo mejor, podría haber resultado al revés: que el autor fuera quien le otorgara a él el grado de sobresaliente y a ella el de “sobresalienta”, aunque no en gramática, sino en la imposición vitalicia de sus poderes.

Aprovecho la ocasión, para recordar que entre los colegas del periodismo no hay mucha satisfacción con los “renovadores” del lenguaje, porque, cuando se refieren a los trabajadores del gremio –de hombre y mujeres—, siguen diciendo: “los periodistas y las periodistas”. Olvidan que el vocablo periodista es neutro.

Menos mal que la insatisfacción de los colegas varones, no llega a tanto, como para solicitar que sea armonizado el nombre de su profesión con su respectivo género, y que cuando ellos sean nombrados, que lo hagan muy a lo macho… ¡refiriéndose a los periodistos!

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Paráfrasis

Los esposos@ Manuel y Xiomara, resienten la traición de sus hermanos@ Daniel y Rosario… ¡porque se la “pegaron” con Juan Orlando Hernández!


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