Guillermo Cortés Domínguez
El pastor de las Asambleas de Dios, Saturnino Cerrato Hogdson, argumentó su oposición a la ley contra la violencia a las mujeres diciendo que los niños sufren cuando un padre está en la cárcel denunciado por violencia contra su esposa. Tiene razón el pastor, los niños sufren. Pero no mencionó absolutamente nada del sufrimiento de la mamá. De esto se desprende que su solución sería que la mamá debe hacerse la sorda, la ciega, la insensible y desmemoriada, para que "papaíto" esté en el hogar y así no les haga falta a los niños. Con este tipo de pastores no hay salvación posible, menos para la mujer. Seguramente este señor trata a su feligresía como ovejas descerebradas que no deberían ser informadas de nada, para que no tengan criterio y no tomen la decisión de defenderse cuando las agreden sus maridos o compañeros de vida.
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