Con la aprobación de la ley del Canal, el Estado Nicaraguense pasa a subordinarse a la familia Ortega Murillo, a través de su testaferro Wang Ying y su empresa HKND.
Basta leer la ley, de forma seria y sin fanatismos, para darse cuenta de que el Estado originario nicaraguense se convierte en Estado subsidiario de este consorcio. A través de la referida ley, presentada y aprobada en cuestión de poquísimos días, como si se tratara de una ley para autorizar a construir los chinamos de Santo Domingo, Ortega, a través de sus espurios diputados, hizo que Nicaragua cediera su inmunidad soberana en lo legal, laboral, medio ambiental, administrativo, tributario, económico y financiero a la empresa en cuestión, es decir a él mismo.
Pero también cede su soberanía en lo policial y en lo militar, eso significa que, si se llegara a construir la obra, lo cual pongo en dudas, el chino Wang bien podría contratar mercenarios para su cuido. Igual que los norteamericanos contrataron a estos soldados de fortuna para el cuido de los pozos y oléoductos petroleros en Irak.
Los narcotraficantes se han de estar sobando las manos del gusto, al imaginarse moviéndose líbremente por tan fantástico corredor canalero y lavando su dinero a manos llenas.
Hugo Torres Jiménez*
*Comandante Guerrillero, General de Brigada en Retiro y actualmente Diputado ante el Parlamento Centroamericano y miembro de la Comisión Ejecutiva del MRS
El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.
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