La historia tu nombre
arrulla
En el manto exótico del
mundo,
Sideral éxtasis perfuma
La piel del tiempo.
Pasado, presente y futuro
Pegaso cabalga sin bulla
Sobre el hombro del viento
De profundo pensar.
Verso a verso pulsa el
sentimiento
De tu corazón puro
Rubén, bardo iconográfico
del milenio,
Elegíaca visión la tuya
De andar la senda de la
historia
De la mano de tu genio.
Numen errante en busca de
un cantar,
Noctámbulos suspiros
brotaron de tus manos,
Liróforo De la celeste
rebeldía,
Nota musical del verso
castellano
Fue el punto y seguido de
un día.
Salve a la pluma de tu
linaje,
¡Oh cisne de blanco
plumaje!
Tu respirar perfuma el
carruaje
Que transitó un milenio
con coraje.
Darío, tus manos, jardín
de ensueños
Vividos al compás de un
verso,
Luz sentimental que
iluminó el universo
Dios, cómplice que de la
lira te hizo dueño.
Melodía que gravita en la
palabra
Sobre el terciopelo del
sentimiento
Para explotar al borde del
abra
Que se teje errante en el
viento.
Emilio Pérez Arias
Masatepe, 17 de enero 2014.
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