Ésta es la posición final de un grupo de nicaragüenses preocupados por la soberanía y la independencia de nuestra Patria y de nuestro gobierno ante codiciosos inversionistas extranjeros, por la amenaza contra el mantenimiento y mejoramiento de nuestros abundantes lagos, ríos y bosques como requisitos para proveer de agua y alimentos a nuestra gente, por el mantenimiento en manos de nuestros indígenas y de todos los nicaragüenses de nuestras tierras y recursos naturales y por el derecho de los ciudadanos a participar en la discusión y aprobación de nuestras leyes. Nos oponemos, en primer lugar, a la forma en que nuestros diputados y nuestro gobierno han aprobado el 13 de julio pasado la Ley 840, y en segundo lugar al contenido de la misma Ley que atenta gravemente contra todos esos valores. No estamos, pues, en oposición a que, si los debidos estudios y análisis lo justifican, se llegue a construir un canal interoceánico en nuestro país, por vía hídrica o sobre tierra firme y en las condiciones en que los estudios lo recomienden.
Queremos hacer pública nuestra posición, nuestra propuesta y nuestra denuncia en Nicaragua y en todo el mundo. Suplicamos que este posicionamiento sea divulgado por todas partes.
Pedimos la solidaridad de todos aquellos que se oponen a la venta de un país a codiciosas y poderosísimas empresas extranjeras y a que en aras de beneficios empresariales privados se sacrifiquen los recursos naturales de una nación y a que un gobierno de un país pobre y pequeño esté manipulado y sea cómplice y sirviente de los intereses de tales empresas y consorcios oligarcas.
Pedimos el apoyo a las acciones que estamos iniciando para revertir los efectos de esta ley y para llegar a derogarla. Estamos comenzando por publicar este posicionamiento, junto a los de otros innumerables grupos apartidarios de nuestra Sociedad Civil y partidos políticos de oposición. Asimismo, hemos procedido a introducir ante nuestra Corte Suprema de Justicia, en el lapso de tiempo que la ley permite, recursos de institucionalidad contra esa Ley 840. Como sabemos que esa Corte está permanentemente manipulada por el Gobierno, no esperamos que juzgue como válida la forma de presentación de esos recursos –aunque cumplamos todos los prerrequisitos de ley en ese procedimiento-- ni que juzgue sin prejuicios el contenido de nuestras objeciones a la constitucionalidad de la ley –aunque objetivamente tales objeciones sean plenamente válidas y deberían al margen de prejuicios políticos conducir a la declaración de inconstitucionalidad y nulidad de tal ley. Pero queremos que quede escrito en la historia que comenzamos nuestra lucha respetando la legalidad y la constitucionalidad de nuestra Nación aunque tal pretensión ciudadana pueda ser plenamente anulada por la forma dictatorial con que este gobierno tiene sumido a nuestro país. Queremos luchar desde nuestra Constitución y nuestras leyes aunque ellas sean tratadas a veces como basura por este gobierno. Y nos reservamos el derecho de adoptar posteriormente los métodos de lucha que nos parezcan conducentes a nuestro propósito de revertir esta ley. Y esperamos el acompañamiento y adhesión de todos los nicaragüenses capaces de independizarse de consideraciones políticas y aceptar solamente las que conduzcan a la institucionalidad, legalidad y desarrollo equitativo y sostenible de nuestro país, así como solicitamos y esperamos el acompañamiento de nuestros amigos en la comunidad internacional.
En el texto del posicionamiento que sigue están las fundamentaciones de lo que afirmo en esta presentación.
Queremos salvar a Nicaragua ante esta real y peligrosa amenaza que se cierne sobre Ella.
Como miembro del Grupo “Salvemos Nicaragua”, paz y amor,
Iván García Marenco
Ciudadano 082-120237-0001Q
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