Gracias poesía. Acabé de almorzar y como no acostumbro a comer postre me puse a leer “Náufragos en trance”, que gran idea, eso sí que fue riquísimo postre, me lo lancé de un tirón.
Este libro tiene una columna vertebral de cabo a rabo, escrito con un vocabulario dulce, que abre las puertas de par en par a la curiosidad por descubrir más; hombre, el amor todo lo puede y aquí el amor cabalga desbocado a campo traviesa por la mirada y lo sentidos. Plagado de un erotismo sutil, cada frase una semilla que germina en un sentir, abriendo el volcán dormido en cada lector por honrar a la costilla.
Julio Francisco Báez podría ser acusado, pero jamás condenado, por incitar a que el amor se desboque en cada hogar que tenga a bien leer este manifiesto amoroso que es “Náufragos en trance”, a mí me encanta la poesía del nica, porque es una poesía en tropel de emociones y en este libro, he recreado mi intelecto y he saboreado sobremanera su contenido, diverso pero único en su sentir. A lo mejor se levanta en armas el partido de la izquierda erótica
La picardía es un elemento que no falta en este poemario, le da sazón, despierta un no sé qué en cada vértebra del sentimiento, ojalá no sea el primero ni el último testimonio amoroso de Julio que comparta con los lectores que buscamos la novedad en cada palabra que alimenta a un poema. Es un himno a su amada inmortal: María Elsa Argüello. Gracias.
PD. El culpable de este deleite poético es Luis Rocha U., quien tuvo a bien obsequiarme este ejemplar
Emilio Pérez A.
Masatepe, 25 de agosto 2013
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