EL DISCURSO DE PORFIRIO GARCÍA

Guillermo Cortés Domínguez

Este don Porfirio es una caja de sorpresas. Es cierto, estaba en la tarima del gobierno, pero no estaba en sintonía con ellos como el padre Eslaquit, por ejemplo, además, su discurso fue sobrio. Seguramente les echaron toda la maquinaria estatal después de reprimirlos y forzaron esta aparición casi fantasmal. García reveló que les han prometido reanudar las negociaciones para buscar que les entreguen la llamada ayuda técnica (muletas, anteojos, etc.). Dejó claro que es la UNAM la que representa a los adultos mayores que luchan por una pensión de vejez reducida para satisfacer sus necesidades. Luego agradeció a todos los adultos mayores y a todos los que los han apoyado para que la pensión reducida esté más cerca y también agradeció beneficios como el bono solidario que les da el gobierno y que les sirve para alimentos y medicinas. Después aclaró que la UNAM no tiene fines de lucro ni objetivos políticos, sino sociales, y que alberga en su seno a adultos mayores a quienes al ingresar no les preguntan a qué partido político pertenecen. Después, dirigiéndose directamente a los manifestantes progubernamentales, afirmó que la UNAM "los apoya a ustedes para que ustedes en el futuro no tengan los problemas que nosotros padecemos hoy". Volvió sobre sus pasos y repitió que la UNAM no tiene más intención que lo social, que hay muchas dificultades en el camino, no es tan fácil conseguir sus reinvindicaciones, y anunció que van a depurar sus filas y a mejorar sus niveles organizativos. Casi al final, aseguró que van a seguir marchando por el bienestar de los adultos mayores, agradeció el apoyo a los presentes y cerró diciendo que el respaldo se da en el momento en que la persona lo necesita. Sin conocer el trasfondo de todo, Porfirio parecía alguien que, ya atrapado en las redes del gobierno, se resiste a entregar toda la valija. O algo así.