El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 31 de enero de 2012

Más barato por arrobas


Onofre Guevara López

Dentro de las ciudades grandes y pequeñas, a la entrada y a la salida, en medio de las carreteras de largas o cortas distancias, hay tal cantidad de rótulos de todos los tamaños y colores con la imagen del Hermano Daniel, que a su amantísima y fiel esposa no le cabe ninguna duda acerca de que no existe motivo alguno para que el pobre mortal que los mire, no se quede totalmente arrobado.  O, cabalmente embelesado, que es igual.
Pero hacer caer al ciudadano en tal éxtasis, no es suficiente para la primera señora del país. Aunque no existe relación entre el arrobo con la arroba, ella la imprime en sus homilías; y como si no estuviera enterada de que el arrobo no es el masculino de la arroba, insiste en unirlos  en matrimonio. Pero el arrobo que ella supone produce sus rótulos al simple “miranda”, con la arroba impresa en sus mensajes de amor a los@s nicaragüenses sólo causa confusión.
El sustantivo arroba es la cuarta parte de una unidad de peso, como decir, de un quintal o sea, las 25 libras de las cien libras del quintal de carne o de huesos. En informática, la arroba es usada como signo tipográfico en las direcciones electrónicas, con la función de separar el nombre del usuario, del nombre del servidor, como lo son @gmail, @hotmail, @yahoo, etcétera.  Conociendo las funciones de una y otra arroba, uno no encuentra la razón que justifique incluir el signo tipográfico en la redacción de frases y consignas, verbi gracia: “Con tod@s” y “Por el bien de tod@s”.
 Difícil resulta leerlas e imposible hallar el significado de “tod-arroba-s”, ni como apócope de palabra conocida, pues, forzando un poco la cuestión, hallamos: Todopoderoso del quintal. Pero como el Hermano Daniel se pasa del quintal de años en el poder, y ella pluraliza la “@s”, en tal caso sería el Todopoderoso de los quintales. Pero como la palabra “tod” no existe, ningún aditamento le puede dar significado.  
Por ese motivo, a ese extraño “tod” hay que buscarle alguna utilidad, lo que podría hacerse prestándole una “o” para que resulte ser el adverbio “todo”. Es necesario, pues no hay razón para qué le quiten la “o” a todo, y le pongan una arroba tipográfica, cual una carlanca a sus pies, con el peso de 25 libras.
Nadie conoce tal razón. Tal vez ensayando respuestas podríamos ir entendiendo el motivo de ese absurdo de la esposa del Hermano Daniel, a la cual, pese a todo, debemos agradecerle que aún no haya afeado la lindura de los rótulos, agregándole las pesadas 25 libras a las consignas, con las que arruinaría la tierna sonrisa de su marido, que sólo Dios sabe cuánto sacrificio tuvo que hacer para poder sonreír a la hora de posar. Tampoco necesita ir “de Victoria en Victoria”, pues él ya está  embriagado… de poder.  
Al margen de eso, tratemos de interpretar el signo tipográfico arroba: 1) como refrán: “robar por arrobas”, que quiere decir robar a montones; 2) como exigencia partidaria: ¡arrobar es la consigna, compañeros!, lo cual es la orden de escribir siempre arrobas al pie; 3) como verbo: arrobar, cuyo significado es embelesar, que es exactamente la función asignada a la imagen del Hermano Daniel en todititos sus rótulos.
Ya que volvimos a mencionar el “todo”, debemos distinguir el todo como adverbio y el todo como adjetivo. Su función como adverbio es única, sólo con el significado de enteramente, pero sólo en forma compuesta, por ejemplo: vino con todo. Es fácil asociar este significado de todo, con la administración política actual, y podría decirse que al regresar al poder el Hermano Daniel, en 2007, vino a darnos con todo.
Pero veamos el otro “todo” como adjetivo: se dice cuando algo está en su integridad, es decir, entero, y al hablar del conjunto, se refiere a todas las partes. Francamente, este otro significado del adjetivo todo, induce a señalar otra característica gubernamental, como es su falta de integridad legal en todo, o, de otro modo, que en el gobierno todo carece de integridad.
En honor a la brevedad, diré, finalmente, que si las arrobas usadas en documentos y homilías oficialistas fueran de carne, arroz o frijoles, el Hermano Daniel y familia, podrían ahorrarse unos centavitos más. ¿Con qué fin? Con un fin de amor solidario intrafamiliar: les podría alcanzar para comprarles otro Canal de televisión a los@s niñ@s.
Use arrobas usted; tal vez le da buen resultado también. 

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