Desde
su programa, Danilo Lacayo en vivo, el Dr. Danilo Lacayo Lanzas nos pide
vehementemente que no politicemos la lucha de los adultos mayores, eufemismo
que hay que dejar de usar porque la realidad es que todos esos heroicos hombres
y mujeres ya son unos ancianos en todo el estricto sentido de la palabra. Que
haya ancianos que se aferren desesperadamente a un pasado que se esfumó y se
consideren unos casanovas activos y con posibilidades de éxito, es una
debilidad más de las muchas que existen en la vida.
No
puedo estar de acuerdo con el llamado del Dr. Lacayo Lanzas, por la razón
incuestionable de que esa lucha es totalmente política, ya que tiene su origen
en los gobiernos malos, inmisericordes, insensibles, corruptos y traidores que
a lo largo de nuestra historia reciente hemos tenido. Si entre todas las luchas
que el pueblo nicaragüense está librando para que sus derechos sean respetados,
la de los ancianos es la más genuina, la más dolorosa y la más aleccionadora.
Alguien dijo esta mañana en el programa del experimentado comentarista y
analista Dr. Lacayo, que quien no respeta a los abuelos, no respeta la
historia. Frase correcta que encierra toda la realidad de la vida. Tal y como
dice el Dr. Lacayo, los abuelos son las
personas más respetadas y venerables de todo hogar correcto. Así como Danilo
recuerda a sus abuelos, yo recuerdo a mi abuela materna que era una institución
en mi hogar.
Parece
que esa disciplina se ha borrado de nuestros jóvenes por falta de principios en
los hogares nicaragüenses. Pero esa falta de principios tiene su origen en las
políticas erradas de gobiernos materialistas y corruptos, lo que nos sigue
indicando que la lucha de los ancianos es de origen netamente política y debe
ser tratada políticamente.
La
lucha de esos ancianos, entre los cuales me incluiría yo de no haber tenido las
oportunidades que tuve en la vida, va más allá del reclamo de una pensión justa
y necesaria. Va más allá del reclamo de un derecho de ley, llega hasta lo
simbólico de ser nicaragüense amante de la democracia con justicia y libertad.
Esos ancianos que llaman a la lástima, son unos auténticos héroes que le están
diciendo a una juventud indiferente, frívola y sin valores de patria, que
saquen la cara por los que les dieron la vida; que se olviden del raegueton, de
la bachata y del caballito coreano. Muchos de ustedes, si portan un galaxy 4 o
5 para hacer todo menos hablar por teléfono, es gracias a los esfuerzos de sus
padres que son a su vez hijos de esos que se andan partiendo la vida por una
pensión paupérrima pero necesaria.
Hermanos,
no repriman a sus hermanos mayores. En la dictadura somocista la guardia
nacional estaba llena de chacales sedientos de sangre que reprimían a los que
luchaban en contra de la dictadura somocista. Nosotros, los opositores les
decíamos que ellos eran pueblo y que no asesinaran a su pueblo. No entendieron
y a la hora del pase de cuentas, muchos de ellos murieron, otros fueron
condenados a largas penas por asesinos y la mayoría se fueron al exilio. Hoy
nos toca de nuevo decirles a estos canes sanguinarios, los policías, que ellos
son del pueblo, que al agredir a un anciano de esos que protestan, están
agrediendo a sus abuelos y a sus padres. Ojalá que entiendan la importancia de
este llamado, porque significa la tranquilidad o la tragedia. Ya fueron
agredidos un par de ancianos por un salvaje que con toda seguridad tiene abuelo
o tiene padre viejo. Que vea a sus seres queridos en esos viejitos que se andan
deteriorando en busca de un derecho conculcado que aun está vigente. Un
eminente jurista que llamó al programa del Dr. Lacayo, dijo que no era cierto
que el gobierno de la Presidenta Chamorro lo había derogado, lo que hace justa
la protesta e impostergable el cumplimiento de la ley.
Jorge
J Cuadra V
71
años.
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