FELICITACIÓN POR "LUZ HABITADA", DEL P. EMILIO DEL RÍO, S.J.

Queridísimo poeta:



Todo lo que tú dices está ardiendo entre el hoy y el mañana. Naces de la Luz de Ángel; quizá en nadie la poesía nace tan desde Ángel. Luego sí, te vas, tu voz se va, sin dejar tu religación allí. Vuestras casas habitadas con él fueron Luz habitada, Ángel dixit. Tus poemas brotan, arden, herencia en vida propia del “niño Ángel” y del “Ignacio corajudo y bélico”. En tu Luz habitada eres fantásticamente poeta, poesía óptima, con creación y en humanidad de muerte y vida. ¡Qué plenitud en “Última voluntad”!: “¿Qué otra cosa mejor, hijos nuestros, podemos legarles / si no la alegría del recuerdo de una pareja que se amó?” No nos asocien a la muerte, “sino a un incendio inextinguible”; incinerados, agitados, al aire, “habitantes del reposo en paz en la hermosura / de ser al fin luz por nosotros habitada”.





Al volver de leer tu libro, me hallo un correo, con el texto ardiendo de nuestro P. General sobre lo que está a punto de hacer EE UU en Siria...Te lo remito.



Un fuerte abrazo,



Emilio del Río s.j.