El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 7 de junio de 2015

LOS GOLES DE LA AMBICIÓN



Confieso que no soy un conocedor de los tejes y manejes de la Federación Internacional de Futbol (FIFA). Por el escándalo del momento las agencias noticiosas me sirven nombres de personas cuyas verdaderas ocupaciones desconozco, y que por lo tanto me son tan ajenas como cotidianas, por razones de sus respetables cargos, las de Roberto Rivas, los Centeno Roque, Edwin Castro, Payo Solís y otros elementos similares de nuestra farándula política que, junto con la monarquía o Wang Jing, son nuestro humilde plato del día, como decir, en Masatepe, Masa de Cazuela. Porque así como FIFA suena a monstruo, nuestros chapiollos orientalizados suenan a simples aprendices de brujo.

Por lo tanto sé que la FIFA es un monstruo en cuyas entrañas –como en todo foco de corrupción- se gestan reelecciones de su Presidente y demás ejecutivos. Eso lo sabe cualquiera, pensarán ustedes porque no se han hecho la reflexión de que la ambición por el poder, es el canal interoceánico entre corrupción y reelección. Hasta un cronista deportivo dijo sentirse “golpeado por lo inesperado”, al ver a nuestro compatriota Julio Rocha, en su calidad de directivo de la FIFA, embadurnado en este escándalo, y se siente “aturdido”. No es para menos, pero para la próxima, o mejor dicho para lo cercano o inmediato, no hay que quedarse aturdido a nivel nacional. Hay que despabilarse y comprender que en lo inesperado, no hay nada inesperado.

Desde luego que me estoy refiriendo a la FIFA, como una mafia que enloda un deporte que amo y que más mal que bien, practiqué en un equipo de la División de la Pequeña, del Colegio Centroamérica de Granada. Hay que reconocer que los jesuitas siempre fueron buenos entrenadores y ardientes fanáticos. Yo, como después en el transcurso de mi vida me reveló una ortodoxa fanaticada, debí haber sido, por lógica, defensa izquierda, pero me pusieron de defensa derecha, y ahí me quedé hasta que mi equipo, como equipo, no pudo llegar a su adolescencia. Desde entonces, y ya sólo ante el peligro, y por haber sido defensa, me he quedado a la defensiva, como si el país tuviese una permanentemente vulnerable portería, contra la que muchos de mis compatriotas, cegados por la ambición, quieren, a través de nuestra historia, meter goles y goles personales, algunos sangrientos.

Pero volviendo a la FIFA, su monstruoso funcionamiento resulta obvio, en comparación, por evidente y similar, con el de la Corte Suprema de Justicia y ya no digamos con la “amañada” actuación del Consejo Supremo Electoral. En este contexto, el concepto “obvio” lo empleo como sinónimo de corrupción y reelección: Codicia y ambición. La descripción de la FIFA prefiero dejársela al director del FBI, James B. Comey: “Los sobornos y el dinero ilegal se convirtió en la manera corriente de hacer negocios dentro de la FIFA hasta crear una cultura de la corrupción que pudrió el deporte más grande del mundo.” Conste, cualquier semejanza con país o estado alguno, es pura coincidencia.

Finalmente, como a mí me gusta hablar como Presidente –cito a un verdadero Presidente, el uruguayo José Mujica, que con su honradez y ejemplo vital rechazó la reelección-, y hago mías sus palabras: “Los de la FIFA son una manga de viejos hijos de puta”.



LUIS ROCHA

“Extremadura”, Masatepe, 02/06/15.Publicado en LA PRENSA, en esta fecha.





EPÍLOGO FELIZ QUE TAMBIÉN MERECE NUESTRA PATRIA

El martes 2 de junio se publicó en el diario “La Prensa”, el artículo que antecede estas líneas, abordando lo que creo un paralelo entre el gobierno de la FIFA y el Gobierno de Nicaragua.

Ese mismo día pude enterarme de la estrepitosa caída de Joseph Blatter, quien consolidó su inmenso y aparentemente inexpugnable poder a base de corrupción; usufructuó la popularidad de un deporte, como el futbol, a su favor; otorgó bienes y propiedades a sus allegados; purgó de su privilegiado círculo a quienes creyó sospechosos de ser escasos de ambición y servilismo; permitió y fomentó que sus incondicionales amasaran enormes fortunas, e hizo de la FIFA su propio país por encima de otros países, y claro, como ocurre con todos los tiranos, se empecinó en reelegirse una y otra vez.

A tan sólo horas de haberse vuelto a reelegir, tuvo que renunciar a un cargo que ya comenzaba a saborear como vitalicio. No cayó por voluntad de sus “electores”, sino por voluntad de la moral y la ética. A mí me sigue alegrando esta noticia porque en Blatter se encarnan casi todos los dictadores de América Latina, porque se demostró que el voto forzado o comprado no sostiene eternamente a los dictadores y porque sentí que algo premonitorio hay en esa feliz noticia, y me he quedado con la grata sensación de que nada es imposible.



LUIS ROCHA



“Extremadura”, Masatepe, 03/06/15.Publicado en LA PRENSA del viernes 5 de junio de 2015.

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