El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 18 de junio de 2015

ASFIXIA



Allá por los años 60 solía ir a visitar los domingos al manicomio de Managua, popularmente llamado “Kilómetro 5” porque quedaba en ese kilómetro de la carretera sur, al gran poeta Alfonso Cortés (1893-1969), con un grupo cada vez más numeroso de sus admiradores, que nos acomodábamos en el Jeep que me facilitaba mi padre. Conmigo Alfonso Cortés tenía una especial deferencia y me permitía entrar hasta la mitad de su reducida habitación, nítidamente vestido él con su traje blanco, y me entregaba poemas manuscritos. Uno de ellos, “La Verdad”, fue publicado en el N° 14 de la revista “Ventana” en agosto de 1962. Hoy me parece un poema premonitorio de la realidad asfixiante que vivimos en Nicaragua. Su primer cuarteto, dice: El hado ha muerto. Y Dios es en el hombre/ lo que él en Dios. El arte se derrumba/ sobre si propio. La verdad es nombre, / dilema La razón, todo hecho tumba. 

Hoy, cuando “La Verdad” no tiene espacio, y los gobernantes quisieran que el arte se derrumbara, debemos de recuperar nuestros espacios so riesgo de asfixiarnos en la mediocridad monárquica. La UNAN ha sido despojada de la Autonomía que lideró y conquistó el Dr. Mariano Fiallos Gil. Ahí no pueden llegar, esta demostrado, Dora María Téllez, Alejandro Serrano, Sergio Ramírez, ni la totalidad de la intelectualidad nicaragüense, porque no comulgan con nepotismos, servilismos ni, por supuesto y es lo más grave, con la reelección. Ni siquiera con la reelección camuflada, de promovida “elección”, de la reina, que sería el continuismo del rey. La mayor parte de la Generación de la Autonomía que aún vive, no puede entrar a su Paraninfo. “La Verdad” que nos hace libres, está proscrita. A la libertad ya no se llega por la universidad. La libre expresión de la palabra está reducida a unos cuantos medios, como LA PRENSA o ESTA SEMANA. “Todo lo demás se quemó allá lejos”. El humo de esa quemazón nos asfixia. 



Incluso la llegada de algunos intelectuales a un evento como “Centroamérica cuenta”, está prohibida, como sucedió con el caricaturista francés Jul. El mismo evento cultural, por presiones políticas, tuvo que cambiar su local original en León, y realizar su clausura en la Alianza Francesa. Esto demuestra que los espacios culturales que quedan para celebrar eventos en libertad y sin compromisos políticos, como el INCH, la Alianza Francesa, Hispamer, son contados. La necesidad de fortalecer organismos gremiales, como el hoy debilitado Centro Nicaragüense de Escritores, se hace apremiante, pues la voracidad depredadora de la monarquía, a todo lo que huela a independencia de criterios, es cada vez más insoportable. Una pestilente almohada presionando nuestra nariz hasta la asfixia total. 



Acabo de terminar de leer un cuento de ese singular narrador –inútilmente ignorado- Mario Urtecho. El cuento transcurre en un país que tuvo grandes espacios y al que sus opresores iban encerrando en una hermética caja, rodeada de árboles amarillos de hojalata. Primero la casa tenía puertas que únicamente conducían hasta el trono de los reyes. Después se cerraron las puertas y quedaron custodiadas por el ejército y la policía. La oscuridad total se hizo cuando se cerraron las ventanas, y ya no se podía sentir otro olor que la de unos reyes sudados por un calor infernal. 



Pero quedó una Ventana abierta. La misma por la que Alfonso Cortés liberó para nosotros todos los espacios, cuando refiriéndose a aquel detalle, escribió: “Un trozo azul tiene mayor/ intensidad que todo el cielo,” Llegó la hora de recuperar nuestro cielo. Nuestra intensidad de seres libres. 



LUIS ROCHA. 





“Extremadura”, Masatepe, 10/06/15.

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