El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 28 de junio de 2012

«¿Qué le pasa al mundo cuando un creador crea?»

pilar gonzález españa



¿Por qué es necesario escribir?  ¿Por qué leer? ¿Por qué la poesía parece ser la única respuesta a un mundo que se empeña en convencernos de que no somos espirituales? ¿Desde dónde hay que escribir? ¿Desde dónde sentir, expresar, decir o formular? ¿Qué nos pasa por dentro cuando la escritura se inscribe y se escribe? ¿Qué le pasa al mundo cuando un creador crea?
Aunque parezcan ambiciosas y enormes, estas preguntas y algunas tantas respuestas se formulan en el libro Las veinticuatro categorías de la poesía de Si Kongtu, obra que parece venir directamente desde la China del siglo IX a responder a ciertas inquietudes, dudas, pérdida de sentido e, incluso, traiciones literarias, que se han instalado ya dramática e inevitablemente entre nosotros. Entre sus páginas se establece un diálogo interno entre Si Kongtu y Gong Bilan, dos poetas-teóricos que nunca olvidan el discurso poético y utilizan un pensamiento en forma de espiral, por otra parte, tan característico de la idiosincrasia china, que rodea y ahonda en el concepto de la creación literaria.
Las veinticuatro categorías de la poesía consisten en veinticuatro poemas, de tendencia impresionista y taoísta, que hacen uso de un elevado lenguaje metapoético y de una gran densidad filosófica. El creador se identifica en esta obra con el Tao, aspirando a un estado de libertad espiritual plena. Una atenta e impersonalizada contemplación del paisaje es el requisito fundamental de todo poeta o creador. Yendo más allá de los límites de la percepción, y guiado por la pura intuición, se puede conseguir que la obra sea un espejo que refleje la realidad esencial. Y es que, como dice Gong Bilan, “si una obra no trata, desde cualquier ángulo, la problemática esencial del ser humano, pierde la única oportunidad de poder decir lo que se debe decir. Para que la palabra cumpla su objetivo de provocadora y agitadora de todas las transformaciones, esta tiene que situarse en la verdad, en un núcleo vivificante. La palabra, entonces, agradece ese lugar y responde irradiando belleza”.
En épocas de decadencia histórica, cultural y política, se hacen más necesarias que nunca las teorías poéticas. Ellas impulsan la producción literaria, enraizándola en un contexto espacio-temporal que fundamenta y justifica su existencia. Pero cuando una civilización hace de la teoría poética un género literario en sí mismo que se perpetúa y desarrolla a lo largo de la historia de la literatura, entonces se considera a la teoría poética esencial y fundamental en la construcción del concepto de lo literario en su más amplio sentido. Todo ello no es más que una consecuencia de una sociedad muy evolucionada y con una sensibilidad literaria refinada y profunda. El lenguaje metapoético que caracteriza a este tipo de textos es una especie de atajo más directo aún para expresar la quintaesencia a la que aspira toda poesía. Despojado de la frialdad a la que nos acostumbran los discursos lingüísticos en general, este nuevo género literario nos permite alcanzar cotas muy elevadas de calidad poética y filosófica.

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