El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 10 de abril de 2011

ANTONIO IN CHRISTO, PETE PRO ME ET PRO AMICIS TUIS

(Antonio Carvallo)

¿Recordáis el sabroso cuento de las dos hermanas? La mayor, claro está, era una niña mala, cada vez que hablaba, salían de su boca sapos y culebras. La menorcita, una dulce niña de ojos claros y manos limpias, perlas finas y rosas centifolias y fragantes, salían de su boca cada vez que hablaba.

Pues, bien, cuando en la hoja de papel blanca, blanca, puse con tinta negra: Antonio Carvallo, me vi a mí mismo, niño de siete años que, sentadito en la casa de sus abuelos, lee en su hermoso libro de estampas el cuento sabroso de las dos hermanas.

¿Quién no sabe, que para uno de nuestros muertos, sean de la derecha o de la izquierda, pintamos por dentro, un nuevo cuadro paisaje? Muere un hipócrita y la pintura se complica bajo la presión de los caminos torcidos en la sombra --- Muere un Innominado Uñas Largas o un Rodrigo Fauces Abiertas y veis en vuestro museo interno, a la manera de Gericault, una caña molida o un racimo de uvas pisoteadas. Para el seductor de oficio, pintasteis a lo Rubens un caballo desbocado.

Para aquella niña Icaza que habrían dicho las inscripciones clásicas, breve Rosario de perfectas rosas de Nuestro Señor, habéis pintado a lo Millet dos niños que dicen, bajo la gracia plena del Ángelus: ¡Dios te salve María! Y para este jovencito Carvallo, digno de dormir en dormitorio de mártires en las Catacumbas, con la leyenda:<Antonio in Christo, pete pro me et pro amicis tuis>.

Antonio en Cristo, pide por mí y por tus amigos – fue la pintura, un niño de siete años, sentadito en la casa de sus abuelos, leyendo en su hermoso libro de estampas el cuento sabroso de las dos hermanas.

Hay jóvenes como la hermana mayor del cuento, que cada vez que hablaba, salían de su boca sapos y culebras. Las palabras deshonestas son los sapos y las palabras para burlarse las culebras. El pobre sapo ha tenido la mala suerte, hasta por su nombre científico que le puso el hombre sabio, de vivir metido dentro del paréntesis de la bajeza: Buffo vulgaris. Él está, viniendo de arriba hacia abajo, en el último peldaño de la estética. Es bello dicen los metafísicos, desde luego que existe y vive y es animal y es sapo. Eso está muy bien para el sapo universal de Platón, por debajo y por dentro,

pero el sapo pctico y común por encima y por fuera que todos conocemos, ha seguido siendo de oficio y exprofeso, a pesar de todos los optimismos, el heraldo de las cosas torpes, el símbolo de las cosas feas. Sólo Cristo Lucero del Alba parece acariciarlo con aquella divina palabra: «Los últimos serán primeros». Lo que es el sapo entre los animales, es una palabra deshonesta entre las palabras, obscura, verdosa, obtusa y sometida a la maldición de vivir en el lodo, bajo la tiranía brutal de la piedra. y aquellos ojos del sapo que siendo hechos para la luz, pareciera sin embargo que nada tienen que ver con ella. Así las palabras deshonestas que salidas de labios inteligentes, pareciera sin embargo que nada tienen que ver con la inteligencia.

La palabras para burlarse son culebras. En el salmo «Beatus vir» donde dice en hebreo, asamblea de los burladores, tradujo San Jerónimo «Cathedra pestilentium». Tuvo razón de sobra. Es la burla verdadera peste humana, incurable y universal en el tiempo y en el espacio. Dichosos los monjes porque no hablan. y dichosos los primeros hermanos de Francisco en las «florecillas» porque para no burlarse se hicieron como los nos, como lo manda el Divino Rey de las palabras sencillas: «Más el que dijere a su hermano, tonto, sereo de fuego». ¿Sabéis de burlas? Es evidente. ¿Habéis visto culebras? ¡Van por unos caminos! Terre a terre como dicen los franceses, midiendo la tierra; cobardes, hacia adelante y hacia atrás, mixtas, quebradas, sígueme si puedes, toma, dame la mano, no me la des. Lo que son las culebras entre los animales son palabras para burlarse, entre las palabras.

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Este Antonio Carvallo que acaba de ser llamado en los comienzos de su primavera, como la hermanita menor del cuento, cada vez que hablaba salían de su boca finas y escogidas perlas, centifolias y fragantes rosas.

Las palabras silenciosas, humildes y puras son finas y escogidas perlas y las palabras para rezar centifolias y fragantes rosas.

Perla quiere decir la dicha rara y única de estar una cosa vestida con siete vestiduras de gracia y sellada por siete sellos de privilegios -- Una cuasi plenitud de perfección. Los hombres tenemos una perla: ¡María-Las niñas más lindas de la ciudad son perlas-Una novela de Pereda, un cuento de Perrault, un verso de Francis Jammes son también perlas. Son las palabras silenciosas, humildes y puras, finas y escogidas perlas.

En la rosa, como en un quinto evangelio, pasamos de los milagros del color a las parábolas del perfume. ¿Recordáis el milagro de las bodas Caná: ¿Del agua convertida en vino? – Y la parábola: ¿El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo? La rosa es una gracia desnuda, un privilegio vivo, la más amable de las inocencias, para que rece Anacreonte: "El amor entre las rosas” --Volando hacia arriba, alejaos del sapo y cuando ya no podáis volar más, estaréis en el plano bendito de las rosas. -Si decís: ¡Padre Nuestro que estáis en los cielos! o ¡Dios te salve María! acaban de salir de vuestra boca de carne, centolias y fragantes rosas.

Este Antonio Carvallo llamado en los comienzos de su primavera, nunca dijo palabras
p
ara burlarse ni palabras deshonestas, solamente palabras silenciosas, humildes y puras y palabras para rezar: Por eso, cada vez que hablaba, salían de su boca, finas y escogidas perlas, centifolias y fragantes rosas.

Antonio in Christo, pete pro me et pro amicis tuis.


Nota:

Artículo para nuestra sección dominical IGLESIA VIVA. Tomado de "El Libro de las Palabras Evangelizadas", del poeta y sacerdote Azarías.H.Pallais

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