El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 5 de octubre de 2014

Prólogo al libro "NICARAGUA, Mi lectura de su historia contemporánea" de Onofre Guevara



El autor, Onofre Guevara López, nos lleva a un accidentado y dramático recorrido desde 1893 y la Revolución Liberal de José Santos Zelaya, hasta nuestros días, con esa característica tan suya de implacable consecuencia con su ideología clasista, obrera, que es una línea de pensamiento inquebrantable que como una marca imborrable impregna todo cuanto escribe.



Este largo y sinuoso camino, particularmente el que no es tan reciente, ha sido tratado por diversos autores, pero esta historia que cuenta Onofre es, definitivamente, desde el punto de vista de los de abajo, de los marginados, de los empobrecidos, de los asalariados, de los sin voz, lo que en muchos casos puede hacer una gran diferencia con difundidas historias oficiales.



Aunque pretende darnos su mirada sobre el último siglo, éste lo comienza con la Revolución Liberal de Zelaya, así que en realidad aborda, algunas veces en detalle, hechos fundamentales a lo largo de 121 años, en los cuales vemos las tristes repeticiones y exabruptos, los mismos graves errores, una y otra vez, como en un círculo maldito, que impiden el desarrollo humano, hacen sufrir a mucha gente, y casi de manera permanente nos orillan al despeñadero.



La mirada crítica de Onofre Guevara identifica inconfundibles rasgos del mismo tipo, o similares, como la desmedida ambición personal, la corrupción y el autoritarismo, a lo largo de estos 121 años, y establece paralelismos que equiparan a los caudillos de varias épocas, hermanados por las mismas perversidades, las mismas desviaciones, las mismas injusticias, que tanto daño le han hecho y le hacen a Nicaragua.



Onofre Guevara les reclama a los historiadores tradicionales haber ignorado importantes hechos protagonizados por artesanos y trabajadores asalariados, como sus intentos organizativos independientes de otras clases sociales, sus reivindicaciones, sus huelgas, sus luchas, los periódicos que fundaron, y la dolorosa y dramática represión que sufrieron.



Una buena parte de esta Historia contemporánea de Nicaragua trata entonces sobre esas personas que Onofre llama “La sociedad invisible”, porque no fueron vistas por esos historiadores a quienes les imputa omisiones deliberadas o no, y saca a luz aspectos esenciales de esa lucha muy poco conocida.





Particular atención le presta el autor al análisis del quehacer fundacional del Partido Trabajador Nicaragüense (PTN), como una de las primeras expresiones de lucha distinta de los partidos oligárquicos, y describe detalles de sus miembros, de sus dirigentes y de sus acciones, en particular, sus enfrentamientos inéditos con las fuerzas represivas de Anastasio Somoza García.



Y Onofre Guevara refiere también las maniobras de Somoza para infiltrar al PTN, para penetrarlo e influenciarlo, para atraer a varios de sus dirigentes y convertirlos en representantes de la naciente dictadura enquistados en la dirección de un partido obrero junto a otros directivos que, a diferencia de ellos, jamás se vendieron, y que, como robles centenarios se mantuvieron firmes toda su vida. Sobreviven algunos herederos de esas luchas, y siguen consecuentes hasta hoy.



Señala el autor las maniobras del somocismo con dirigentes comprados del Partido Trabajador Nicaragüense y el uso manipulador de una promesa de Código del Trabajo, pero como maniobra para destruir al PTN, partido que ya luchaba por esa reivindicación de los trabajadores. De nuevo apunta hacia algunos historiadores por no decir la verdad sobre este capítulo.



Onofre Guevara también demuestra el importante aporte no siempre reconocido, del Partido Socialista Nicaragüense (PSN) en la educación clasista de obreros y campesinos, y su contribución para que particularmente campesinos del norte del país se incorporaran a la lucha armada bajo las banderas del Frente Sandinista, así como obreros de las ciudades. A propósito del PSN, el autor aclara interpretaciones equivocadas sobre el viaje de Carlos Fonseca a Moscú por encargo de este partido, y a grandes trazos señala los aspectos que llevaron a Carlos convertirse en el nuevo símbolo de la lucha revolucionaria.



Su compromiso no le impide a Onofre ver las graves falencias en la Unión Soviética y en los países del desaparecido campo socialista mundial, como la burocratización de su liderazgo, la implantación artificial del sistema en varias naciones, el fracaso económico y la no solución de las necesidades básicas de la población, y el autoritarismo, por ejemplo.



Los Treinta Años, las guerras intestinas, las intervenciones norteamericanas, el Pacto del Espino Negro, la traición de Moncada, la rebelión de Sandino, Somoza, el asesinato del Gral. De Hombres Libres, etcétera, le dan un bagaje histórico al autor, y con todo ese análisis de hechos trascendentales, definitorios, Onofre Guevara razona acerca del Frente Sandinista de hoy en el poder, sus programas y políticas, y traza un perfil sobre la pareja presidencial.



Todo su instrumental analítico, apoyado en las evidencias irrefutables de la historia, permite a al autor interpretar que el movimiento de los dirigentes del Frente marcha en una dirección contraria a los principios de 1979, y señala que más bien se acercan cada vez más a quienes proclamaban combatir.



Decenas de temas del ayer y del hoy, son tratados por Onofre Guevara en este prolongado y aleccionador viaje; y, por supuesto, solo algunos pocos, son mencionados muy rápidamente en este prólogo.



Al inicio de esta historia, nuestra historia, Onofre se refiere a la Independencia de Centroamérica, y por lo tanto, de Nicaragua, en cuyo articulado señala que, paradójicamente, no aparecen valores claves relacionados con la independencia, como libertad, soberanía y derecho. Y esa desolación, es la que su mirada continúa encontrando en la Nicaragua del presente, al final de su enriquecedor recorrido histórico de muy largo aliento.



Guillermo Cortés Domínguez



Managua, agosto del 2014.

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