El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 9 de marzo de 2012

EL JUICIO DE JESUCRISTO


De todo hemos visto a lo largo del desenvolvimiento de nuestra clase política, pero no estaba preparado para asimilar esta última “novedad” ejecutada por un miembro del PLC y magistrado de la CSJ escenificada en el salón principal de la universidad de Dn. Miguel Purificación.
Aplastado por el derrumbe de su partido, el jurista de marras asume la defensa de Nuestro Señor Jesucristo, como que si se tratara de un caso más de este mundo, cuando en realidad se trata del juicio de alguien que dijo que su reino no era de este mundo. Para este arnoldista de nuca flexible no existe diferencia entre lo divino y lo humano. El juicio de Jesucristo no admite atenuantes como los que existen en Nicaragua, como por ejemplo que una persona con orden de captura emitida por un juez, no puede ser capturada después de la seis de la tarde ni durante el fin de semana. La captura de Jesucristo estaba ajustada a un ciclo de redención que tenía que ser cumplido al pie de la letra. Si Jesucristo hubiera sido juzgado por una Corte Suprema como la que integra este magistrado, sería irremediablemente condenado, no por el cumplimiento de las profecías, sino por la corrupción que en ella impera.
El magistrado en cuestión se pudo haber lucido condenando a su jefe acusado de malversar los fondos de la nación, pero hizo todo lo contrario y tanto él como el resto de magistrados, se convirtieron en defensores gratuitos del acusado, al igual que ahora, sin respetar el partido político al que pertenecen, todos están bajo las órdenes del dictador Ortega.
El juicio de Jesucristo significa la redención de todos los pecadores de la humanidad. Sin esa sangre vertida al pie de la cruz, no hay redención y no hay perdón por todos los pecados del mundo. Si este jurista se quería lucir analizando un juicio famoso, hubiera escogido al que le hicieron al Capitán Alfred Dreyfus, acusado de traición a la patria mediante una torpe investigación que lo llevó a un consejo de guerra que lo  encontró culpable y lo expulsó del ejército francés.
¿Acaso el magistrado de la CSJ con su exposición, quiso ser el Emilio Zola de Jesucristo, para hacer reflexionar a los sacerdotes del Sanedrín y a Poncio Pilatos, Prefecto de la provincia romana de Judea, para que exoneraran a Jesucristo de toda culpa y salvarlo de morir en la cruz? Mi reino no es de este mundo, ni mi juicio tiene que ver con estas leyes imperfectas de la tierra, le diría Jesucristo a su despistado defensor, ya que Miguel Purificación no intervino para explicar las cosas.
Don Miguel Purificación lucía serio y meditabundo. Quizás estaba pensando en la posibilidad de que el Vaticano se pronuncie acerca de su universidad y la declare sin derecho a llamarse Universidad Católica (UNICA) debido a las generosas regalías que recibe de parte del gobierno dictatorial e inconstitucional del Presidente Ortega como pago por sus servicios prestados a la dictadura conyugal.
La carta de Emilio Zola al presidente de Francia tuvo buen resultado, ya que el capitán Dreyfus fue exonerado, recuperó su libertad y su prestigio dentro de las filas del Ejército de Napoleón y de De Gaulle, mientras que los alegatos meramente jurídicos del magistrado de la CSJ jamás lograrán revertir un fallo que estaba programado desde el día en que Dios creó al hombre.

Jorge J Cuadra V

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